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Hermanas de la Santa Cruz terminaron misión

CUNCO. Religiosas parten a La Araucanía, dejando Casa Nazaret.
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En el transcurso de la celebración de la Misa Crismal, la comunidad arquidiocesana despidió a las dos religiosas de la Congregación Maestras de la Santa Cruz, que se incorporan a la Casa Madre de Cunco, Región de La Araucanía.

Las hermanas Ana Francisca Bauer (alemana de 86 años) y María Fátima Concha (santiaguina de 88 años) recibieron un galvano del arzobispo de Puerto Montt, monseñor Cristián Caro, quien agradeció el trabajo de las hermanas que se retiran a descansar tras una larga vida de trabajo.

Esta congregación cumplió su misión en Casa Nazaret, desde los momentos mismos de fundación. Fueron llamadas por el fallecido arzobispo emérito de Puerto Montt, monseñor Eladio Vicuña, cuando estaba construyendo la Casa de Ejercicios.

Las dos hermanas permanecieron 18 años administrando Casa Nazaret y 38 como congregación. Incluso habían llegado tres, pero la religiosa Delia Blanka, también chilena, se acogió a la Casa de Cunco por enfermedad, donde falleció. Las religiosas también fueron despedidas por los sacerdotes en el almuerzo realizado el mismo día en Casa Nazaret. En la Catedral, monseñor les agradeció "de todo corazón, con nuestra admiración por su entrega silenciosa, sacrificada y rezamos por ellas, que han sido siervas buenas y fieles al Señor". La Congregación llegó a Chile en 1901 y a Puerto Montt en 1979. Ahora, la Casa Nazaret queda en manos de Fundación Casa de Ejercicio Nazaret, que dirigen Alex Gallardo, Maritza Gallardo y Ernesto Santana, un equipo de ocho personas, todos de Puerto Montt (Huelmo) y quienes llevan muchos años trabajando con las religiosas.

La hermana Francisca dice que el legado más grande que dejan es "una casa de Dios bien equipada, agradable; una casa que invita a estar con Dios".

Esta congregación realiza diversas acciones y privilegia a las personas más vulnerables de la sociedad, de acuerdo a las necesidades socioculturales de cada lugar donde se encuen- tran. Su lema es "Mujeres de esperanza", lo que quedará como recuerdo de su hermosa labor en Puerto Montt, dándole prestigio y belleza a la Casa Nazaret, donde incluso existió venta de ropa alemana que les enviaban para vender y solventar parte de sus gastos.

Humildad marca un nuevo lavado de pies de monseñor

TRIDUO. Anoche comenzó el recuerdo de la pasión y muerte de Jesús, momentos en que un mayor número de personas se acercan a Dios en diversos templos.
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mirta.vega@diariollanquihue.cl

El histórico grupo de la pastoral escolar de la Escuela Arriarán Barros, recibió el lavado de pies por parte de monseñor Cristián Caro, arzobispo de Puerto Montt, como acto de servicio y humildad en el primer día del Triduo Pascual que comenzó anoche.

Es ya tradicional que los beneficiados sean alumnos de ese colegio, por ser de propiedad arquidiocesana y para este eventos se eligen los mejores alumnos de la Pastoral.

Este año participaron los jóvenes de los dos cuartos medios: José Villarreal, Diego Nitor, Dilan Hinojosa, José Gajardo, Pablo Matamala, Francisco Cernovich, Marcelo Alvarado, Sebastián Subiabre y Fernando Isla.

El oficio realizado en todos los templos cristianos del mundo, marcó momentos reflexivos, de emoción y recogimiento espiritual, frente a los momentos que revive el mundo cristiano y que se repitió en las sedes parroquiales y capillas de la Arquidióscesis de Puerto Montt, donde hubo casi un centenar de religiosos, entre religiosas, sacerdotes, seminaristas y diáconos.

El programa de Semana Santa, después del Domingo de Ramos, tuvo también una de las celebraciones más importantes: la Misa Crismal, que se realiza el Miércoles Santo, por los ritos que allí se consagran y bendicen para las celebraciones religiosas de todo el año. "La Misa Crismal es la cumbre y la fuente de esta comunión y participación eclesial. Aquí se puede tocar la Iglesia viva, el obispo, sacerdotes, diáconos, religiosos, el pueblo fiel, seminaristas, acólitos y lo que cumplen diversos oficios en la liturgia, tales como lectores, coro, guionistas", explicó monseñor Caro.

El tradicional programa católico se inició entonces con el recuerdo del cumplimiento de la Escritura que hizo Jesús en la sinagoga de Nazareth, al comenzar su ministerio en Galilea y sobre lo cual basó su prédica monseñor Caro, refiriéndose en casi las media hora de su homilía en las citas que hicieran algunos apóstoles, santos y el Papa Francisco y que se relacionan con las palabras proféticas de Jesús, la incredulidad y el intento por eliminarlo, pero con otros dispuestos a aceptarlo. Recordó monseñor que esta Escritura se cumple porque "hoy Jesús se hace actual y se prolonga a lo largo del a historia. Jesucristo viviendo en la Iglesia es el mismo de ayer, hoy y por los siglos", dijo, ejemplarizando con lo que sucede en la Europa cristiana, donde a su juicio "se ha securalizado y que hoy vive los embates del terrorismo y se contrapone al oriental no cristiano y al África de las religiones primitivas que ven florecer el cristianismo y las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada.

En la actividad, monseñor Caro tomó la promesa de renovación de votos sacerdotales al clero, y tal como el día que fueron investidos, interrogó con varias preguntas a los sacerdotes, que prometieron una vez más seguir siendo fieles a Jesús, ante una Catedral que llenó todos sus espacios con los fieles que quisieron ser partícipes de la celebración del Día del Sacerdote, que recuerda la institución de la Eucaristía en Jueves Santo, en que Jesús celebró la Última Cena.

Luego de la promesa, cada cura concurrió ante el arzobispo, para besar la Sagrada Escritura y la estola como promesa de seguir sirviendo al Señor.

El prelado agradeció a los sacerdotes su servicio generoso y los animó en este año santo a ser ministros "de la misericordia divina, sobre todo en el sacramento de la reconciliación, atendiendo y dando a conocer a la gente los horarios de atención". En la liturgia, instó a todas las comunidades a tener semanalmente la adoración eucarística, porque "de allí brotan las vocaciones al sacerdocio, a la vida consagrada y a la vida matrimonial cristiana; como también a rezar el Rosario antes de la misa, tradición que se ha ido perdiendo", afirmó monseñor Caro.

Hoy, las actividades continúan con el Viernes Santo, en que habrá Vía Crucis en Puerto Varas, a partir de las 7 de la mañana, partiendo desde la plazuela de Antuhue hasta el Cerro Calvario de Puerto Varas.

Luego, por la tarde, a las 15 horas, se oficiará una liturgia de la Pasión en la iglesia Catedral y un Vía Crucis a los pies de la Casa Nazareth, donde se ubican las imágenes del Vía Crucis. Esta actividad tendrá lugar a las 17 horas.

Mañana, entre las 11 y 11.30 horas, habrá jornada de meditación donde los fieles acompañan la Soledad de la Virgen y por la noche, a partir de las 21 horas, habrá Vigilia Pascual a la espera del Domingo de Gloria y Resurrección.