No hay efecto sin afecto, es la sabia afirmación de un empresario finalista al Premio PYME Carlos Vial Espantoso que me llamó mucho la atención. Él quiso expresar, ante un jurado, el valor del trabajo bien hecho y el alma de muchas empresas. Del mismo modo, se podría interpretar que afecto, sentido o creación de vínculos junto con seriedad y profesionalismo allanan el camino para un desarrollo pleno.
Esta simple frase representa la esencia de organizaciones de menor tamaño, cuyas relaciones laborales se basan en la colaboración. Cada persona es pieza clave dentro de un cuidado engranaje, el trabajo en equipo los mueve, genera sentido de pertenencia y compromiso. Mirado desde la perspectiva actual y frente a los crecientes niveles de conflicto, observar a estas empresas puede ser de gran utilidad.
En las pymes, los negocios se viven a escala humana, una característica esencial para un país que busca mayores grados de confianza. Se destacan por su cercanía, por la horizontalidad en sus vínculos de trabajo y por el desarrollo de las más variadas prácticas distributivas, todo lo cual influye decisivamente en el tipo y calidad de relaciones sociales existentes en la comunidad.
La pequeña y mediana empresa constituyen un universo multidisciplinario y variado que representa aproximadamente el 38% de las personas empleadas a nivel país, y cuya gran riqueza radica en su diversidad. Sin embargo, además del tamaño, comparten algunas características que son esenciales para el futuro del país.
Las pymes, permiten el nacimiento de una nueva clase de empresarios, que sostienen su existencia de manera autónoma, cultivando virtudes especialmente apreciadas en una sociedad democrática. Una parte significativa del emprendimiento innovador, nace organizado en empresas de menor tamaño y en muchos casos se mantienen así por definición de su misma actividad.
Son empresas que buscan co-crear en espacios de amplia colaboración, donde todos sus integrantes pueden aportar desde su ámbito profesional, compartir experiencias y satisfacer necesidades no cubiertas. Las personas trabajan juntas como unidades económicas prestando los más variados servicios. Sus relaciones laborales son participativas, basadas en la confianza mutua.
En ellas, convive el compromiso con el esfuerzo, lo laboral y lo humano.
Isabel Vial
Fundación Carlos Vial Espantoso