Paulatinamente, pero con seguridad, en los últimos lustros, Puerto Montt se ha ido poniendo al día en materia de infraestructura deportiva. Lo que ha sido una de sus principales y más sentidas falencias hasta nuestros días, aunque tras el reciente Mundial Sub 17 de Fútbol, del que nuestra ciudad fue una de sus subsedes, la capital regional podrá, por fin, disponer de modernos recintos para el desarrollo del popular deporte en poblaciones como Antonio Varas, Alerce, Anahuac y Estero Lobos, cuyas juventudes -hombres y mujeres- soñaban con equipamientos dignos donde cultivarse como deportistas.
Algunos de estos reductos futbolísticos no estuvieron oportunamente listos -tal y como había sido el compromiso de las autoridades- como apoyo al referido certamen internacional, pero ahora se están terminando y serán un valioso capital deportivo para Puerto Montt.
Frente a la posibilidad de contar con estas nuevas obras, es lógico el interés y ansiedad que ello ha despertado, sobre todo en el fútbol amateur de las barriadas porteñas. Donde todos anhelan estrenar cuanto antes los flamantes adelantos deportivos, ya como jugadores o espectadores.
Sin embargo, todavía quedan importantes tareas y desafíos por cumplir en la palestra emprendedora de la estoica cultura física porteña, en cuanto a infraestructura y equipamiento, donde una endémica precariedad ha sido parte de su historia.
El remo sigue soñando con su casa de botes. Los ciclistas no dejan de aspirar a contar con un velódromo. Los aficionados al automovilismo deportivo, esperanzados, planifican un escenario para sus actividades y competiciones. Para estas tres propuestas ha habido buena acogida a nivel de autoridades, por lo que se espera que en el mediano plazo se puedan, al fin, iniciar estos requeridos e indispensables proyectos deportivos.
Así como avanzamos en construcciones para los deportistas y sus seguidores, se confía en que éstos sabrán responder dignamente cuidando esos adelantos y con los mejores rendimientos y resultados para prestigio y honor de Puerto Montt.