Secciones

Explican por qué personas delgadas pueden sufrir diabetes tipo 2

INVESTIGACIÓN. La excesiva producción de ceramidas está relacionada con el aumento de riesgo de sufrir enfermedades metabólicas.
E-mail Compartir

Carolina Collins

El desarrollo de la diabetes tipo 2, que es aquella que se produce por la resistencia a la insulina y falta relativa de esa hormona, está más asociada a los problemas de sobrepeso y la obesidad, ambos relacionados con los hábitos de las personas.

La falta de ejercicio y seguir una mala alimentación, están entre los principales factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad que en el mundo afecta a unas 380 millones de personas.

Y las previsiones no son auspiciosas. Tal como van las cosas hasta ahora, se espera que la prevalencia global de la diabetes tipo 2 se duplique en las próximas dos décadas.

Pero a pesar de que la enfermedad se asocia a las personas que sufren exceso de peso, existen personas obesas que no la desarrollan y que mantienen una buena salud; y por el contrario, hay casos de personas delgadas que terminan sufriendo de diabetes tipo 2.

¿Diabetes en flacos?

De ahí que un grupo de investigadores de la Escuela de Salud de la Universidad de Utah en Salt Lake City (EE.UU.), se propusiera responder a la pregunta: ¿Cómo es posible que personas delgadas desarrollen ese mal?

Así fue que los científicos llegaron a la conclusión de que el peso corporal no necesariamente es determinante en ese sentido, y sí sería de mayor importancia la acumulación de un tipo de metabolitos tóxicos de origen lipídico denominados "ceramidas".

Scott Summers, coautor de esta investigación que fue publicada en la revista de divulgación "Cell Metabolism", explicó que "las ceramidas influyen en la forma en la que el organismo maneja los nutrientes. Y es que las ceramidas dañan la manera en que el cuerpo responde a la insulina y cómo quema las calorías".

Efecto ceramidas

La investigación se propuso, de esta manera, descubrir qué hacen realmente las ceramidas, que se originan en algunas personas que en vez de almacenar el exceso de ácidos grasos en forma de triglicéridos o quemados para producir energía, los terminan convirtiendo en otro tipo de lípidos o grasas: las ceramidas.

El estudio se encontró que la acumulación de ceramidas provoca que el tejido adiposo no funcione adecuadamente, lo que deriva en que las grasas se dispersan por los vasos sanguíneos, dañando el corazón y otros tejidos.

Pruebas con ratones

Para eso, los científicos llenaron de ceramidas cultivos de adipocitos humanos y también ratones, que finalmente terminaron convirtiéndose en insulino resistentes y a la vez, disminuyendo su capacidad para quemar las calorías.

Como resultado, los ratones terminaron con un mayor riesgo de desarrollar diabetes y también "hígado graso".

Por el contrario, aquellos ratones con los niveles más bajos de ceramidas estaban más protegidos de la insulinorresitencia, que es considerado uno de los primeros pasos hacia la diabetes.

Los autores resumieron su estudio explicando que "nuestros hallazgos indican que los niveles elevados de ceramidas podrían incrementar el riesgo de diabetes, mientras que los niveles bajos podrían proteger frente al desarrollo de la enfermedad".

"Esto podría indicar que algunas personas son más propensas que otras a convertir las calorías en ceramidas. Así, los resultados sugieren que algunas personas delgadas desarrollarán diabetes o hígado graso en caso de que ocurra algo que, como sería su genética, provoque la acumulación de ceramidas", concluyó Bhagirath Chaurasia, director de la investigación.