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Un estudio dice que viajar con el smartphone aumenta la ansiedad

CONECTIVIDAD. En esa línea, otra investigación mostró que cada vez es más frecuente que las personas caminen y tecleen al mismo tiempo.
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Pamela De Vicenzi

El uso del smartphone es indispensable para la mayoría de las personas. Viajar con estos aparatos para estar conectado y subir fotografías tiene sus puntos positivos. Sin embargo, la ansiedad puede aumentar si se pierde la señal del teléfono.

Un estudio de la National Chin-Yi University of Technology (Taiwán) advierte que la fuerte dependencia a estos dispositivos incrementa el estrés de los usuarios debido a la necesidad de contar con la disponibilidad de la red para actualizarse y no perder el contacto.

Esto se suma a las propiedades que actualmente tiene el teléfono para chequear pasajes y alojamiento, pedir taxis, arrendar vehículos, buscar en el mapa y revisar recomendaciones sobre lugares de interés.

La investigación sugiere que los jóvenes y quienes poseen un nivel más alto de educación son los más propensos a aferrarse a estos teléfonos al momento de viajar y sentir frustración cuando las conexiones a internet suelen fallar en algunos lugares.

La teoría del apego

Según este estudio y otros hallazgos científicos, la dependencia al smartphone se puede homologar a situaciones vinculadas a las relaciones interpersonales, tales como la teoría del apego.

Esta teoría propone que una persona o un grupo de personas tienen la tendencia sicológica de ganar la seguridad mediante la búsqueda de cercanía a otra persona.

Quienes tienen apego se sienten seguros cuando la otra persona está presente, pero también ansiosos cuando ella está ausente.

Por ejemplo, padres e hijos pequeños se sienten ansiosos cuando se pierden de vista el uno del otro en un lugar lleno de gente. En ese sentido, el estudio de Taiwán sugiere un vínculo similar en cuanto a los smartphones, ya que la ansiedad debido a la separación tiene la misma intensidad.

El equipo concluyó que el estudio tiene implicancias para comprender la interacción con la información y los avances tecnológicos que el mercado ofrece. También apunta a la necesidad de los proveedores a garantizar un acceso rápido y de bajo costo a los servicios y de este modo disminuir la ansiedad por no estar conectado.

Caminar y escribir

Otro estudio plantea una costumbre frecuente en los usuarios de teléfonos móviles: caminar y escribir al mismo tiempo, lo que puede traer perjuicios físicos y accidentes peatonales.

Un análisis de Pew Research, citado por el Washington Post, indica que el 75% de los estadounidenses suele "ponerse al día" mientras transita por las calles.

"Es una tensión constante de una era siempre activa. Es obvio que estás más conectado que nunca a otras personas, a la información, a sus puestos de trabajo", señaló al citado medio Aaron Smith, director asociado de investigación de Pew Research.

Sin embargo, agregó el ejecutivo, también es obvio que hay nuevos desafíos y tensiones que en otros tiempos no existían. Por ejemplo, en el pasado los trabajadores salían de sus oficinas sin ningún medio de comunicación, porque en ese entonces existía solo el teléfono fijo. En cambio, el smartphone se transformó en una especie de "oficina móvil".

Según Pew Research, las principales razones para utilizar un smartphone en la calle es para coordinar reuniones y buscar direcciones a través del GPS.

Smith reconoció que existen factores y presiones provocadas por las nuevas normas sociales que exigen estar conectados, cuestiones que se extienden más allá del trabajo o el placer. A su juicio existe una "lucha para mantener el equilibrio" y que las consecuencias del cruce entre internet e intimidad "están saliendo a flote".

Las dos investigaciones sobre el apego al smartphone

Teléfonos y viajes

Un estudio taiwanés señala que las personas que viajan con el smartphone son más propensas a sufrir ansiedad si la conexión a internet llega a fallar.

Tecleo al caminar

Otra investigación, esta vez de Pew Research, sostiene que cada vez es más común que la gente escriba en el teléfono mientras camina.

Ansiedad

En ambos casos, las personas sienten necesidad de estar siempre conectadas, ya sea para chequear direcciones, subir fotos o actualizar las redes sociales.

Ansiedad afecta más a los jóvenes

Un estudio publicado a mediados de marzo por la Universidad de Illinois (EE.UU.) indicó que la ansiedad y la depresión afectan principalmente a los adultos jóvenes que utilizan el smartphone como un medio de "protección social" y "escape" de la realidad. Según los investigadores, estos aparatos tecnológicos facilitan el aislamiento y la distracción de los problemas. Asimismo, el estrés aumenta cuando los usuarios no tienen acceso a la red.

Una investigación en ee.uu. advierte que los videojuegos violentos disminuyen el sentimiento de culpabilidad

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Los avances tecnológicos han permitido crear videojuegos cada vez más realistas. Con imágenes más nítidas y un sonido de alta calidad, su presentación busca asemejarse a la realidad. Esta asociación puede tener implicancias sicológicas, en especial si se trata de juegos violentos.

Un estudio de la Universidad de Buffalo (EE.UU.) advierte que los "gamers" pueden disminuir el sentimiento de culpa en la vida real al cometer actos injustificados en la ficción. Esto, debido a la experiencia que vive el jugador frente a imágenes vívidas.

Los resultados, publicados en la revista Media Psychology, proporcionan la primera evidencia experimental de que la reproducción repetida del mismo juego violento reduce las respuestas emocionales como la culpabilidad.

Matthew Grizzard, académico y autor principal del estudio, señaló que se trata de un hallazgo preliminar y que no se ha profundizado en la causa exacta.

Existen diversas contradicciones en investigaciones previas respecto de las alteraciones en la moralidad de los jugadores. A menudo se piensa que los fanáticos que reafirman sus acciones en la virtualidad se parecen a los jugadores que practican el ajedrez en la vida real.

En otros estudios, Grizzard demostró que las acciones "inmorales" en el mundo de la ficción tecnológica pueden producir niveles más altos de culpabilidad y en cierto modo se opone a la premisa que las acciones virtuales están completamente disociadas del mundo real.

Para aclarar este punto, el especialista y su equipo replicaron la investigación anterior, con el fin de determinar si las acciones virtuales de los jugadores reflejan procesos de desensibilización en la realidad.

El equipo de Grizzard quería replicar su investigación anterior y determinar si los reclamos de los jugadores que sus acciones virtuales no tienen sentido en realidad refleja los procesos de desensibilización.

Este proceso tiene dos vertientes. "Uno de ellos es que las personas están amortiguadas debido a que han jugado estos juegos una y otra vez", señaló Grizzard. "Esto hace que los jugadores sean menos sensibles a todos los estímulos inductores de culpa".

Por otra parte, "esta es la idea de que los jugadores ven los videojuegos de manera diferente respecto de los no jugadores, y esta percepción diferencial se desarrolla con el juego repetido".