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Científico afirma que químicos y nutrientes explican Marea Roja

CONCLUSIÓN. Académico de la Universidad de Antofagasta analiza la relación entre mortandad de salmones y el actual bloom de microalgas.
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Erwin Schnaidt Ávila

Ala distancia, pero con preocupación, Carlos Guerra, doctor en Biología PhD de la Universidad North Texas, observa el comportamiento que la Marea Roja tenido en la zona sur austral, especialmente en la Región de Los Lagos, donde la situación ha hecho crisis y derivado en una movilización social, con bloqueo de caminos y de las rampas del Canal Chacao.

El profesional, quien dirige el Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental de la Universidad de Antofagasta (UA), reconoce que aunque no dispone de "datos propios", apela a su conocimiento de este tipo de fenómenos.

A su modo de ver, no hay nada nuevo en esta temática, pero existen varias razones para su origen. "Principalmente, tienen que ver las condiciones fisico-químicas del mar. Entre esas, a veces hay compuestos químicos, que son nutrientes para estos organismos (dinoflagelados). Pueden ser vinculados a fósforo, fosfato, nitrógeno. Y a veces, otros que provienen de materia orgánica", expuso.

Por eso es que cuando existe un aporte exagerado de nutrientes, se produce su aprovechamiento por esos organismos, que se multiplican por millones "y así aparece la Marea Roja". Esto, dijo, es observado por organismos que hacen monitoreos permanentes, en términos de nutrientes, de las columnas de agua. "Cuando detectan un exceso de ellos, se produce un bloom fitoplanctónico de Marea Roja", precisó.

Consultado si la mortandad de salmones pudo haber contribuido al surgimiento de Marea Roja, el doctor Guerra afirmó que "cualquier materia orgánica, sean salmones, sean agua de cola de las pesqueras, finalmente comienza un proceso de descomposición y van apareciendo los nutrientes, que colaboran con el bloom fitoplanctónico".

-¿Y si lo arrojan a 140 kilómetros mar adentro, favorece el surgimiento de Marea Roja en el mar Pacífico?

-Yo creo que sí, dependiendo si existen en ese lugar cantidades importantes de los dinoflagelados que les mencioné.

Agregó que es "muy difícil" detener el fenómeno, aunque es posible aplicar medidas preventivas de resguardo a la salud, como decretar cierre de zonas, así como prohibir extraer y comercializar mariscos.

Política y ciencia

Pero también ha observado que el tema se ha abordado desde la visión técnica, pero también política. "Y veo cómo se cruzan, por gente que es política y da opiniones técnicas. Y ahí es donde se produce tanta desinformación".

"Lo que pasa es que somos un país muy desordenado. Todos opinamos de todo. He escuchado a senadores opinar sobre aspectos técnicos y sin tener ninguna preparación. Creo que hace falta dividir las cosas. Lo técnico para los científicos, lo administrativo-técnico para Salud, la Armada y Sernapesca, y lo político para los políticos. Está todo mezclado y eso produce un tremendo desconocimiento e insatisfacción en la gente".

Además, le extraña que los investigadores locales no hayan asumido un rol más protagónico para dar claridad, tanto a las autoridades como a la comunidad. "Me llama la atención que no haya una voz universitaria que esté orientando la situación allá. Hay universidades, profesionales de altísimo nivel y excelentes investigadores en la zona. Esas son las fuentes de información que deben usarse para describir técnicamente el fenómeno", opinó.

Dijo que "los científicos tienen que hacer un aporte" y que "hay que ver qué ciencia estamos haciendo, que sea dirigida a resolver problemas locales o nacionales y que sus informes vayan a dar a las manos de quienes toman decisiones".

17° y 23° es la temperatura en la cual crece el dinoflagelado que es el responsable de la Marea Roja.

Cuatro escritoras que antes fueron libreras

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Vivir entre libros fue oficio para unas cuantas escritoras empujadas por la necesidad de dinero. Mary Shelley, autora de "Frankenstein", creció rodeada de los libros y ayudando en la venta de ellos en la "Juvenile Library", de la cual su madre fue el cerebro y su padre el dueño. Junto a sus hermanas Fanny y Claire estuvo tras el mostrador hasta que huyó con el poeta Percy Shelley. Otra que recurrió a la librería como fuente laboral fue la escritora londinense Nancy Mitford, quien junto a su hermana Pamela, trabajó en la Heywood Hill en plena Segunda Guerra Mundial. También la Premio Nobel Alice Munro pasó entre los estantes de la Munro's Books de Victoria. El negocio era suyo y de su esposo y al momento del divorcio la librería quedó en manos del marido. Penelope Fitzgerald también trabajó en venta de libros y además se hizo famosa por su obra "La librería".

El arrollador y malhablado paso de Jaime Bayly por Buenos Aires

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El escritor peruano Jaime Bayly estuvo de paso por la capital argentina para promocionar su última ficción "El niño terrible y la escritora maldita" (Ediciones B). Dijo a Infobae que Cristina K. era "una pieza de museo"; Macri, "un político gerente" y Mario Vargas Llosa, "un viejito cascarrabias". También acotó que "La vida no tiene sentido. No hay justicia. Apenas caos. Asumido esto, no nos queda más que aferrarnos al placer. Le guste a quien le guste: a tus padres, a tus hermanas, al gobierno, a los curas o quien sea. Debes perseguir el placer. El modesto sentido de la vida es militar con libertad en el placer".

El efecto autoral

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Nunca me ha gustado la función autoral, dicho más claramente, no me gusta el autor; ese sujeto casi siempre delirante que se cree poseedor de una singularidad especial. La muerte del autor es tema viejo, más de alguna vanguardia quiso herirlo de muerte y la semiología estructuralista sospechó de él y también lo puso contra las cuerdas. Lo concreto es que es una función del discurso que nuestra modernidad sobredimensionó. El autor, igual que el hombre (parafraseando al maestro Foulcault), es reciente, algunos lo hacen nacer en el Renacimiento, pero su conformación estricta es del iluminismo; estuvo a punto de morir con el formalismo ruso, pero lo resucitó delirantemente la economía neoliberal. Siempre he sentido que la literatura, así como la conocemos, no debiera estar supeditado sólo al gesto autoral, hay otros tópicos o elementos discursivos relevantes, como la cita y las variantes que oferta la intertextualidad, es decir, todos aquellos síntomas del discursos que nos dice que todos hablamos de lo hablable, o que ya estamos dichos, que no hay originalidad, sólo variaciones de un mismo tema y recodificaciones. Al imponerse la sociedad del espectáculo se consagra al autor y se hacen negocios con él. Por eso cuando se habla de libros o de música, el sentido común pide autores. Todos ellos suelen conformar un cierto Parnaso o mercadillo estelar; como el modelo que generó la cultura hollywoodense. Esto lo podemos homologar al espectáculo futbolístico, donde los jugadores son héroes aclamados por multitudes, determinados por una capacidad especial que los medios hacen relevante, transformándose en un referente de una comunidad que necesita identificarse con sus estrellas propias. Los que tenemos una concepción más colectiva de los hechos culturales resentimos al individuo endiosado e institucionalizado por las necesidades de un mercado que necesita promover sus productos que, por lo general, paralizan los cambios sociales. Volviendo al fútbol, uno preferiría que se promoviera el juego colectivo y que todo logro de un equipo es producido por el trabajo grupal y no por estrellas que lo condujeron a la victoria. Por eso se valora tanto cuando los equipos chicos, sin grandes estrellas, como el Leicester de Inglaterra, gana un campeonato tan potente como el inglés. En nuestro medio eso también suele ocurrir: recuerdo al mítico San Felipe de Santibáñez. En el caso de poetas y escritores la consagración de un autor suele depender de operaciones político institucionales, de estrategias editoriales, de operaciones promocionales y de situaciones histórico políticas. Yo preferiría hablar del efecto Neruda y no de Neruda mismo, en el sentido de que hay una estrategia que lo precede que es fascinante desde el punto de vista analítico por las variables que intervienen; o del efecto Borges o del efecto Bolaño que es toda una pesadilla para los autores actuales. Cuáles son los derroteros táctico estratégicos de su instalación editorial y mediático cultural. Me apasiona describir ese tipo de estrategias instalativas de autores. El caso de Parra, por ejemplo, es súper interesante, a pesar de sí mismo y de sus torpezas operativas que terminan por volverse a su favor. Una de las estrategias más usadas es aquella que utilizan algunas grupos generacionales que, para desbancar a otra o por posicionarse, resucita a un caído o a un poeta anterior, generalmente poco visible. Hemos sido testigos de cómo grupos de interés culturoso recuperan a De Rokha o a Juan Luis Martínez, sólo para ajustar cuentas con las autorías hegemónicas dominantes que impiden su propio desenvolvimiento.

POR Marcelo Mellado*

* Escritor y profesor de Castellano. Es autor de "La batalla de Placilla" .