Marzo es un mes reconocido por transformarse en el "reinicio" oficial del trabajo y los grandes desafíos anuales. Para nuestro Gremio no es distinto. En los próximos días, siendo socios de Fedeleche, estaremos todos los productores a nivel nacional, cuadrándonos de forma clara y contundente, con una tarea que tenemos pendiente, pero que en ningún caso hemos olvidado: la demanda ante el Tribunal de la Libre Competencia, contra tres de las principales industrias procesadoras, quienes creemos con antecedentes sólidos -y varios nuevos que prontamente daremos a conocer-, han impedido que el mercado opere de manera competitiva, haciendo mal uso de su poder dominante, gracias a que cuentan con más del 80% del mercado nacional a su haber.
Esta no es una situación que esperamos se resuelva sólo en favor de los productores del país, sino que a su vez, buscamos todos, como un equipo afiatado, lograr un resultado ejemplar para nuestro país, que deje en claro que el abuso explotativo contra los productores como el que impulsan estas industrias durante los últimos años, es sumamente grave e intolerable para cualquier sistema de defensa de la libre competencia, y no puede ni debe volver a repetirse en la historia de Chile.
Creemos fielmente que es una meta noble, algo que le hará bien al país.
Para no olvidar: Entre septiembre de 2006 y abril de 2014, los productores dejaron de recibir a lo menos US$737,8 millones de dólares, como consecuencia del abuso de estas empresas. Llevar adelante esta conducta les ha resultado muy lucrativo, por cuanto de toda esa renta económica, algo más de US$232 millones de dólares quedaron en manos de Soprole, US$188 millones de dólares en manos de Nestlé y US$114 millones de dólares en manos de Watt's. El resto quedó en manos de los demás procesadores que, dado este abuso, finalmente reaccionan siguiendo los precios que pagan Soprole, Nestlé y Watt´s.
De haber pujado Soprole, Nestlé y Watt's por comprar leche cruda en dicho período -como debería haber sucedido en un mercado competitivo- toda esa renta, es decir, los US$737,8 millones de dólares, hubiese quedado en manos de los productores, que son aquellos a quienes pertenece legítimamente. Sin embargo, no lo hicieron y el precio de la leche cruda no subió. En promedio el precio efectivamente pagado durante este período fue de alrededor de $182,2/l. De haber sido competitiva la compra, el precio hubiese sido $31,5/l mayor.
Estamos conscientes de que nuestro negocio es volátil, pero cuando se pagaron precios históricos a nivel internacional, esas rentas no llegaron a los bolsillos de los productores chilenos. Más claros y sencillos de entender, no podemos ser.
Rodrigo Lavín
Presidente Agrollanquihue