Así como, a menudo, la comunidad porteña, y especialmente nuestro Diario, acentúan su clamor en pos del logro de obras de adelanto para la ciudad, se solucionen problemas urbanos urgentes y se diseñe más armoniosamente el desarrollo de Puerto Montt, debemos ser justos también para agradecer y destacar las reacciones oportunas, resolutivas y ejecutoras de nuestras autoridades. Como, últimamente, lo han demostrado al determinar la materialización del Museo de Monte Verde en el predio del otrora complejo petrolero y también con la reciente decisión de concretar de una vez por todas la dilatada restauración de la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria de Carelmapu.
Esta gratísima noticia coincide con la celebración, hoy 2 de febrero, de la Fiesta de la Candelaria en la tradicional caleta regional, donde cada año se congregan miles de devotos marianos sureños y de otras zonas del país. Sin embargo, lo que más ha apenado a los fieles en los últimos años es no poder disponer del referido templo -que es Monumento Nacional- (y que hasta ahora no ha podido reponerse de su calamitoso estado), para festejar y honrar, como históricamente se ha hecho, a la señera Virgen de la Candelaria.
Para que, al fin, la señalada obra reconstructiva se haga realidad, el Gobierno Regional, encabezado por el intendente Leonardo de la Prida, dispuso -por la vía de la administración delegada- que sea la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas que lleve a buen término el proyecto. Mientras tanto, se irá viabilizando la inversión que es del orden de los mil 700 millones de pesos.
Es todo caso, el plan se inserta en el tema patrimonial, que tiene especial importancia en la gestión gubernamental y de Estado, como lo reiteró la máxima autoridad regional.
El contento es generalizado en la localidad pesquera carelmapina, en la feligresía mariana y también en los adherentes a la historia local. Por fin, en los años venideros podrán conmemorar como Dios manda, en cada 2 de febrero, a Nuestra Señorade la Candelaria en el templo que ha sido la casa y refugio de la sagrada imagen desde los pretéritos tiempos fundacionales y precursores.