La solidaridad puertomontina -para con los angustiados damnificados de la catástrofe incendiaria que arrasa con los campos y bosques de la zona centro sur del país-, va en generoso aumento.
A las primeras iniciativas locales de socorro a los afectados, nacidas del Cuerpo de Bomberos, para ayudar a sus colegas que con pocos recursos dan allí una sacrificada batalla contra el fuego, y de la Asociación de Agricultores de Llanquihue, que piden a sus asociados reunir aportes que enviar a sus congéneres gravemente dañados por la tragedia, se agrega ahora el potente llamado del Centro para el Progreso de Puerto Montt, solicitando a la cooperación de la comunidad porteña a sus compatriotas de más al norte, que han sufrido la destrucción de sus predios y bienes, quedando mucha gente sin sus casas ni fuentes laborales, con un incierto futuro.
Dimensionando tan desastrosa situación, los directivos del Centro para el Progreso -apoyados por la Parroquia Cristo Rey de esta ciudad- han comenzado a recaudar toda clase de ayudas. Entre ellas, alimentos no perecibles, útiles de aseo, aguas envasadas, pañales, remedios, ropas, herramientas, etcétera.
Los aportes se están recibiendo y acopiando en el templo parroquial de calle Regimiento 680, en la población Lintz, entre 11 y 13 horas y de 15 a 19 horas. Todo lo que se logre reunir será entregado a las autoridades, para que lo envíen a los damnificados, informó el directorio del CPP, que la vez está muy agradecido de la cooperación del Padre Rigoberto García, que puso a disposición de este gesto humanitario las instalaciones parroquiales.
Están así surgiendo las oportunidades requeridas en estos urgentes casos, para que se manifieste -en toda su grandeza- el alma sensible y caritativa del sureño, del puertomontino. Que siempre abre su corazón y extiende su mano generosa, para auxiliar al compatriota en aflicción. Más todavía, en un drama tan extremo como el que están padeciendo las familias de las regiones acorraladas por un fuego incontrolable. Y en cuya extinción ya se han perdido algunas vidas de inapreciable valía.