Vertedero La Laja
La semana recién pasada, se inauguró con pompa -cuando debería haber sido un día de vergüenza-, el inicio de actividades del nefasto Vertedero La Laja. Y un par de días después, El Llanquihue informaba que unos 300 camiones recolectores quedan sin vaciarse cada día.
Este es sòlo el inicio de la puesta en marcha en forma dictatorial, de un mal proyecto que traerá graves consecuencias no sólo para la Comuna de Puerto Varas , sino para toda la provincia, pues -entre otros- ya se sabrá de las dificultades, costos y efectos que tendrá el transporte de la basura desde comunas alejadas, como Cochamó o Maullín. Pero, vendrá una segunda etapa y nuevos préstamos.
Digo que se impuso en forma dictatorial, pues nuestras autoridades -adalíes de la democracia- jamás aceptaron consultar a los vecinos de Puerto Varas en un referéndum, en cuanto a si aceptaban ser el basurero de toda la provincia con este vertedero obsoleto, sin un plan de reciclaje.
La advertencia y lucha frente a la mala iniciativa que se impulsaba desde el Gobierno Regional y Asociación de Municipios (sin aprobación de Puerto Varas), comenzó hace más de dos años, cuando tomamos conocimiento de las objeciones de 11 entidades públicas, las que fueron desoídas por la autoridad.
No estamos llorando hoy sobre la leche derramada con una reacción tardía. Bajamos los brazos hace meses, cuando nos convencimos que no estamos en un país de racionalidad ni transparencia, donde se respeten los argumentos y vemos que priman otros intereses. Se difunden también en el Diario El Llanquihue, las críticas del diputado Fidel Espinoza (también en emisoras de su propiedad) al Vertedero La Laja. ¡Brillante el diputado! Con un olfato político que deberían observar e imitar muchos otros (lo digo con admiración, nada de ironía), pues consciente del mal olor (efectos negativos) que producirá la puesta en marcha por parte del oficialismo de este vertedero, se pasa de la vereda de quienes observaron sin tratar de impedir el derroche con nefastas consecuencias de llevar adelante este proyecto, a la acera de enfrente, sacando la voz de la crítica.
Señor diputado, desde hace años hemos dicho lo que Ud. plantea, ahora, que el tratamiento de la basura provincial debía hacerse con técnicas modernas, con reciclaje de la basura y con el procesamiento de ella para obtener energía; y agregábamos que nuestra comuna, como base de esto, debía liberar a sus vecinos del pago por la recolección domiciliaria. ¡Es que al pueblo no nos escucha!
También publica "El Llanquihue", el domingo, in extenso, las explicaciones del alcalde de Frutillar (casualmente también Espinoza -y después se habla de clanes políticos; ¡que injusta es la gente!), señalando que a futuro se modernizará el proceso del Vertedero. Esto es: "Hagámoslo, nomas; no importa que sea malo, después lo arreglamos". Por favor, si es una danza de millones lo que este proyecto nos cuesta a todos los chilenos. Si esto no es gratis, por mucho que los tontos crean que los fondos aportados en préstamo por un Banco Alemán y los paga el gobierno chileno, no sale de nuestros bolsillos.
Y he aquí la otra gracia: Pronto iniciarán la campaña pro modernización del Vertedero, solicitándose otro préstamo multimillonario, porque, como se desprende de las declaraciones, en el camino deberá arreglarse la carga.
Y a propósito de banco alemán, jamás en Alemania se aceptaría un proyecto como éste. Pero, a ellos, en otro país, ¡qué les importa! El negocio sucio, que más da.
Según organismos mundiales de transparencia, los negocios más turbios en el mundo son la venta de armas, las drogas, transacciones del fútbol y...,obvio, la basura.
MIGUEL VEYL BETANZO.
Historia de un aborto
Su historia es la de un hombre fuerte y luchador. No sufrió por la dictadura, pero violentado por un Estado que lo considera inexistente. Fue desechado por quienes se supone deben entregar seguridad. Nunca reclamó. Tal vez comprendió que algo mejor le esperaba. Y así fue. Esta es la historia de Gabriel Antonio Durán Contreras, que murió en mi vientre el 5 de abril del 2014. Tenía un poco más de seis meses de gestación. Nació por parto normal y sin anestesia, queriendo dejar huellas en cuerpo y memoria de una historia sin un final feliz. Acuné en mis brazos a un niño, que con su mirada perdida y sin vida, fue enterrado por mis gritos; un niño que existió pero que no hay registro de su vida, más que el que le pueda dar yo como su madre. Gabriel es un niño que en sus alas lleva a aquellos que son desechados, olvidados y abortados.
Un niño que dejó huella en mis ojos y en mis días sin él. Huellas en la lucha que llevo para que un día pueda verlo, junto a sus amigos del cielo, reconocidos por lo que son: personas capaces de remover hasta el mundo político. Has hecho, Gabriel, que tú madre se sienta hija tuya, porque me guías y me mantienes en pie. Eres el niño que nació con las alas puestas para abrir los ojos del amor.
DIANA. V. CONTRERAS CIFUENTES.