Las últimas cifras estadísticas de la balanza comercial láctea, nos indica que el sector lechero exportador -en los últimos 15 meses-, ha sufrido un drástico cambio y es así que hoy los datos oficiales nos muestran como importadores netos de este vital producto; entonces, cabe preguntarse: ¿Que nos pasó? Ante este panorama, el actual presidente de Fedeleche, Rodrigo Lavín, ha señalado que la menor productividad, el cambio climático y los bajos precios, son los principales factores que explican este nuevo escenario lácteo.
A su vez indicó que esta situación viene presentándose desde un tiempo a la fecha, ya que hubo precios internacionales altos, primaveras benignas, que permitieron la cosecha de suficiente forraje conservado, y así todo Chile no logró obtener un crecimiento adecuado en el sector lechero.
Los números son claros en señalar una importante caída a nivel nacional, alcanzando un 8% durante el mes de mayo y de un 10% en el precio pagado a productor, en los primeros 5 meses de este año, cifra que se reconoce como la más baja de los últimos 7 años. Por otra parte, los balances de la industria indican que han sido el único eslabón de la cadena favorecido, lo que contrasta con los resultados económicos negativos de los productores, situación que hemos señalados en crónicas anteriores, lo que ha traído consigo que numerosas lecherías hayan puesto fin a su actividad comercial dado que no se pueden sustentar económicamente.
La industria podrá argumentar que se puede comprar leche barata en el mercado internacional, pero con esta política cortoplacista que sólo los favorece a ellos, no incentiva la producción nacional , lo que nos deja dependientes de las condicionantes del mercado para satisfacer las necesidades de nuestros consumidores. Cabe recordar, como hemos dicho en artículos anteriores, que las inversiones en el sector son a largo plazo, ya que se requiere generar más alimento, mejores instalaciones e infraestructura, incrementar la mano de obra, etc.; cambios que requieren de una planificación cuidadosa, puesto que significan inversiones monetarias de gran magnitud. No es poner más vacas a producir, ya que no es directamente proporcional. Se necesitan a lo menos dos años para que el animal manifieste un nivel adecuado de productividad. Además, la masa ganadera y principalmente lechera ha disminuido en los últimos años, producto que el agricultor debió hacer caja para enfrentar sus compromisos económicos, tanto personales como con sus trabajadores.
Gerente de Agrollanquihue A.G.
Alexis Fuentes Loyola.