"Con el tiempo, se enseña a la gente a usar leña seca y cómo es más económico"
Claudio Zamorano, productor local, y la conveniencia de adherirse al nuevo plan de uso de combustible.
"Queremos mejorar la calidad de la leña y así descontaminar las ciudades y tener buen manejo de bosques"
Javier García, seremi de Energía de Los Lagos, y la política nacional de leña seca.
Su primer año de existencia cumple hoy en Puerto Montt, el Mercado Municipal Antonio Varas, que se encuentra ubicado en esa población de la parte alta de la ciudad y el cual consta de treinta y tres locales, con lo cual ha venido a responder a las necesidades de ese tipo de servicios de la comunidad de ese sector urbano.
El Concejo Municipal de Puerto Montt , en su reunión de ayer, adoptó la determinación de bautizar con el nombre de "Paola Vega" la escalera que accede a la población Manuel Montt de nuestra ciudad. El alcalde Gervoy Paredes señaló que esta decisión es una respuesta a las solicitudes de la comunidad local.
Siendo la calefacción y la cocción de los alimentos, factores vitales para la normal subsistencia, sobre todo, de los habitantes de la gélida zona sur austral del país y Región de Los Lagos en especial, la reciente puesta en marcha de la nueva política nacional de utilización de la leña y sus derivados -seca y sin humedad-, representa un significativo aporte a una mejor condición de vida y un avance importante en la descontaminación ambiental.
En una zona como la nuestra -de gélido y riguroso clima-, el consumo de leña es prioritario en todos los hogares sureños. La cuestión es que, hasta no hace mucho, éste era indiscriminado en cuando a la sequedad o no del producto. Lo que ha motivado densas humaredas envolviendo a la ciudad y empeorando la calidad del aire. Algo que es muy visible en calmos días sin viento.
La recomendación gubernamental a la ciudadanía -ahora- es el empleo de la leña seca en sus calefactores y estufas, procurando erradicar de sus costumbres el consumo de aquella en estado de humedad. Las ventajas calóricas y ecológicas son evidentes. Sin embargo, así como se aconseja optar por este nuevo estilo energético hogareño, es indispensable que los productores de leña dejen de llevarla húmeda al comercio y sólo vendan la que está debidamente seca, conforme al Sistema Nacional de Certificación de Leña. Lo que, a la vez, implica el debido acondicionamiento en equipos de secado para quienes se dedican a este rubro y frente a lo cual el respaldo gubernamental -conforme a políticas de emprendimiento- se hace imprescindible. Y todo lo cual, en su conjunto, necesitará desenvolverse dentro del marco regulador de una correcta comercialización y ajustada a la ley forestal en vigencia, garantizándose igualmente así el eficaz manejo de los bosques y su conservación en el tiempo para las nuevas generaciones.
Lógicamente, que si se quiere obtener una respuesta oportuna y positiva -particularmente masiva- de la población a esta nueva modalidad en el consumo de la leña, los valores de este vital artículo de primera necesidad en nuestra región, deben ser lo suficientemente razonables y accesibles al bolsillo de las esforzadas familias sureñas.
En marzo, donde la discusión sobre educación concentró la agenda noticiosa, fuimos testigos de cómo millones de estudiantes comenzaron las clases.
En la otra vereda, casi 100 mil niños, niñas y jóvenes aún continúan con sus mochilas vacías y son marginados del sistema escolar.
Esta realidad responde a que el modelo educativo formal no distingue el contexto de aquellos jóvenes que han experimentado vivencias negativas en su proceso educativo.
El entorno de vulnerabilidad acentúa las dificultades de aprendizaje presentes en cualquier grupo escolar, derivando en abandono y expulsión.
Fue en este contexto que el Mineduc durante 2015 informó que más de 90 mil estudiantes matriculados durante el año 2013 no regresaron a estudiar en 2014, y que sólo en el ámbito municipal fueron más de 48 mil los que no regresaron a clases.
Los números nos deben obligar a pensar qué será de ellos y, más aún, con qué mecanismos cuentan para volver al sistema escolar. Por otra parte, las alternativas tampoco son favorables, muchos se reducen a regresar a aquellos establecimientos desde donde fueron expulsados o integrarse al sistema de educación de adultos y exámenes libres.
Este escenario nos obliga a asumir el desafío concreto de generar políticas integrales para facilitar la reinserción educativa de quienes han abandonado los estudios.
Debemos discutir la posibilidad de incluir una modalidad que involucre a estos niños, niñas y jóvenes, que requieren una oportunidad para nivelar sus conocimientos educativos y de esta manera insertarse nuevamente en la educación formal.
Debemos visibilizar la realidad de estos jóvenes que no marchan, ni cuyas demandas son parte de ninguna reforma en nuestro país.
Director Ejecutivo Sede Los Ríos y Los Lagos, Hogar de Cristo
Edson Sobarzo.