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Plantean decretar alertas sanitarias y elaborar nueva Ley de Acuicultura por crisis del salmón

BLOOM DE ALGAS. Senadores Guido Girardi y Alejandro Navarro sostuvieron ayer una reunión en la Intendencia Regional, para analizar impacto de esta nueva crisis.
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Erwin Schnaidt Ávila

La posibilidad de decretar alertas sanitarias en los lugares donde se establezcan altos niveles de ácido sulfhídrico por la descomposición de salmones muertos, deslizó el senador Guido Girardi, tras finalizar una reunión en la Intendencia Regional.

A ella también concurrió su colega Alejandro Navarro, integrante de la Comisión de Economía del Senado, quien aseveró que la industria salmonera "está bajo sospecha".

Junto al intendente Leonardo de la Prida, el senador Girardi sentenció que "queremos que sobreviva esta actividad", junto a otras como el turismo y la pesca.

Destacó que "en la contingencia, las cosas se han hecho bien" y también se mostró partidario de proteger a los trabajadores del sector.

Por ello, planteó la posibilidad de "eventualmente decretar alertas sanitarias en aquellas zonas donde pueda haber emanaciones de ácido sulfhídrico. Porque este problema todavía no está estabilizado".

Girardi acusó directamente a las empresas como "las grandes responsables de esta crisis", derivada del florecimiento de la microalga chatonella en los centros de cultivo, que ha provocado la muerte de 24 millones de peces.

El también presidente de la Comisión de Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación, atribuyó este fenómeno tanto a las "debilidades de las políticas públicas", así como a la "codicia, que ha hecho que las empresas no hayan tenido la capacidad de aprender de la crisis del virus ISA", argumentando la concentración de concesiones en las que existe "una densidad de población de peces, que es inviable por la capacidad que tiene el ecosistema de sustentarla".

Dijo que "la industria cometería un suicidio" si es que propicia la eliminación de algunas regulaciones ambientales. Agregó que se debe avanzar en planes de relocalización de concesiones, de manejo de residuos, de manejo y limpieza del ecosistema y en uno de eliminación de la aplicación de antibióticos.

Bajo sospecha

En tanto que Navarro precisó que la actividad salmonicultora "está bajo sospecha y se le acabó el tiempo". Adujo que "si vamos a seguir con esta industria, tiene que dar garantías, sobre garantías. Porque no ha cumplido, por segunda vez".

Para Navarro "hay que hacerle un párele" y elaborar una nueva Ley de Acuicultura "que apriete", con el asesoramiento de una consultoría internacional objetiva.

Sostuvo que que también hay que medir el impacto ambiental y que "alguien lo tendrá que pagar. Esta región está pagando los costos de una industria irresponsable".

Expuso que "las Bolsas internacionales alzaron el precio de las acciones de las salmoneras y los mercados internacionales subieron el precio del salmón. Es decir, alguien ganó y está claro que fueron las salmoneras; pero alguien perdió, que es la Décima Región, los trabajadores y el medio ambiente". Postuló la necesidad de conformar una comisión investigadora de la Cámara de Diputados.

Reconoció que también falló la fiscalización de Sernapesca, ya que esa entidad no cuenta con los recursos suficientes para ello "y tiene que trabajar con los datos de la industria".

Expuso que "hay que endurecer la fiscalización, porque esta región no soporta una tercera crisis, y aún estamos en medio de la segunda".

Navarro puntualizó que "esta carga que le entregamos a Sernapesca, hace imposible que se cumpla fielmente con la ley, porque no tiene capacidad ni en número de profesionales ni en infraestructura".

Por ello, expuso la necesidad de fortalecer ese servicio, además de crear un Ministerio de la Pesca y Acuicultura, ya que "no basta con tener una subsecretaría".