Frente a las graves catástrofes de diversa índole que suelen ocurrir, con cierta periodicidad, en nuestro país -como la de los devastadores mega incendios que ahora asuelan poblados y campos de la zona centro sur del territorio-, emerge la valerosa acción combativa nacional contra esos infortunios, poniendo en marcha todos los recursos humanos, materiales y tecnológicos al servicio de esa causa y, sobre todo, despierta la más impresionante solidaridad ciudadana, que desde todos los rincones del país hace llegar su ayuda humanitaria a las angustiadas familias perjudicadas por la hecatombe.
Pero, junto a esa voluntad y fuerza país -extraordinariamente alimentada por el socorro fraterno de naciones vecinas y lejanas, para quienes hay una gratitud chilena imperecedera-, desde lo más profundo del alma nacional y sus tradiciones de fe cristiana, irrumpe el clamor hacia el Altísimo para que aplaque los dañinos efectos de los catastróficos incendios, los contrarreste con temperaturas más bajas, ausencia de vientos y ojalá con algunas precipitaciones.
Es lo que se pide desde el Arzobispado de Puerto Montt, como en los templos religiosos de todo Chile. Y se solicita, especialmente, "a los sacerdotes, diáconos y ministros eclesiásticos, que durante las santas misas de hoy domingo se rece al Creador y Dueño de la naturaleza, para que el clima se presente más apto para la extinción de los incendios, los afectados tengan fuerza y valor para recuperarse, la solidaridad se incremente y mitigue la tragedia, y el país todo ayude a la reconstrucción material y moral de los damnificados".
No son pocos los episodios en el devenir nacional, en que la fe cristiana ha obrado milagrosos auxilios sobrenaturales en las situaciones más adversas y riesgosas. Lo que refrenda el hecho de que la Santísima Virgen del Carmen es invocada en nuestra Patria como la Reina y Madre de Chile, Patrona y Generala Jurada de las Fuerzas Armadas y de Orden; títulos que son fruto del reconocimiento especial de la protección de la Madre de Dios a lo largo de la Historia de Chile. A Ella imploramos hoy.