Mirta Vega
En un profundo llamado a la conciencia, se traduce la encíclica social del Papa Francisco, acerca del medio ambiente y los cambios climáticos, que fue abordada ayer en la sede de la Universidad de Los Lagos en el centro de Puerto Montt.
El documento conocido en junio del año pasado, y que llama a la reflexión en torno a la "casa común", fue resumido en media hora por el sacerdote jesuita y doctor en Teología Moral, Tony Mifsud, en el transcurso de un foro organizado por el Arzobispado de Puerto Montt, dentro del programa de actividades de la Semana Social, actividad ya tradicional para recordar el fallecimiento de San Alberto Hurtado.
Mifsud explicó los dichos más relevantes del Papa, como su oposición a la explotación de los recursos naturales sin consideraciones ética ni morales. Tema que fue duramente criticado en el mundo político- económico de Estados Unidos.
La tesis principal del "Laudato si" (Alabado seas, en español) es la degradación humana y cuyas primeras víctimas son las personas pobres, a juicio del Santo Padre.
La lectura medular del escrito sostiene que el ambiental es un problema humano. "Nosotros somos los que estamos causando la degradación ambiental", sostuvo la exposición del sacerdote jesuita, quien destaca el gran aporte que hizo el Papa sobre el tema, del cual han venido pronunciándose desde el Papa Pablo VI y que consistió en mostrar quiénes son las primeras víctimas, que a juicio de la Iglesia, siempre son los más pobres. En el fondo, lo que quiere el Papa es que cambie la cultura, porque él ve dos grandes causas: la tecnocracia y la antropología.
La tecnocracia es vista por el Papa como buena, cuando la técnica está al servicio del ser humano, "pero a veces creemos que ésta va a solucionar todos los problemas y eso es falso, porque la técnica se concentra en el cómo tengo que hacer, pero nunca se pregunta para qué y eso es fatal", recalcó Mifsud. Otra de las causas mencionada en la encíclica es la antropología moderna, que enrostra una sociedad individualista que sólo ve sus propios beneficios y no ve el drama ajeno. Y uno de los grandes ejemplos que ha vivido la región es con la reciente Marea Roja y se recordó que afectó a miles de personas que no fueron consideradas desde el punto de vista social y humano.
Este fue un documento que sacó "roncha" a varios en los Estados Unidos y quienes lo conocen se han dado cuenta de la fuerte crítica que hace el Papa al estilo de vida moderno, enjuiciando la economía de mercado, "que no sólo es economía, es una cultura que ha roto la cultura de la solidaridad, todo tiene precio y lo más triste es que algunos tienen precio también", añadió el sacerdote.
El Papa Francisco también critica a los gobiernos porque a su juicio no tienen voluntad política de cuidar el medio ambiente. "No se les consulta a los involucrados, hay corrupción", dijo al explicar que la tendencia actual es que la economía domina la política, sugiriendo volver a lo de antes cuando la política pública dominaba a la economía.
Por ello, el llamado que deja la encíclica papal es a los políticos en general, a los gobiernos, que debieran pensar - según el Papa Francisco- en proyectos a largo plazo; a las autoridades, a formar sobre el respeto del medio ambiente; a ser austeros y direccionar nuestra vidas con interrogantes que sean claves del cómo y para qué.