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Los colores inundan a la población La Rotonda cada fin de semana

FERIA ESPONTÁNEA. El espacio urbano ubicado en las cercanías del Mercado Municipal Presidente Ibáñez, se convierte en un sector de comercio de frutas, verduras, hortalizas y hasta de ropa.
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Las calles de la Población la Rotonda en Puerto Montt llevan nombres de flores. Allí se encuentran cortas vías con el nombre de Los Pensamientos, Los Copihues, Las Dalias, Los Lirios y Las Rosas.

Pero, más allá de sus denominaciones, el espacio ubicado en las cercanías del Mercado Municipal Presidente Ibáñez, se llena de color durante cada fin de semana, con una amplia oferta de productos los que son comercializados tanto por vendedores informales como por locatarios establecidos.

Es una verdadera extensión de lo que ocurre dentro de los muros amarillos del tradicional recinto del sector alto, que se toma las calles con mercadería al interior de locales, en la parte posterior de vehículos o sencillamente sobre un paño en la vereda.

Productos alimenticios tradicionales como zapallos, papas, cilantro, tomates, limones, paltas, cebollas, lechugas, carbón, manzanas, quesos y hasta longanizas, conviven con ropa usada, juguetes y hasta flores artificiales.

En calle Los Copihues, se ubica la distribuidora de papas Isla Grande. Allí, Juan Cárcamo coloca a la disposición del público una amplia gama de tubérculos, los que conoce al detalle por su medio siglo en el rubro.

"Hace un año que abrí esta distribuidora acá en la población La Rotonda, donde tengo amplia variedad de papas como las del tipo chepu, patagonia, rodeo y las nativas de Chiloé. Me gusta este espacio, porque es como un Angelmó dos. Hay locales establecidos y gente del campo que trae sus cosas el fin de semana. Todos convivimos sin problemas", cuenta mientras pesa papas en una balanza colgante con aguja, un artefacto en peligro de extinción.

Su esposa desde hace 41 años, Patricia Oyarzún, lo acompaña desde hace algunos años en la venta de papas.

"Somos de Chiloé y en el último tiempo le ayudo en este negocio. Antes yo tenía una boutique en Castro", cuenta con una sonrisa.

Moda en la vereda

A sólo metros de la puerta de la distribuidora, sobre un paño había instalada una verdadera boutique con pantalones, chaquetas y hasta zapatos. En una esquina también había juguetes, cuyo precio partía en la módica suma de $300.

"Hubo una época en la que venía mucha gente a vender y comprar, ahora ha bajado un poco la oferta. Lo que pasa es que hay más comercio cuando el tiempo está bueno. En todo caso, lo que más se ve acá es verdura y quesos, somos pocos las que traemos ropa y juguetes. Pero, nada es caro, porque este es une espacio popular al alcance de todos", contó Aidé Castillo.

Mientras la comerciante de fin de semana dialogaba con El Llanquihue, llegó una clienta que aseguró "estar enamorada" de unas botas en exhibición en calle Los Copihues. "Son muy bonitas, son número 38 y me quedaron bien", relató la improvisada compradora Bianca Gaete.

En la población La Rotonda, el cambio de rubro se produce a pocos metros. Al llegar a la esquina con Los Lirios, el glamour de la boutique dio paso al sabor de las paltas de Quillota.

Moisés Testa tomó un pequeño camión y partió hacia Puerto Montt, junto a un amigo, cargado con mil kilos del verde producto. El punto de partida del viaje fue la Vega Monumental de Temuco, y la llegada fue a un lugar del cual ni siquiera habían escuchado hablar: la población La Rotonda.

"No teníamos idea que acá venía gente a vender y comprar cosas, pasamos por acá y nos tincó. Nos ha ido súper bien con el kilo de paltas a dos lucas", indicó.

Al dar vuelta la esquina encontramos a Roberto Ulloa. Hace dos años, modificó el portamaletas de su auto en una verdadera Rotisería. "Tengo carne ahumada, longaniza y queso de cabeza artesanal de Purranque. También, tengo queso y cilantro", dijo, mientras el olor ahumado de sus productos inundaba el ambiente.

Consultado sobre esta improvisada feria, el alcalde Gervoy Paredes comentó que "hay gente que llega de distintos puntos de la Provincia de Llanquihue a ofrecer sus productos, como carbón, papas, verduras, embutidos, entre otros. Esto es una muestra del dinamismo económico que tiene Puerto Montt, el que muchas veces avanza más rápido que las regulaciones que debe imponer la autoridad".

El jefe comunal también indicó que las ferias son parte de nuestra cultura, ya que allí por ejemplo se pueden encontrar "papas, zanahorias y manzanas por almud".

"Me gusta este espacio porque es como un Angelmó dos, hay locales establecidos y gente del campo que trae sus cosas el fin de semana. Todos convivimos sin problemas".

Juan Cárcamo. Propietario de la distribuidora, de papas Isla Grande."