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Ejercicios militares británicos en las Malvinas desatan protesta argentina

TENSIÓN. Londres respondió que las operaciones incluyen el "lanzamiento de prueba" de "misiles de corto alcance.
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Mabel González / Agencias

Argentina exigió ayer al Reino Unido "que se abstenga" de realizar los ejercicios militares que ese país anunció llevará a cabo del 19 al 28 de octubre en las islas Malvinas, por los que la nación sudamericana mostró una "formal y enérgica protesta", informaron fuentes oficiales.

El Servicio de Hidrografía Naval (SHN) de Argentina, que depende del Ministerio de Defensa, señaló que las fuerzas militares británicas le notificaron que realizarán "un ejercicio de armas" que incluye lanzamiento de misiles.

Enérgico rechazo

"Argentina rechaza la realización de estos ejercicios en territorio argentino ilegítimamente ocupado por el Reino Unido, los que desconocen las resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales", remarcó, en un texto divulgado por la Cancillería, el Gobierno de Argentina, país que históricamente reclama la soberanía del archipiélago de las Malvinas, ejercida por los británicos desde 1833.

El comunicado agregó que esas resoluciones "instan a ambos países a reanudar las negociaciones a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía, así como a abstenerse de realizar actos unilaterales en los territorios y espacios marítimos bajo disputa".

El Gobierno afirmó haber tomado conocimiento el pasado 13 de octubre, a través del SHN, de la realización por parte del Ejecutivo británico de "ilegítimos ejercicios militares" en el área de las Malvinas entre los próximos 19 y el 28 de octubre, que incluirán el lanzamiento de misiles "Rapier".

En esa situación, en el marco de "las obligaciones y responsabilidades" de Argentina "en materia de seguridad de la navegación" en el Atlántico Sudoccidental, el SHN emitió "un radioaviso náutico" informando sobre el ejercicio.

Solución pacífica

"El accionar del Reino Unido se contradice asimismo con el principio de solución pacífica de las controversias, apoyado unánimemente por los países de la región y que se refleja en el rechazo a dichas acciones militares", puesto de manifiesto, subrayó el texto, en declaraciones de los países del Mercosur y Unasur.

Argentina informó que el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Foradori, hizo entrega de una nota al embajador del Reino Unido, Mark Kent, "con una formal y enérgica protesta ante los mencionados ejercicios militares".

"Exigiéndole que se abstenga de realizarlos, a la vez que pondrá en conocimiento de la situación al Secretario General de las Naciones Unidas", concluyó el comunicado.

Fuentes del Gobierno británico dijeron a la agencia de noticias EFE que las operaciones militares anunciadas son "un ejercicio rutinario que se lleva a cabo en las Malvinas, aproximadamente dos veces al año", y que incluyen el "lanzamiento de prueba" de "misiles de corto alcance diseñados para proteger la base aérea de las islas".

Con la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia argentina, en diciembre de 2015, ambos países mostraron la voluntad de iniciar un nuevo clima en sus relaciones, luego de doce años de gobiernos kirchneristas.

La disputa por la soberanía tuvo su momento álgido en abril de 1982, cuando tropas argentinas desembarcaron en las islas, lo que desató una guerra con el Reino Unido que terminó con la rendición de Argentina, en junio de ese mismo año, y la muerte de 255 británicos, tres isleños y 649 argentinos.

Israel suspende su colaboración con agencia de la ONU

CAUSA. Crisis por texto que, en su visión, prioriza lazos de sitios sagrados con Islam.
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Israel suspendió ayer su colaboración con la Unesco, un día después que la agencia cultural de la ONU adoptara un proyecto de resolución que, según Israel, niega las profundas conexiones históricas de los judíos con lugares sagrados en Jerusalén.

El documento de la UNESCO, titulado "Palestina Ocupada" y auspiciado por varios países árabes, usa solamente el nombre islámico para una colina sagrada tanto para judíos como para musulmanes, que incluye el Muro de los Lamentos, un resto del templo bíblico y el sitio más sagrado de oraciones para los judíos. La resolución final es esperada la próxima semana y es improbable que la redacción cambie.

Los israelíes y muchos judíos en el mundo ven el documento como un nuevo ejemplo de un arraigado prejuicio anti Israel en la ONU, donde el país y sus aliados son ampliamente superados en número por las naciones árabes y sus partidarios.

El proyecto de resolución, al que tuvo acceso The Associated Press, resta importancia a los vínculos de dos importantes sitios en la Ciudad Vieja de Jerusalén con el judaísmo. El texto se refiere al sitio conocido por los árabes como el Noble Santuario y, por los judíos, como el Monte del Templo, solamente por su nombre musulmán. Asimismo, se refiere al sitio musulmán de la Plaza Al-Buraq sin comillas, mientras que pone el nombre judío, Plaza del Muro de los Lamentos, entre comillas.

El ministro de Educación de Israel, Naftali Bennett, le informó ayer a la UNESCO de la decisión de su Gobierno.