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Siete niños asisten a escuela que se salvó de ser arrasada por un lahar

RÍO BLANCO. A un año del despertar del volcán Calbuco, el establecimiento que resultó dañado por el alud de agua, ceniza y roca, sigue en el mismo lugar, que de acuerdo a mapas de Sernageomin es un área de peligro. La causa sería que el Minvu aún no concluye el estudio de zonificación de riesgo para la zona afectada por la erupción.
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Con sólo ocho años de edad, Vicente Mansilla observa desde la ventana de su sala de clases como a escasos cinco metros se encuentra el puente sobre el río Blanco.

Se trata de una estructura nueva, de madera, porque la de hormigón que existía anteriormente fue arrasada por un lahar durante la erupción del volcán Calbuco.

Vicente es uno de los siete alumnos que permanecen en la escuela Río Blanco, establecimiento municipal ubicado a 40 kilómetros de Puerto Montt, plantel que continúa en funcionamiento a pesar de encontrarse emplazado en medio de los sedimentos que dejó uno de los aluviones volcánicos más violentos de la erupción que se inició hace exactamente un año: la tarde del 22 de abril de 2015.

"Cuando empezó la erupción ya había salido de clases. Hace cinco minutos había llegado a mi casa, en el sector de El Coigüe en Lago Chapo, cuando vi la nube de cenizas del volcán. De inmediato partimos a Puerto Montt. Pasaron como dos semanas y cuando volví con mi familia a ver nuestra casa, en el camino miré que el puente ya no estaba y que mi escuela se encontraba media enterrada en la ceniza, lo que me dio mucha pena", cuenta.

Pero a pesar de ser testigo de los efectos destructivos de la erupción, a su corta edad el estudiante sufre una fuerte lucha interna , la que comparte con varias de las personas que habitan la zona afectada por la emergencia.

"Sé que es peligroso, que puede crecer el río y haber derrumbes, pero no me hallo en Puerto Montt. Me gustaría que construyeran una escuela nueva acá, pero más alejada del río", comentó Vicente.

Similar es la visión del docente Arturo Guerrero, quien desde hace 16 años es el único profesor de Río Blanco, quien cree que el establecimiento debe continuar funcionando en el sector, pero en un nuevo inmueble en una zona más segura. "La escuela es parte de la esencia de la comunidad, y los apoderados no quiere llevar a sus hijos a otro lado. Antes de la erupción tenía 11 alumnos, ahora tenemos siete. Esto es extraño, en una erupción como la de Chaitén sacaron a toda la gente de la zona cero, y nosotros estamos acá y nadie nos informa ni advierte nada", cuenta.

Daños en la estructura

En cuanto a los daños en el establecimiento, que fue golpeado por el lahar que río arriba arrasó con una piscicultura de Marine Harvest y que aguas abajo destruyó varias viviendas, el profesor Guerrero indicó que se mantuvo en pie "casi de milagro".

El docente relató que "esta escuela que fue construida hace 40 años por los mismos apoderados, resistió el embate del lahar. Acá, afortunadamente, pasó algo extraño, porque el flujo de ceniza se dividió y pasó por ambos lados, a sólo cinco metros, dejando la escuela y la iglesia al medio".

De todas formas, el avance de los piroclastos mezclados con el agua dañaron la antigua infraestructura.

"El cerco desapareció, la ceniza se metió debajo de la estructura y salió por el piso hacia arriba. Los cimientos también fueron afectados y la escuela quedó descuadrada. Además, todo el patio, los juegos y la cancha de fútbol, están cubiertos de ceniza, la que apretó un poco con las lluvias", detalla el profesor.

A un año del inicio del repentino proceso eruptivo, aún quedan vestigios de la destrucción que dejó a su paso el lahar que descendió desde el cono la madrugada del 23 de abril de 2015, cuando el segundo pulso eruptivo fundió el glaciar del volcán Calbuco. Latas, casas semi enterradas en la ceniza, inmuebles colapsados, aún se pueden observar a lo largo del lecho, advirtiendo que el área es una zona de riesgo.

Al menos, así lo indica el Mapa de Peligro del Volcán Calbuco, publicado en 1999 por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).

Mauricio Mella, volcanólogo de la Oficina Técnica de Puerto Varas de Sernageomin, que realizó análisis técnicos durante la última erupción, incluso confirmó a El Llanquihue la información contenida en la cartografía especializada.

"El mapa de peligro indica que este recinto educacional se encuentra en una zona de peligro por lahar, lo que quedó demostrado durante la erupción de abril del año pasado. La escuela está expuesta a los efectos de los aluviones volcánicos dada su cercanía con el río Blanco", dijo.

El profesional recordó que en Chile la zonificación del peligro determinada por Sernageomin no es vinculante, pero sí es consultada en la elaboración de otros instrumentos de planificación territorial.

Estudios inconclusos

Ante la evidencia científica, y la observación de las condiciones del espacio geográfico en el que se ubica la Escuela de Río Blanco, El Llanquihue consultó al Departamento Administrativo de Educación Municipal sobre la situación del establecimiento rural.

Luis Zapata, jefe de Unidad Técnica Pedagógica (UTP) del organismo, aclaró que "el Gobierno indicó a los habitantes de Río Blanco que regresen a sus casas tras la erupción del volcán. Como Daem, comenzamos los preparativos para reparar la escuela, la que sufrió daños importantes. La mantención incluyó los sistema de agua y luz. Y el establecimiento está funcionando normal y seguirá haciéndolo hasta que el Gobierno así lo indique".

A un año de la erupción del volcán Calbuco, la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo de Los Lagos aún no ha finalizado la definición de las áreas de riesgo, o zonas no edificables de nivel intercomunal, de Puerto Montt y Puerto Varas.

Guillermo Villegas, del Departamento de Desarrollo Urbano de la Seremi, informó que en octubre de licitó el estudio "cuyos resultados permitirán, a través de su incorporación en un Plan Regulador Intercomunal, la definición de las áreas de riesgo o zonas no edificables".

El funcionario agregó que la consultoría tiene una duración de 230 días corridos, "plazo al que deben agregarse revisiones y trámites administrativos e incorpora restitución de imágenes satelitales, para obtener información actualizada del territorio con mayor nivel de detalle. En lo principal, interesa determinar las áreas de mayor susceptibilidad de riesgo de lahares, ya que es uno de los fenómenos de mayor recurrencia en el área".

El estudio, que recoge la información de los mapas de peligros elaborados por Sernageomin para los volcanes Osorno y Calbuco, debe concluir en diciembre, para luego iniciar su fase de aprobación. Sólo tras ello, se determinarán si los niños de Río Blanco siguen jugando y aprendiendo sobre la ceniza, o sí son trasladados a un área definida como segura por los expertos.

Balance positivo, pero con temas pendientes

A un año de la erupción del volcán Calbuco, el alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, indicó que su balance es positivo en cuanto a la entrega de ayuda y la implementación de medidas de mitigación, aunque reconoció que "es efectivo que aún hay temas pendientes con el Minvu, lo que genera incertidumbre en las personas que están en la zona afectada; como municipio esperamos que antes de fin de año se entreguen definiciones más categóricas".

6 años tiene el más pequeño de los alumnos de la Escuela Rural de Río Blanco, mientras que el mayor de los estudiantes tiene 9 años. El establecimiento se ubica a 40 kilómetros de Puerto Montt.

5 metros separan a la escuela del río Blanco, cauce por el cual descendió uno de los lahares más importantes que generó la última erupción del volcán Calbuco, registrada hace un año.

1999 es el año de publicación del Mapa de Peligros del Volcán Calbuco por Sernageomin, mucho después de la instalación del establecimiento educacional, que lleva cuatro décadas junto al cauce.