Secciones

Albiverdes vencen a Everton pero no alcanzó para ascender a Primera

FINAL. A estadio lleno Puerto Montt se jugó su última chance de retornar a la A, pero Everton lo impidió. Ahora, los Delfines deberán ver la continuidad de quienes ayer, se les terminó el contrato.
E-mail Compartir

Viviana González Rodríguez

Entre lágrimas, pero con el aplauso y reconocimiento de la hinchada por todo lo entregado, Deportes Puerto Montt se retiró de la sintética del Chinquihue, tras ganarle a Everton por 1-0. Sin embargo, este resultado no le bastó para lograr el objetivo de retornar a Primera A.

A pesar de aquello, el ambiente en el Chinquihue era una fiesta, que comenzó a eso de las 10 horas cuando se abrieron las puertas del estadio y los hinchas comenzaron a llegar en masa al recinto Bicentenario.

A falta de una hora para el inicio del cotejo, las tribunas estaban prácticamente llenas y los globos verdes y banderas puertomontinas, eran el escenario perfecto para una final.

El técnico Erwin Durán, se jugaba todas sus cartas y eso quedó reflejado en la oncena que saltó a la sintética.

Desde un comienzo, Deportes Puerto Montt encontró a un Everton bien parado, que intentaba aclimatarse al reducto Albiverde, apelando a la velocidad que le imprimían José Luis Muñoz, Pedro Sánchez y Maximiliano Ceratto.

Sería este último quien tendría la primera llegada clara a la portería defendida por el capitán Albiverde, Sebastián Pérez, quien reacciona felinamente, luego de un tiro libre del ariete Ruletero.

A los diez minutos de juego, sería el turno de Jorge Romo, quien luego de un carrerón, habilita en el área a Bibencio Servín, pero el balón llega a las manos del meta Dalsasso, quien se complica y termina enviando la pelota al córner.

Posteriormente, a los 19', una jugada por izquierda de José Martínez, toca la última línea para sacar el centro, quedando éste pasado y llegando a los pies de Joaquín Díaz, quien saca un potente tiro cruzado y los centrales Oro y Cielo sacan de la raya, desatando la euforia en el Chinquihue.

Minutos más tarde, Joaquín Díaz, por la banda derecha, entra al área, engancha y se saca a un defensa ruletero, para luego rematar cruzado, pero el meta viñamarino logra contener en doble instancia, ahogando el grito de gol porteño.

Así, con jugadas en ambas porterías, se irían al descanso.

Segundo tiempo

En el complemento, el técnico Albiverde, Erwin Durán se jugaría todas sus cartas, colocando a un delanteros más, Pablo Soto, en desmedro de un defensa, Diego Subiabre, a fin de darle mayor poder ofensivo a los embates Delfines y cooperarle a un marcado Bibencio Servín, y así lograr la apertura del marcador que abriera una luz de esperanza en los casi 10 mil hinchas que alentaban a los locales.

Las ocasiones más claras para Everton, estuvieron en los pies de Ceratto, quien junto al 'Ribery' Muñoz, le imprimieron velocidad a los ataques forasteros, cuando Puerto Montt les dejaba los espacios.

A los 60', un córner de Pablo Soto, llovido en el área, deja incómodo al paraguayo Servín, quien no puede con la férrea marca Ruletera y Dalsasso logra controlar.

Siete minutos más tarde, una nueva carga porteña, esta vez en los pies de Joaquín Díaz, quien saca un potente tiro en diagonal en el área y nuevamente, los defensas viñamarinos, sacan de la raya.

Durante esos minutos en donde los Albiverdes tenían agazapados a los Oro y Cielo en su terreno, la hinchada no dejaba de alentar y los ánimos comenzaban a calentarse, producto que los evertonianos, cada vez que podían, hacían tiempo, desatando la ira de los jugadores y de los forofos.

Ilusión albiverde

A los 80', vendría la luz de esperanza Albiverde, luego de que al argentino, Aníbal Domeneghini, le cometieran un claro penal en el área ruletera, luego de una mano de Gabriel Díaz, y el juez del encuentro, Eduardo Gamboa, no dudó en cobrar la pena máxima.

Sería, el paraguayo Bibencio Servín, que con un tiro cruzado al primer palo de Gustavo Dalsasso, sembrara la esperanza en la afición y el plantel.

Los últimos minutos de juego reglamentario, más los cinco de descuento, serían de no apto para cardíacos, en donde los embates porteños, iban y venían, intentando buscar el gol que les sirviera para irse a los penales.

Pitazo final

Sin embargo, la tarde no estaría hecha para celebraciones Albiverdes y tras el pitazo final de Eduardo Gamboa, la desazón se apoderó del Chinquihue, mientras un puñado de hinchas Oro y Cielo, festejaban el ascenso a Primera A.

Ahora, a los Delfines tendrán que ver la continuidad de jugadores y técnico, que en su mayoría. ayer finalizó su contrato.