Inseguridad en Puerta Sur
Es uno de los grandes anhelos en nuestras vidas. El sueño de la casa propia se ha convertido en una meta de muchos chilenos, por no decir de todos. Después de muchos trámites, de esperas o de aprobaciones crediticias, llega el momento final en donde podremos disfrutar de lo propio.
Por qué, entonces, un puñado de personajes de mal vivir, un insignificante grupo de seres sin escrúpulos y sin metas, una verdadera lacra social, se toman el derecho de arrebatarnos nuestros sueños, alterar nuestra paz, nuestra tranquilidad y adueñarse de lo que con tanto sacrificio logramos. Preguntas casi sin respuestas. Y es que así nos sentimos un grupo importante de nuevos propietarios que, en la búsqueda de este sueño, decidió embarcarse en adquirir una casa en un bonito y tranquilo barrio.
Nos fuimos a vivir a Puerta Sur. Pertenecemos a la penúltima etapa de entrega de nuestras casas, algunos llevamos un año ahí, otros un poco menos, y todavía quedan casas por entregar o por vender. Y hasta el momento ya hemos perdido la cuenta de la cantidad de veces que han entrado a robar a nuestros hogares. En algunos casos, ya van dos o tres veces a la misma propiedad.
Y casi todos hemos instalado rejas perimetrales, en las ventanas, en las puertas, alarma, y así y con eso, los robos continúan. La policía llega a la media hora, toman nota de lo sucedido, y ahí queda todo. Hace un par de semanas, un vecino presenció el robo a una casa justo al frente, y de los autores del robo, nunca más se supo.
La empresa inmobiliaria que nos vendió las propiedades tiene guardias apostados en diversos lugares cuidando los alrededores, pero sólo de las viviendas que aún están vacías, las que están terminando, las que aún no entregan.
La verdad, no sabemos si alguien entrega información privilegiada sobre las casas ya vendidas, los horarios en que llegan sus propietarios, o cuando salen, porque cada vez que ingresan a una casa a siniestrarla, no hay nadie cerca, o nadie ha visto nada. La inmobiliaria nos informa que los guardias no pueden hacer nada pues es una empresa externa. Bueno, tenemos claro que su labor es proteger las casas vacías, no las nuestras. Tampoco queremos eso, pero un poco de ayuda, o de alerta no nos vendría mal. Recién esta semana entraron a robar a una casa en pleno día, con una caseta de vigilancia en la vereda del frente y nadie vio nada.
Ya no sabemos qué hacer ni a quién recurrir. Nos sentimos inseguros en nuestros propios hogares. Dicho sea de paso, pésima publicidad para la inmobiliaria que anuncia vender "un barrio consolidado", pues todavía les quedan viviendas disponibles. Un retén extra, patrullas con dedicación exclusiva. Por favor, alguien que nos escuche.
Estamos cansados, estamos hartos. Queremos salir a trabajar tranquilos, queremos salir a comprar tranquilos. Queremos vivir tranquilos.
VECINOS ETAPA 8 PUERTA SUR.
Alcohol en jóvenes
Chile es uno de los países con consumo de alcohol y drogas más alto en población adolescente de América Latina. En la última década, el consumo per cápita de alcohol en jóvenes de 15 años aumentó considerablemente en nuestro país. Muchos de ellos además son pobres, situación que los hace aún más invisibles para nuestra sociedad. Esta invisibilidad ha desencadenado la vulneración en sus derechos básicos, han sido expulsados del sistema escolar y abandonados de distintas maneras en una de las etapas más importantes del desarrollo de una persona: la adolescencia.
En Paréntesis, Fundación Hogar de Cristo, nuestra principal causa es la de acoger con amor y dignidad a los más excluidos.
Desde hace 10 años, trabajamos por construir un país con justicia, respeto y solidaridad para toda la sociedad. Para lograrlo, nos hemos preocupado de que los jóvenes -nuestros adultos del futuro- comiencen a construir su vida con dignidad.
Por eso es que para nosotros no son invisibles y, a través de nuestra fundación, trabajamos con ellos para aportar en la reparación de sus derechos ya vulnerados, fomentando su autocuidado para lograr adultos íntegros y con más oportunidades.
Sin embargo, lo que hacemos no es suficiente, si la sociedad completa no se involucra también. Sólo si cada uno de nosotros abrimos nuestros corazones para conocer su historia, derribamos las barreras que nos hemos impuesto a través de los prejuicios y asumimos la responsabilidad que tenemos en su desarrollo, podemos generar un cambio.
PAULO EGENAU P. Director Social Nacional Fundación Hogar de Cristo.
Batucada insoportable
Si hay algo que me gusta, es ver a jóvenes en nuestras calles tocando música, bailando, haciendo acrobacias en los semáforos y un cuanto hay. Da orgullo y admiración. Casi no molestan y entregan alegría. Caso bien distinto a los desagradables muchachos que se han tomado el acceso al Mall Costanera en los últimos días. Su bulla es insoportable. El diseño de ese espacio no permite grandes ruidos, pero a estos muchachos no les importa molestar con sus monótonos tambores (ruidos). Municipalidad, Carabineros, ¡quien sea! ¡alguien haga algo! Los ciudadanos no tenemos por qué soportar esas molestias ahí. Que se vayan a un terreno más alejado, a la playa, o donde sea. No ahí. Desarrollar una actividad recreativa no es respetable si eso molesta a los demás.
MANUEL ENRIQUE RIVAS.