Salario ético
¿Quién podría no estar de acuerdo en aumentar el salario mínimo a $400.000 propuesto por Monseñor Goic? A todos nos palpita el corazón para ayudar al desvalido, como un sentimiento natural en el ser humano.
El problema está en aplicarlo sin producir un desequilibrio en la economía del país. Sin ser especialista en la materia cabe preguntarse: ¿Qué harán los emprendedores para solventar este aumento en el gasto y continuar compitiendo?
Aumentar el precio del producto o servicio, y por ende un alza del costo de la vida, que afectará como siempre en mayor proporción a quién gane un salario mínimo sea cualquiera su monto.
Otro de los riesgos es que el emprendedor deba terminar su empresa, despedir empleados y convertirse en uno de ellos con el consiguiente aumento de desocupación. Los aumentos de salarios deben ser graduales al crecimiento del país y estar de acuerdo con las circunstancias económicas, de lo contrario se agrava lo que se persigue. ¡Menudo problema a resolver por el gobierno!
Marcos Concha Valencia
Progreso
Se ha trabajado arduamente las últimas décadas por el bienestar de nuestro país, el progreso que Chile tiene actualmente en materias como educación, salud o economía no son casualidad. Hoy nos posicionamos en el puesto número siete en el índice de economía libre según www.heritage.org, prestigioso ranking que enlista a otras ciento ochenta naciones.
Sin embargo, la suerte no existe. Mucho le debemos a las políticas públicas de nuestros gobernantes anteriores y a su afán por promover un sistema de economía social de mercado, con un marcado rol subsidiario. Recientemente el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz afirmó que "las reformas influyen en el ámbito económico e introducen cierto nivel de incertidumbre". Esto se refleja en la caída de 0,8 puntos en el ranking de libertad económica, en el aumento del desempleo a 5,9%, e incluso en la drástica baja de la proyección de la economía del Banco Central.
Estamos actualmente desechando lo que se ha construido, ya lo decía Álvaro Bardón: "Nuestra aparente ventaja actual se debe fundamentalmente a un accidente histórico, el cual está llegando a su fin".
Es por esto, que es importante estar al tanto de quienes nos gobiernan, conocer de sus proyectos y lograr identificar sus caprichos ideológicos.
No debemos restarnos de la política, ni de la opinión porque en nosotros reside la fuerza de hacer que nuestro país crezca o retroceda económicamente, de que usted tenga o no empleo y de que sus hijos puedan o no, educarse en una sociedad libre y responsable.
Criss Delgado
Aborto I
Agradezco enormemente las palabras del senador Guido Girardi, respecto a que con el aborto no se está matando a una persona.
Primero porque demuestra que poco recuerda en relación a la medicina. Y en segundo lugar porque muestra a la ciudadanía el fondo del proyecto: legalizar el aborto libre.
Si para el senador no se está matando a un individuo humano, ¿cuál es la razón de las tres causales? Claramente el objetivo es hacer creer a la gente que se pretende permitir en algunas ocasiones, cuando en el fondo lo buscado es su liberalización.
Nicolás Fernández
Aborto II
El avance en la tramitación de la despenalización del aborto es sin duda un avance para nuestro país. Que aún sigan sectores tratando de gobernar un Estado laico con la Biblia bajo el brazo y un rosario, es una señal de retroceso.
Qué duda cabe que quienes creen que el aborto es malo, tienen todo el derecho a repudiarlo. Sin embargo, no tienen por qué obligar a las mujeres que optan libremente por no ser madres, ya sea por cuestiones médicas, de planificación familiar o casos extremos, como una violación.
Me parece fantástico el debate de ideas, pero sería mejor si se dejan de lado conceptos tan fantásticos como el "alma", "dios", o peor, lo que hicieron algunos parlamentarios de derecha, quienes en su juego permanente del empate -quizás en SQM o Penta funciona-, compararon el aborto con las atroces violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura de Pinochet.
Un verdadero país libre no debe serlo únicamente en materia económica, sino en la oportunidad de construir un futuro sin que el Estado sea un Gran Hermano que controle cuántas horas dormimos, qué comemos o qué hace cada uno con su cuerpo.
¿Quiere aborto? Aborte. ¿Cree que el aborto está mal? No lo haga.
Enrique Cortés Ainol