Con la llegada de octubre, se abre una nueva temporada de cruceros internacionales y sus mega transatlánticos recalando en Puerto Montt. Lo que ocurrirá hasta abril, en medio de la expectación de residentes y visitantes, junto al incremento de la dinámica económica de la ciudad y su imagen de alto rango turístico, con esas imponentes y hermosas naves ancladas en medio de la incomparable belleza marítima-volcánica de la capital regional, que resalta más aún con tan impresionantes huéspedes.
Sin embargo, según lo anunciado, esta vez habrá una baja de cruceros en nuestro puerto, de un 7,1% en las recaladas y de 3% en pasajeros, luego que el año pasado esto fuera al revés, con un incremento superior al 40% de arribos a la rada porteña.
Aunque la reducción en las cifras siempre preocupa, para los protagonistas de la industria de los cruceros por estos confines no lo es tanto y no dejan que su perseverante optimismo se resienta. Por el contrario, pensando en la positiva alza que se tuvo en el período pasado, se esmeran en optimizar cada vez más sus servicios de todo orden a los pasajeros de estos gigantescos barcos. Como ocurre con Empormontt, el habitual anfitrión que recibe y atiende a los viajeros globales en el puerto junto a Tenglo y los apoya para que recorran los principales atractivos de la zona. Importante tarea, a la que últimamente se ha adherido la empresa marítima Oxxean, con sus terminales en Chinquihue y Puerto Chacabuco, mientras proyecta un nuevo complejo de servicio crucerista en Caleta Tortel, al sur de Aysén.
Es fundamental que Puerto Montt siga esforzándose en consolidarse como el gran puerto de cruceros de la Patagonia y perfeccione al máximo su terminal en cuanto a equipamiento y capacidad al servicio del turismo marítimo global y nacional. Las condiciones están dadas para desarrollar todavía más esta influyente palanca de desarrollo, estimulada por los cambios legales que bajaron los costos marítimos, que permitieron el retorno de empresas alejadas.
Todo esto se puede lograr con más empeño y participación, y especialmente con mayores atribuciones municipales, garantes de un funcionamiento expedito y eficiente de la industria de cruceros.