"Debe haber un aumento real del sueldo mínimo más allá del IPC"
Reconoce que el oficialismo nunca pensó que el Tribunal Constitucional (TC) iba a declarar inconstitucional la titularidad sindical una decisión que tiene al Gobierno sumido en un zapato chino. "Pensamos que no se atrevería", subraya el presidente de la comisión de Trabajo de la Cámara, Patricio Vallespín (DC), el hombre de los ternos de cuello mao. Sobre la salida del reconoce que siempre supo que había un problema constitucional y que había que auscultar la posibilidad de una reforma constitucional.
-Qué fue lo que finalmente se terminó por decidir.
-Sí, y ahora el Gobierno tendrá que crear las condiciones para saber si hay piso. Si no lo hay, se produce una situación compleja ya que el fallo constitucional deja muy poca viabilidad a una reforma que resguarde el espíritu y el corazón de lo que quería la Nueva Mayoría. La opción de la reforma constitucional era el camino más coherente y razonable más allá de la viabilidad política para despejar el tema de la negociación colectiva y la titularidad sindical. Por fin se tomó una decisión coherente. Todo lo otro ha sido zigzagueante pero ha servido para que no se promulgara la ley porque si no se hubiera anunciado el veto, la ley ya estaría promulgada con varias incoherencias.
-¿Es incierto el escenario?
-Es una oportunidad, pero la veo compleja y difícil porque no veo a la derecha sumándose a esto pero ojalá que así sea por el bien de los trabajadores y la relación que debe equilibrarse entre empleador y trabajador. En la Cámara se necesitan 80 votos y en el Senado 25. Y no los tenemos y esto obliga a una negociación con la derecha que sin duda va a ser compleja. Habrá que desarrollar las mejores capacidades de convencimiento de quienes no han estado para nada dispuestos a hacer reformas.
-Esta es una reforma constitucional puntual y específica. ¿Cuánto plazo hay?
- Ya empezamos a trabajar. Se trata de una reforma específica para la titularidad sindical y negociación colectiva en quede claro que el sindicato tiene una prioridad sobre cualquier otra organización dentro de la empresa. El Gobierno debe auscultar los ánimos y tener una propuesta de aquí a tres semanas, 30 días máximo.
-¿Era previsible que en el TC se entrampara este tema?
-La verdad es que no era para nada esperado que el TC se atreviera a declarar inconstitucional la titularidad. Para mí fue una sorpresa. Las otras cosas, como la extensión de beneficios, podría haberlo esperado, pero lo otro, cuando el mundo opera así, me parecía que no se iban a atrever a hacerlo y por eso que el fallo me parece tan aberrante. En la NM y en el Gobierno creíamos que era un tema resuelto, había informes de constitucionalistas reputados respecto al punto, recordemos que, además, fue un fallo dividido. Nadie preveía que esto podía pasar y claramente nos deja súper complicados.
-Es un zapato chino.
-Sí, yo siento que sí. Porque una ley corta, una ley interpretativa, un veto, etc, todo deja complicado a un pilar tan importante como la titularidad, que era transversal en varias materias, y le quita fuerza a la reforma que se quería realizar.
-¿Y dónde estuvo el problema?
-Órganos vinculados a la constitucionalidad existen en muchos países del mundo, que exista un TC no es un problema. El tema es cómo actúa el TC y en qué minuto puede ser tan determinante. Y este es sin duda un tema que va a ser determinante en el proceso constituyente de análisis. Los países tienen esos organismos pero quizás con otro enfoque que quizás debemos revisar a futuro pero no podemos presagiar siempre cuáles van a ser los fallos. Creo que acá hubo un problema cuando el Gobierno no calculó adecuadamente el nuevo integrante que debía ser designando por la Corte Suprema y donde el Gobierno tenía dos nombres y cuando hay dos nombres se dispersan los votos y se perdió el nombramiento de alguien que fuera de una visión más progresista. Fue un mal manejo del Gobierno cuando eso se decidió.
-O sea, es una cuestión más política.
-Sí, el actuar de los mismos, el sesgo ideológico. No hay que pensar que el TC es nefasto o que exista o no. De hecho existe en muchos países, pero con una forma de actuar distinta y el momento de actuar distinto. Y esa es la discusión que se viene encima.
-¿Está pesimista?
-Lo veo complejo porque el obcecamiento de los parlamentarios de derecha es evidente. Creo que el Gobierno ha demorado mucho sus decisiones y eso tampoco es bueno en un ambiente de incertidumbre económica . Ha habido demasiadas acciones zigzagueantes.
Sueldo mínimo
-En junio debe estar despejado el tema del nuevo sueldo mínimo.
-Sí, porque en julio debe empezar a aplicarse. Estamos esperando que ingrese la propuesta del Ejecutivo porque entiendo que ya se han iniciado las conversaciones CUT-Gobierno y no tenemos una información oficial de qué volumen estaríamos hablando. Hay que avanzar lo más que se pueda con realismo y responsabilidad porque es evidente que hay una brecha que hay que ir reduciendo y debe haber algo más que el IPC. Esperamos que el Gobierno tome pronto esa definición.
-Pero tomando en cuenta lo que sugerido por la Iglesia, la CUT y lo que piensa la NM ¿cuál debiera ser el sueldo mínimo justo y acorde a las condiciones económicas?
-No siempre lo justo va de la mano con las condiciones económicas del país. Es un dilema. Poner un valor que hace inviable que muchas empresas de verdad lo puedan cumplir, puede significar menos empleo, y esa es una ecuación que hay que cuidar adecuadamente. Debe ser un aumento real del sueldo mínimo no solo del IPC, pero en este momento no soy capaz de dar una cifra.
-Hoy es de 250 mil. Más IPC y algo más ¿hablamos de 270 mil?
-Lo mejor que se pueda hacer con el escenario actual que se tiene, pero tratando de reducir la brecha. Tengo claro el principio más que el valor.
"Será difícil (visar la reforma constitucional); el obcecamiento de los parlamentarios de derecha es evidente. Creo que el Gobierno ha demorado mucho sus decisiones; ha habido demasiadas acciones zigzagueantes"