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Dan el vamos a ambicioso plan turístico del lago Llanquihue

OBRAS. Dirección de Obras Portuarias (DOP) comenzó la ejecución de los dos primeros proyectos de un total de 12, que significan una millonaria inversión.
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Marcelo Galindo Gallardo

La Dirección de Obras Portuarias (DOP) comenzó a dar los primeros pasos en uno de los ambiciosos proyectos que tiene contemplado para la Región de Los Lagos, entre ellos el mejoramiento de toda la Cuenca del Lago Llanquihue, que considera una inversión de 35 mil millones de pesos.

Fue la misma directora nacional de la DOP, Antonia Bordas, quien llegó a la zona a dar el vamos a varias obras, entre ellas el moderno muelle para pescadores de Maullín.

El plan turístico para las cuatro comunas que rodean el lago Llanquihue fue lanzado hace más de un año y considera 12 proyectos de mejoramiento.

"El objetivo es rescatar el uso del lago Llanquihue, en cuanto a conectividad y turismo, generando espacios costeros turísticos importantes. Son 12 sectores que se definieron entre la comunidad y los alcaldes. Tras ello, nació un compromiso con los cuatro municipios de hacer una labor para avanzar rápido", explicó Antonia Bordas.

-¿Cree que no se ha avanzado con la celeridad necesaria?

-Esto ha sido más lento, pero no tiene que ver con un tema de voluntad. Muchas veces se piensa que alguien no quiere, pero los temas del Estado administrativamente son dificultosos. Los cuatro municipios están formando la Asociación de Municipalidades de la Cuenca del Lago Llanquihue y ha sido más lento, y a través de ellos íbamos a financiar el recurso humano para que pudiesen desarrollar los proyectos. Estamos trabajando con las municipalidades.

-¿Cuáles son los proyectos que inician este plan?

Será en Llanquihue donde se ejecutará la primera obra. Esa comuna tiene un desarrollo de infraestructura menor en el borde costero. También se considera el balneario Los Bajos de Frutillar. Ello permite decir que se ha avanzando bastante, porque el inicio de obras será este año. Ese es el objetivo trazado.

-¿En qué proyectan seguir avanzando?

-Lo que queda por hacer es seguir diseñando 10 obras, y se está en tres más, donde se está trabajando, en el área de Puerto Octay y el sector Iansa de Llanquihue, donde existe una brecha para potenciar a la ciudad turísticamente. La idea además es buscar otros espacios de calidad en Frutillar y Puerto Varas, donde los espacios costeros están más consolidados, y se consideran espacios de playa prácticamente en todo el borde del lago.

-¿Qué consideran estos proyectos en materia turística?

-El desarrollo turístico se puede ver en distintos énfasis y un gatillador son los espacios, donde se debe generar infraestructura de respaldo: por ejemplo, un lugar donde llegar y estacionar, hacer deportes náuticos u otros.

El bordelago ahora va a tener todo esto, con rampas de acceso y muelles, donde podrá haber conectividad. Por ejemplo, para llegar desde Llanquihue a Puerto Octay. Estos 12 lugares elegidos tienen espacio para generar un borde costero consolidado. Este proyecto considera además servicios higiénicos y lugares para la información turística. Es un proyecto que se gestó en conversación con las autoridades, que nace desde acá, de la ciudadanía y los alcaldes. El lago necesitaba tener un impulso. Cuando existen espacio de belleza escénica invitan al turista a llegar a la zona.

Una nueva cultura de reciclaje

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Según la última Encuesta Nacional de Medio Ambiente, para los chilenos la basura es uno de los principales conflictos ambientales que deben sobrellevar, junto a la contaminación del aire y el ruido. Por eso nos pone tremendamente contentos que el Congreso aprobara, hace pocos días, la nueva Ley de Reciclaje, un paso histórico en la gestión ambiental de nuestro país, que posicionará a Chile como pionero en esta materia en Latinoamérica.

Esto nos permitirá como país hacer del reciclaje una política nacional, en la que participarán las empresas, los municipios, los recicladores de base y la ciudadanía en general.

En lo esencial, esta ley obligará a fabricantes e importadores de aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, envases y embalajes, baterías, pilas y neumáticos a recuperar un porcentaje de los residuos que generan sus productos. Estas metas de recolección serán anuales y fijadas por el Ministerio del Medio Ambiente, y quienes las incumplan recibirán sanciones y multas.

Para lograrlo, deberán crear sistemas de gestión que recuperen estos residuos, ya sea por parte de las propias industrias o asociándose con los municipios y los recicladores de base.

En el caso de estos últimos, se trata de una gran oportunidad para casi 60 mil compatriotas cuya principal actividad económica es la recolección de residuos para reciclar, y que ahora podrán profesionalizar su labor.

Hoy cada chileno genera poco más de un kilo de basura diario, a tasas crecientes. Esto implica que en nuestro país se generan cada año casi 7 millones de toneladas de residuos domiciliarios, de los que no se recicla más del 10%, una tasa muy baja incluso para Latinoamérica.

Con esta ley buscamos incrementar sustancialmente esa cifra. Los productos que hoy botamos a la basura tienen valor, o se les pueden dar nuevos usos. Al depositarlos en un relleno estamos enterrando materias primas, energía, generamos impactos ambientales.

La Ley del Reciclaje creará una nueva industria, que al recuperar estos residuos garantizará grandes volúmenes que permitan alimentar plantas recuperadoras para nuevos procesos industriales, lo que también implica la creación de nuevos emprendimientos y empleos verdes.

Y en este escenario, el rol de la ciudadanía será clave, ya que son la base de la pirámide de generación de residuos. Es necesario que el reciclaje sea una actividad más cotidiana de las familias, que en su hogar realicen una separación de residuos para que estos puedan volver a ser utilizados como materia prima, y así disminuir también la presión sobre nuestros recursos naturales.

En el caso de Puerto Montt, según la encuesta nacional sólo un 55% de sus ciudadanos recicla. Pero en términos de conductas positivas ecológicas, un 43% separa envases de vidrio para su reciclaje y un 49% separa pilas y baterías para depositarlas en un lugar habilitado.

El rol de los municipios también será importante apoyando esta labor, a través de una recolección diferenciada desde los domicilios. Para apoyar esta tarea la ley crea un Fondo del Reciclaje de más de $2 mil millones, que les permitirá, por ejemplo, crear ordenanzas en esta materia o construir nuevos puntos limpios.

Creemos que esta nueva norme crea los incentivos necesarios para impulsar la creación de esta nueva industria verde, y para que nuestra sociedad transite finalmente de una cultura de lo desechable a una cultura de lo reciclable.

Pablo Badenier Martínez, ministro del Medio Ambiente