Asombroso, sin duda, el parecido físico de Puerto Montt y Wellington, capital de Nueva Zelanda, así expuesto en el cuerpo de reportajes de El Llanquihue el domingo último.
Si bien se advierte, a simple vista de quien compara las fotografías de ambas ciudades, un mayor y más moderno equipamiento urbano en el bordemar del puerto neozelandés, se puede colegir que hacia allá va la capital de la Región de Los Lagos, a la luz de las fuertes inversiones que se están impulsando en el desarrollo de sus costas, con un enfoque básicamente turístico y portuario.
Cabe destacar que Puerto Montt está adornado de una naturaleza circundante de belleza insuperable, con su volcánica cordillera como telón de fondo y una imponente gran isla (Tenglo) a pocos metros de su costanera y enclave portuario. Lo que configura una de las "avenidas marítimas" (canal de Tenglo) más abordables, calmas y singulares en el litoral de nuestro país.
Esto quiere decir que si Puerto Montt y sus autoridades le hincan el diente al mayor potenciamiento posible a los recursos innatos de nuestra marítima ciudad, desarrollándola a fondo sobre la base de esa característica de futurista proyección, no sería extraño que, en esas condiciones, sea Wellington el que anhele imitarnos, aunque no lo consiga en el paisaje acompañante.
En ese contexto, en consecuencia, será imposible cansarse de pedirle -al inversionista privado como al público- que, por favor, no dejen ya más pasar el tiempo sin invertir en el desarrollo y modernización de la isla Tenglo, que es un gran tesoro sin desenterrar, mostrar y multiplicar en su inmensa valía.
¡Cuánta más importancia turística ganaría Puerto Montt, con Tenglo más accesible al visitante, turísticamente equipado e integrado al desarrollo local!
Un avance gravitante en esa dirección son las obras de fortalecimiento del borde costero en marcha. Tal cual lo es la nueva doble vía en construcción, ganándole terreno al mar, entre Puerto Montt y Pelluco, adjunto al plan empoderador del balneario allí existente como gran atracción sureña.
No olvidemos, a propósito, que la isla Tenglo es parte importante de ese bordemar en desarrollo.