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Detienen obras del proyecto calle Illapel

El alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, ordenó paralizar los trabajos de "mejoramiento y recuperación del espacio público" en calle Illapel de esta ciudad, a la espera de zanjar la controversia sobre el titular del dominio en cuanto a si es "un bien nacional de uso público" para su inscripción como propiedad.

En las buenas y en las malas con la Roja

Al plantel chileno hay que acompañarlo no sólo cuando gana títulos, sino también cuando necesita apoyo en las dificultades.
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¡Quién se puede restar de la atracción que despierta la Roja de Todos, como se conoce a nuestra selección chilena de fútbol! Ni en Puerto Montt ni en ninguna parte del territorio, podemos quedarnos sin decir algo luego de su estrepitoso traspié en las alturas ecuatorianas. Sobre todo, después de alborozarnos con las estremecedoras emociones surgidas con la conquista de sus dos coronas americanas, que elevaron al balompié chileno a impensada categoría global.

La verdad es que en Ecuador hemos visto un muy mediocre desempeño de este plantel de la generación dorada del fútbol chileno, como se ha dado en llamar a la Roja. Lento, inseguro, desconcentrado, sin ideas. Reactivo, dependiendo de lo que hacía el rival. No proactivo, como es su sello, presionador en defensa y de ataque punzante y sin cuartel. Nada de eso hubo ante Ecuador. Sólo el trajín monótono y cansino de un fantasma rojo asfixiado, sin ideas y desorientado.

¿Cómo es posible tan deslucido bajón en un equipo que por algo es bicampeón de América?

Buscando, objetivamente, las causas de este desaguisado futbolístico que produjo tanta desazón nacional, -y que ha puesto en riesgo la clasificación al mundial ruso-, no podemos dejar de considerar, desde luego, el factor altura donde se jugó, que mengua energías y de alguna manera descompensa a quien no está acostumbrado a esa realidad geográfica. Como también el hecho de que varios jugadores chilenos, incluyendo a sus piezas claves, llegaron al partido con tarjetas amarillas. Lo que ante cualquier roce era riesgo de otra amarilla y la expulsión. Eso, sin duda, inhibe a cualquiera y le impide actuar normalmente y emplearse a fondo. ¿Se adoptaron las precauciones requeridas ante este preocupante panorama? Porque no se vio un plan B, ni la banca tiene la calidad de la escuadra titular. Algo que se hizo más notorio todavía con la ausencia de ese gran pilar defensivo y ejemplo de garra y coraje, que es Gary Medel.

Los puertomontinos también debemos dar una opinión -siempre constructiva y prudente- en torno a la campaña de la Roja. A la cual debemos acompañar no sólo cuando gana títulos, sino que -muy lealmente- sobre todo cuando las cosas no resultan y hay que darlas vuelta como deberá ocurrir ante Perú.

Sobre la renovación de la política

"Ni en Puerto Montt ni en ninguna parte del territorio, podemos quedar sin decir algo luego del estrepitoso traspié en las alturas de Quito. Y ahora anhelamos el repunte ante Perú" "Renovación de verdad parte por definir desafíos, sin desconocer lo que se ha avanzado..."
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En las últimas semanas se han escuchado voces que cuestionan determinados liderazgos por su edad o porque serían parte de otra época. Llaman la atención los juicios discriminatorios hacia las personas mayores en un país en que el promedio de edad sigue elevándose y en unos años serán mayoría en Chile. Preocupan más todavía las descalificaciones por pertenecer supuestamente a "otra época", pues esta crítica alcanza no sólo a la persona sino que a lo que hizo todo un país en el pasado próximo. En la actualidad, qué duda cabe, estamos viviendo un nuevo período histórico, que probablemente se inició hacia el 2011. Como toda nueva etapa, en sus inicios su identidad se define a partir de la negación de la anterior, que es la actitud que prima sobre todo entre quienes no vivieron esa época, mientras que en otros despierta una defensa cerrada. Ambas posiciones, con el paso del tiempo, van decantando hasta llegar a un juicio más equilibrado sobre el pasado, y a un carácter más definido sobre el presente. Así pasó en los setenta, cuando el ímpetu de la Unidad Popular nos llevaba a criticar todo lo que venía del gobierno anterior, lo que a la larga se transformó en la mayor debilidad del proyecto político de la izquierda. Ese error le costó muy caro al país y a partir de ese aprendizaje nos quedó claro que para que los cambios fueran duraderos debían ser impulsados por sólidas mayorías políticas y sociales. Ahora se juzga muy duramente la transición de la democracia -y a sus dirigentes- olvidando su contexto y sus avances y, lo que es más importante, perdiendo aliados para las grandes tareas transformadoras que están pendientes en el país. En consecuencia, detrás de estas descalificaciones, aparentemente de forma, se esconden errores de fondo en la visión del pasado y sobre la construcción del futuro. El mundo de hoy nos pone desafíos gigantescos. Pese al pesimismo reinante, soy de los que está convencido que Chile tiene grandes oportunidades que podrán concretarse a partir de una sociedad más equitativa y más educada, y un Estado más moderno y transparente. Para ello, hay que poner ladrillo sobre ladrillo. No se puede descartar lo hecho en la anterior etapa, ni podemos prescindir de los liderazgos que vienen de atrás, algunos de los cuales pueden traspasar su influencia a distintos períodos. Celebro la aparición de nuevos dirigentes. Son hijos de esta época y sus respuestas son para esta etapa. Pero la renovación que Chile necesita no es un asunto de edad o de novedad.

Región de Los Lagos.

Rabindranath Quinteros Lara. Senador de la República.