Agua como derecho humano
"En su mayoría docentes en retiro, recientemente mostraron sus pinturas en una muestra pública, junto a su monitor el artista plástico puertomontino Gabriel Valerio" "La Cámara Baja hizo historia al aprobar reforma al Código de Aguas. Fui uno de sus autores"
Hace unos días, la Cámara Baja hizo historia al aprobar la reforma al Código de Aguas; un proyecto del cual fui uno de sus autores y que responde a una de las demandas más profundas de la ciudadanía, que es fortalecer el carácter público del agua, garantizar el acceso a ella como un derecho humano y terminar con la especulación del recurso. Sin duda, este es un proyecto ideológico, y que bueno que así sea, porque es de la ideología de la vida, de la ética de la responsabilidad de lo que estamos hablando. No olvidemos que quien debe velar por el bien común es el Estado, por eso es tan importante el aspecto fundamental, que habla de la intensificación del carácter público del agua.
El escenario de escasez hídrica y el cambio climático son realidades que deben enfrentarse no desde el individualismo, sino que desde el comunitarismo, donde el recurso hídrico se pone a disposición del aprovechamiento responsable y éticamente consecuente. Esto, sin duda, nos lleva a plantear la urgente necesidad de hacer las cosas de otra manera, de mejor forma, buscando un equilibrio complejo entre tres objetivos: el derecho humano al acceso al agua y al saneamiento; el uso productivo, y la preservación ecosistémica. Las directrices de la Unión Europea establecen que en una primera categoría está lo llamado "agua vida", a diferencia de lo que ocurre en nuestro país, que da prioridad al uso productivo del elemento. Por eso es tan importante cuando decimos que con esta iniciativa vamos a intensificar el uso público y que los derechos se puedan conceder en función del interés público.
Por todo lo anterior, es que lamento profundamente la actitud de la derecha de desinformación y falsedad de su contenido, como también que vuelvan a ir al Tribunal Constitucional con un tema que es clave para la sostenibilidad de la vida en un escenario de escasez hídrica y cambio climático. Hay que ser claros: la norma que cambia el concepto del derecho de propiedad sobre el aprovechamiento de las aguas, al de concesiones, es para los nuevos derechos, es decir, solo rige hacia el futuro. La derecha, en vez de pensar en el bien del país, busca privilegiar la propiedad del agua, derechos por los cuales ningún privado que la ha usado pagó por ellos, y por eso lo importante es que el Estado puede conceder, limitar o quitar los derechos en aras del bien común. Se acaba, así, la especulación con tenencia de derechos que no se ocupan.
Patricio Vallespín López.
Diputado de la República. Región de Los Lagos.