Correo
Abramos los ojos
En esta temporada en que el frío y la humedad se transforman en una combinación especialmente cruda y fatal para las más de 15 mil personas que viven en situación de calle en nuestro país, sólo en nuestra región esta condición climática ha cobrado la vida de tres personas. Tragedia que nos invita a cuestionarnos cuántos fallecimientos más debemos lamentar para comprometernos por fin como ciudadanía con los más vulnerables en Chile. El Estado viene implementando desde hace seis años el Plan de Invierno, un buen dispositivo de emergencia que cumple con el objetivo de proteger la vida de las personas en situación de calle, y que este 2016 como Hogar de Cristo nos permite atender a 20 personas en nuestra ruta calle de Puerto Montt.
Si bien la implementación de estas medidas, el legislar, garantizar derechos y abordar esta situación como Política de Estado resulta fundamental, ellas también se hacen insuficientes, si es que como integrantes de una sociedad no podemos relacionarnos con quienes viven en situación de calle desde una lógica integradora e inclusiva, con la entrega de oportunidades y la generación de las redes de apoyo necesarias para el desarrollo de su bienestar.
Es por ello que hoy más que nunca, nuestro desafío como comunidad es abrir nuestros ojos, manos y corazones ante las miles de personas que en nuestro país viven en situación de calle, evidenciar que no son sólo adultos quienes necesitan de nuestra ayuda, sino que también hay niños, adultos mayores, personas con discapacidad, entre otros más vulnerables.
En esta etapa del año, cuando el frío de la región se hace sentir aún más fuerte, nuestra invitación es a que nos involucremos, a que juntos evitemos que más personas sigan muriendo en las calles de nuestra región.
EDSON SOBARZO. Director Ejecutivo Sede Los Ríos - Los Lagos. Hogar de Cristo.
Tareas para la casa
Me permito solicitar a nuestras autoridades municipales, al señor alcalde y algunos concejales que se han referido a la idea de prohibir las tareas para la casa, que por favor dejen tranquilos a los profesores. Que sean ellos los que decidan según las circunstancias del momento y del alumno. Son ellos los que conocen a los estudiantes. Saben si requieren algún reforzamiento o repaso antes de una prueba próxima. Saben a qué alumno le cuesta más. Saben en qué hogares los apoyan los padres en sus tareas y en cuáles no. Son los profesores que estudiaron por años su profesión y ahora entregan sus conocimientos enriquecidos por la experiencia. Qué grave es que el mundo político acostumbre a meterse en temas que no conocen ni dominan. ¿Por qué no muestran también ese interés con los médicos cirujanos indicándoles cómo hay que operar al paciente? Los docentes también son cirujanos. ¡Como transforman el cerebro de los niños! Le inyectan conocimientos y valores que los convierten en seres íntegros.
Modelan a nuestros hijos con el arte del escultor y para toda la vida. Entre él y sus alumnos son los que desarrollan el proceso de enseñanza-aprendizaje. Una decisión mal tomada puede dañar a una generación completa. Por ello, les pido a los políticos que trabajen en lo suyo. Hay tanto que hacer en nuestra ciudad y tantas urgencias sociales, pero dejen tranquilos a nuestros profesores. Vayan a los países del Asia y de Europa occidental y vean la independencia total que tienen los docentes. En la sala son amos y señores en el buen sentido del término. No importa lo que ustedes se demoren en el viaje, cinco, diez o quince años. Si los políticos quieren ayudar, pueden hacerlo desde el Parlamento legislando para terminar con el maltrato físico y psicológico a los profesores de parte de alumnos y apoderados, en especial en colegios municipales.
Recordemos aquí a la profesora Nancy Reyes, a quien un alumno de 13 años le cortó el tendón de su mano derecha o a la profesora Loreto Villaseca López, que fue apuñalada en plena sala de clases. Problema que los políticos no han tenido interés en solucionar en 26 años y ahora se interesan en las tareas para la casa. Qué ironía.
RUBÉN SARAVIA FORNER.
Meter miedo
Hemos escuchado muchas veces de cosas imposibles. Educación gratis, hace pocos años ni siquiera estaba en el discurso político y hoy es el eje central del Gobierno. Hoy se nos dice que un cambio al sistema de AFP es imposible, que no hay recursos, que los sistemas de reparto están en retirada, que el estado es un mal administrador, etc. Pero estoy seguro que una expresión fuerte de la ciudadanía, como ya se está generando, permitirá que los "iluminados" del sistema previsional empiecen a generar ideas ante el temor de perder esta vaca con tanta leche. Los cambios se pueden, somos nosotros los llamados a producir los cambios. Frente al temor del pueblo unido, los recursos aparecerán. Así ha ocurrido antes, así ocurrirá mañana.
ÓSCAR SOTO FERNÁNDEZ.