La atleta nacional Erika Olivera ha denunciado el abuso sexual que sufrió por parte de su padrastro, hace 20 años. También en Antofagasta se dio a conocer el caso de un pastor evangélico acusado por su hija de violaciones hace más de dos décadas, relación de la que incluso nació un hijo. Y en Concepción, un hombre fue detenido tras 10 años de estar fugado, por abuso sexual contra su sobrina.

¿Por qué esas situaciones se conocen tantos años después? Es explicable. Las menores muchas veces están solas frente al problema, con una madre que niega o relativiza el abuso, y el autor amenaza con matarlas si no guardan el secreto. Chile tiene el primer lugar en América Latina en denuncias por abuso sexual infantil y el tercero a nivel mundial, siendo ésta la segunda causa de ingreso al Sename. No obstante, hay una cifra negra por casos no denunciados. Para los delitos cometidos en contra de menores se estableció una modificación legal el año 2007, que dice que el plazo de prescripción del delito recién empieza a correr desde que el o la menor alcanza los 18 años, cuando ya tiene mayores posibilidades de denunciar.

Lamentablemente, con cierta frecuencia, los medios de comunicación dan a conocer la detención de personas acusadas de abusar sexualmente de niños, ya sea en el hogar o en alguna institución. En 2012 se puso en marcha un paquete de medidas para combatir los abusos, por lo que se puede solicitar información acerca de personas que hayan estado involucradas en estos delitos, a través de la web del Registro Civil. La legislación inhabilita de por vida a los condenados a ejercer empleos relacionados con niños.

La experiencia muestra que son delitos que tienen una alta tasa de reincidencia, de manera que la sociedad no puede permanecer indiferente. La situación es más compleja cuando los atacantes son conocidos de la víctima; habitualmente conviven con ellos y tienen relaciones de preponderancia y confianza.

La legislación tiene como objetivo resguardar a los niños, contribuir a la seguridad, la integridad física y sicológica de ellos, y dar algo más de tranquilidad a los padres, pero son éstos quienes deben redoblar sus esfuerzos por protegerlos.

La nueva Ley de Etiquetado Nutricional que entró en vigencia el pasado 27 de junio nos permite aseverar que estamos desplegando una política pública histórica para nuestro país y con una regulación inédita en el mundo.

En efecto, las consecuencias inmediatas y a largo plazo que esta ley tendrá sobre la ciudadanía y sus hábitos de consumo, aún no se pueden precisar. Y es que se trata de una ley que ayudará a que las familias puedan decidir qué consumir, qué no consumir y a saber e informarse qué productos son más saludables para todos nosotros; en otras palabras, el derecho a saber lo que estamos comprando.

Basta recordar el etiquetado existente, antes de entrada en vigencia esta ley, donde apenas un 30% de la población leía el etiquetado nutricional y de ese porcentaje, un impresionante 60% no lograba entender la difícil información nutricional en las etiquetas de los productos. Hoy esa realidad cambia radicalmente con esta normativa.

Los principales aspectos que establece la normativa son la aplicación de etiquetados frontales de advertencia en los alimentos que superan los límites establecidos por el Ministerio de Salud para calorías, grasas saturadas, azúcares y sodio. No permite la venta y publicidad de estos alimentos en establecimientos escolares, y prohíbe su publicidad para menores de 14 años.

¿Por qué una ley de este tipo? En Chile muere 1 persona cada hora a causa del exceso de peso. La obesidad se asocia a enfermedades como la diabetes, presión alta y problemas al corazón. En nuestro país más del 60% de la población padece de exceso de peso, según la Encuesta Nacional de Salud 2010, mientras que en la región de Los Lagos la tasa de prevalencia de obesidad en menores de 6 años es de un alarmante 13,85%.

La nueva Ley de Etiquetado de Alimentos no puede funcionar aisladamente, si no va acompañada de una serie de acciones. Es por ello que las estrategias del Ministerio de Salud -que hemos implementado en nuestra región- como los Municipios, Comunas y Comunidades Saludables, los Planes Comunales de Salud, los Diálogos Ciudadanos, los Foros de Salud y formación de Gestores de Salud, además de una política de deportes potente y robusta.

Estas acciones son fundamentales para enfrentar la epidemia de la obesidad de una manera mancomunada, individual y colectiva, con mayor empoderamiento ciudadano y velando por la salud de quienes más queremos. Ese es el desafío de la nueva Ley de Etiquetado Nutricional.

Eugenia Schnake Valladares .

Seremi de Salud Región de Los Lagos.