Arnoldo Flores y su gran legado deportivo
Como futbolista y dirigente, fue un gran aporte e influyente líder en la etapa de oro del Club Lintz, que prestigió a Pto. Montt.
Otro grandioso y legendario dirigente deportivo puertomontino -Arnoldo Flores Burgos (QEPD)- acaba de partir para siempre, tras una dilatada trayectoria de grandeza humana, de dedicación a la cultura física y de siembra de esa saludable y unificante actividad entre la juventud.
La gran pasión de su existencia fue el Deportivo Lintz, enclavado en el barrio en que residía. Club al que brindó sus más nobles iniciativas, voluntad de surgimiento, perseverante trabajo por sus causas progresistas, dinamismo en el logro de objetivos y entusiasmo para contagiar esa mística de superación en nuevos deportistas y socios para su institución.
Arnoldo Flores era un ejemplo de fervor deportivo. Lo que se proponía en bien de su club lo obtenía. Porque nadie se quería restar en esa inspirada y contagiosa cruzada. Así, con la fuerza de la unidad, sus sueños se iban cristalizando. Estadio de fútbol, gimnasio, ramas deportivas, adecuada implementación, entre ellos. Plataforma desde la cual fueron despegando grandes conquistas deportivas, especialmente en el fútbol amateur. Donde Lintz alcanzó un importante liderazgo en la década del 90´en los planos local, regional y nacional, cuyos magníficos trofeos testimonian las proezas linzinas. El fruto de ese trabajo labrado con amor, dedicación y espíritu de sacrificio, que Flores blandió, primero, siendo futbolista; luego, socio y dirigente, hasta llegar a la presidencia de la entidad, donde ésta tuvo su etapa de oro, resplandeciente de títulos y copones que adornan sus vitrinas.
Arnoldo Flores era todo un caballero del deporte y un líder innato. Afable, respetuoso, agradecido, metódico, de profunda vocación deportiva, contagiaba ese fervor y comprometía con sus campañas por más deportistas y mejores condiciones de práctica.
Es de esperar que sepamos apreciar el gran legado deportivo, que han dejado grandes hombres puertomontinos, como el legendario árbitro Melitón Días Celis, fallecido no hace mucho, y ahora el directivo Arnoldo Flores Burgos. Ambos, ejemplares arquitectos de un deporte que ennoblece y fortifica.
El nombre de una calle, una plazuela, un reducto deportivo, recordándoles, sería la mejor expresión de un Puerto Montt leal y agradecido.