Para Ensenada se pone acento en asegurar un desarrollo urbano compatible con el riesgo volcánico. En segundo lugar, favorecer un desarrollo armónico, que evite un crecimiento inorgánico de la localidad.
Para el caso de Nueva Braunau, las dos principales prioridades apuntan a establecer una composición social heterogénea de sus residentes, así como a favorecer la generación de actividades económicas que creen empleo en esa localidad.
Si bien el anteproyecto del nuevo Plan Regulador de Puerto Varas tiene dentro de sus principales objetivos la regulación urbana de la ciudad, confirmarla como uno de los principales centros de atracción turística de la región y como uno de los mejores lugares para vivir, ese trabajo no sólo incluye a la capital comunal, sino que busca proyectar el futuro y progreso de sus localidades menores y de su población rural.
Es el caso de Ensenada y Nueva Braunau, que están incluidas en el documento preliminar que está elaborando la Consultora Surplan, en el trabajo de actualizar ese documento que data de 1990, elemento que será básico para definir las inversiones y proyecciones de desarrollo para toda esa comunidad.
José Manuel Cortinez, socio de Surplan reveló que pretenden evitar que Nueva Braunau se convierta en un nuevo Alerce, limitándola a una urbanización dormitorio.
"Todos sabemos que fue importante para muchas familias que lograron tener ahí su vivienda, lo que es muy respetable, pero entendemos que de la mano de eso viene el desafío de crear barrios, que no son ciudad y que concentran mucha homogeneidad social, de gente de pocos recursos, lo que hace que tampoco puedan generar una buena demanda por servicios o empleo", precisó.
Esa situación, agregó, "es lo que uno suele llamar gueto, no despectivamente, sino que lo que uno quiere decir es que el desarrollo urbano sea un poquito más equilibrado".
Dijo que al mirar a futuro y persiste la tendencia "que uno empieza a observar, uno podría encontrar que Nueva Braunau podría llegar a ser un lugar de concentración de poblaciones que no pueden tener espacios en Puerto Varas o Puerto Montt, como una ciudad dormitorio, con las mismas limitaciones que hoy tiene Alerce".
Para el profesional, es fundamental anticiparse y lograr que "parte de la inversión de actividades productivas pueda centrarse en Nueva Braunau".
Mientras que perfila a Ensenada bajo la actividad turística de intereses especiales. "Tiene un potencial enorme, aunque no es comparable con Puerto Varas. Pero en su escala, tiene posibilidades de desarrollo turístico de aventura. Puede ser el centro, y empieza a serlo, para todo el sector precordillerano y de lagos".
Para Cortinez es posible que alcance un progreso como el de poblados turísticos ubicados en la Cordillera argentina. "Pero es importante que podamos planificarlo", dijo.
En esa labor, admitió que se ven enfrentados a un potencial riesgo volcánico. "Eso nos lleva a decir: tenemos que tratar de tener actividades de apoyo al turismo de ese tipo, pero no tener mucha residencia permanente", aunque aceptó que "se puede tener ciertas actividades de permanencia, mucho más acotadas en el tiempo".
Especificó que no se debe interpretar como un plan para erradicar a quienes viven ahí, amparados en el peligro de una erupción volcánica. "Pero, lo que no podemos hacer es intentar promover que llegue mucha más gente. Vamos a establecer un límite más pequeño, promover la mejor de las conectividades con otras zonas... distintos mecanismos que hagan no promover la residencia, como sí las actividades turísticas", propuso.