Sobre Semana Santa
De los "dogmas" que me inculcaron mis padres y la Iglesia Católica desde niño, aún observo la creencia en la Santísima Trinidad: el Padre -Dios-, el Hijo -Jesucristo-, y el Espíritu Santo -la esencia o substancia benigna de lo inmaterial-, y la fe y esperanza en la Resurrección, de una parte. Y de otra, el respeto por la evocación anual de la muerte de "el Salvador", que conlleva ayuno y abstinencia de comer "carnes rojas" en el día de Viernes Santo, por su significancia: "la sangre derramada". Si bien esta "prohibición" -antaño rigurosísima, difundida por los curas y que incluía el día jueves- derivaba a comer pescados y/o mariscos este día, "sin importar el subido precio de ellos ni del infaltable cítrico", también era y es válido hasta el día de hoy consumir verduras, masas y/o legumbres, como se hacía/hace en mi familia, y nadie se desnutría/desnutre ni moría/muere de hambre por ello, y no se "faltaba/falta" en nada. Así las cosas, y si bien aclarando que no hay ninguna obligación de comer pescados ni mariscos en Semana Santa, no dejan de llamar la atención estos recientes dichos del obispo auxiliar de Santiago, Galo Fernández: "La letra y el espíritu a veces se contraponen. La letra había señalado privarse, y había puesto como ejemplo las carnes rojas, pero en rigor, a lo que invita -la Iglesia- es a renunciar a alimentos costosos y a compartir con los más necesitados". ¿Qué pasó con la otrora "dispensa" que había que solicitar para que un enfermo pudiera comer carne durante estos días? Nunca escuché ni he escuchado de cura alguno que diga "a falta de carnes rojas en Semana Santa, no hay nada mejor que una ricas humitas con ensalada a la chilena para los sanos, y sopa de verduras y masas para los enfermos. Pero después de, ahora sí que lo tenemos claro, y no nos dejemos arrastrar por el consumismo ni por la psicosis colectiva que se ha visto y se ve con motivo de esta evocación cristiana, como tampoco nos curemos de espanto y horror si un grupo de "provocadores ateos" realizan, con bombos y platillos, su feroz "parrillada", ¡De choros que son!, ni de aquellos que hacen de este fin de semana sus vacaciones o prolongación de las estivales. Eco: El cardenal Raúl Silva Henríquez no renunciaba en Semana Santa a comer congrio colorado, su pescado favorito. ¿Cuánto cuesta? ¿Es barato o "costoso"? ¡Se lo regalaban!
JORGE SAAVEDRA MOENA.
"Mechoneos"
Me imagino que aquellos jóvenes tan faltos de creatividad, que "mechonean" a sus compañeros, vertiendo sobre ellos toda suerte de basuras, obligándolos a mendigar unas cuantas monedas y muchas de las veces, haciendo burlas llenas de connotación sexual a las estudiantes, no son los mismos que marchan a favor del cuidado del medio ambiente y contra cualquier empresa que contra ello atente; que piden educación de calidad e igualdad en el trato entre hombres y mujeres. No, no deben ser los mismos. Sólo si lo fueran, recordarles que el cuidado por el medio ambiente, la educación y el respeto por la dignidad del otro, así como muchos otros valores, parten desde uno mismo; sólo después puedo exigirlo a otros.
PATRICIA BARRIENTOS CÁRDENAS.
Plan maestro portuario
En el editorial del 23 de marzo, se detalla que Puerto Montt amerita una fuerte inversión portuaria que valide su potencial marítimo, pero al leer los planes maestros donde se puntualiza cómo va a ser el puerto en el largo plazo, no se visualiza el estratégico potencial turístico de tipo clúster que posee nuestra región. Ojalá que el nuevo Plan Maestro resuelva preguntas claves como: qué hacemos bien, cuáles son los valores como organización y cómo debería contribuir el puerto a la ciudad. Espero que nuestras autoridades no tengan un plan, sino el sueño de tener un puerto tan atractivo como el de Barcelona y tan eficiente como el de Rotterdam.
MARCO GALLEGOS JERIA.
Techumbre peligrosa
Transito regularmente por calle Condell del sector Barrio Puerto de Pto. Montt y, ante los últimos eventos de viento sur que hemos tenido, quisiera hacer notar una situación preocupante: Buena parte de la techumbre del número 1547 de dicha calle (correspondiente al Sindicato de Marinos de Marina Mercante "Sintrapers") está en pésimo estado, levantándose violentamente con cada ráfaga. Lo que además del fuerte estruendo que causa, me origina temor de que salga volando en cualquier instante, cayendo sobre la vía pública, tanto personas como cables, siendo evidente el peligro lo que ello significa. He observado previamente tal situación, pero durante estos días se aprecia claramente que ha empeorado, por lo que hago un llamado a los encargados del recinto a solucionar el problema lo antes posible; o, si no hay recursos o voluntad, que Bomberos envíe personal para ayudar para evitar desgracias que lamentar.
RODOLFO CASTELLÓN.