Con la llegada del verano, se multiplican los eventos en las diversas comunas de la provincia, con el fin de atraer turistas y ofrecer también, una real alternativa de distracción para los miles de habitantes de la zona que por diversas razones, vacacionan "en casa". De esta manera, no hay excusa para aburrirse en el período estival, porque las opciones de entretención abundan. El problema en consecuencia no está allí, sino que está en la programación de cada una de estas actividades, que muchas veces coinciden con otras, compitiendo entre sí. Ciertamente cada municipio es autónomo en la planificación e inversión de sus recursos para estos fines, y de seguro lo hacen con el mejor espíritu de intentar ofrecer el mejor verano posible a sus habitantes; pero muchas veces esas buenas intenciones chocan con intenciones similares del municipio vecino, y se producen "topones de fecha" en eventos que quizás, si se hubiesen planificado en fechas distintas, hubiesen tenido aún mayor convocatoria. En este contexto, sería interesante quizás, explorar para la temporada venidera, alguna suerte de coordinación desde un organismo provincial, como la Gobernación por ejemplo, para justamente potenciar el verano en su conjunto, y con una visión más macro y que fortalezca la oferta como un gran destino y no sólo como el "gancho estival" de cada una de las comunas. Porque cuando hablamos del encadenamiento productivo o de los nodos turísticos o del fortalecimiento de destinos más extensos en el territorio para mejorar la oferta y así aumentar la estadía en nuestra zona; también debemos preocuparnos de estos pequeños grandes detalles, que con una mejor planificación, mejorarían ostensiblemente la oferta y permitirían la construcción de un circuito potente y extenso, con el cual ganaríamos todos. De cara al inicio de un nuevo período edilicio, ya que en enero de 2017 se estarán estrenando las nuevas autoridades municipales, y las actividades no estarán contaminadas por los períodos pre-electorales, quizás sea el momento para que comencemos a planificar los veranos de esta extensa provincia y quizás después podríamos llegar incluso a una planificación regional, que nos potencie como un macro destino, con múltiples panoramas, muchas fortalezas y pocas debilidades. Si basta con revisar los presupuestos que cada comuna destina a estos eventos, para soñar por ejemplo con un mega festival que sea el gran cierre del verano; pero ciertamente los intereses particulares conspiran con una mirada más amplia, pero que sin embargo, en ciertos aspectos, se puede ir afinando para que sigamos consolidándonos como el gran destino del sur de Chile.

El sábado, las velas multicolores de las distintas embarcaciones que llegaron hasta esta latitudes para participar de la Regata Islas de Chiloé, ofrecieron un bello espectáculo en la costanera de Puerto Montt. El día soleado, la brisa y las naves deportivas nos entregan un mensaje, el de recuperar nuestra identidad náutica, el que nuestra vuelva a mirar hacia el mar, integrando a su bahía a su quehacer y desarrollo.

Si bien se han ejecutado una serie de estudios para el ordenamiento del borde costero, hoy se hace necesaria una intervención en el sector urbano de la ciudad, con el fin de recuperar nuestra Costanera como paseo familiar, atractivo turístico y polo comercial y gastronómico. Eso fue precisamente lo que buscó la extensión de la doble vía hacia la caleta Pichi Pelluco, inaugurada por la entonces ministra de Obras Públicas Loreto Silva, el generar una vía estructurante que junto con aportar a la descongestión vehicular del sector, ofrezca la extensión de la vista a la bahía a través de un recorrido peatonal con un alto valor paisajístico.

El desafío de las nuevas autoridades, en espacial con la extensión de esta doble vía hacia Pelluco va más allá que diseñar una "buena calle" para los automóviles. Sino que debe también a apuntar a establecer una conexión espacial de Puerto Montt y su mar, facilitando el desarrollo de la actividad turística en su trazado.

Otra tarea pendiente, para poder consolidar los atractivos de nuestra bahía como un eje preponderante del desarrollo económico y social de nuestra ciudad es incrementar la seguridad pública. Los puertomontinos y quienes nos visitan, debemos recuperar la confianza de utilizar nuestra Costanera como un paseo familiar, pero para ello el riesgo que hoy genera algunas actividades ilícitas, como el comercio ambulante, debe ser minimizado.

A Puerto Montt llegan los cruceros, en Puerto Montt nace la Carretera Austral, aquí parte el Chile de fiordos y archipiélagos. Los elementos para nuestro desarrollo están presentes, sólo depende de los puertomontinos y sus autoridades el convertir esta oportunidad en un elemento de desarrollo real para todos.

Por Jaime Brahm Barril,

ex intendente de la Región de Los Lagos.