Finalmente, la discusión sobre la reforma laboral fue postergada para marzo. El debate, por tanto, se extiende. Sin embargo, tanto los argumentos reflejados hasta ahora en los medios como las polémicas entre los voceros de las instituciones que están atentos al curso de esta legislación, parece reducirse a puntos específicos del problema: formas y límites de la sindicalización, negociación colectiva y extensión de los beneficios a los no inscritos, y también el polémico reemplazo en huelga. Sin restarle importancia a estos asuntos, hay que reconocer que son aspectos bastante puntuales en una materia que es mucho más grande y contundente.
En Chile lamentablemente, hay empresarios y sindicalistas -no todos, pero los hay- que parecen no asumir que estamos en el siglo XXI y pretenden, por tanto, mantener un estatus quo propio de la centuria anterior.
Las necesidades propias del desarrollo del siglo XXI no pueden abordarse con los criterios y conceptos del pasado. En materia laboral, los nudos entre trabajadores y empresarios ya no se limitan a la disminución o negación de los derechos y dignidad de los primeros, o a la falta de retribuciones adecuadas por el esfuerzo de sus contribuciones al crecimiento y al desarrollo de las sociedades y sus economías.
Hoy, el desafío apunta a comprender los derechos de los trabajadores más allá de los puntos específicos para corregir o enmendar en la legislación laboral vigente, que se inclina injustamente a un sector de la ecuación entre capital y trabajo.
Si queremos enfrentar los temas de fondo, esta reforma -necesariamente- debe ir más allá de los aspectos que hoy se están discutiendo y que generan debate y polémica. Debemos repensar la relación entre capital y trabajo, entre empleadores y trabajadores, entre gremios empresariales y sindicatos, porque no hay reforma laboral sin reforma empresarial. Son materias que se relacionan unívocamente.
Ahora que hay más tiempo resulta razonable que trabajemos con más ahínco en ampliar los contenidos y límites del proyecto.
Así durante el receso del legislativo en febrero, podemos hacer algo más que leer los best sellers de moda y dedicarnos algún tiempo a reflexionar sobre una mejor legislación laboral, que haga justicia con los trabajadores y que proponga un nuevo y mejor comportamiento empresarial para el beneficio del país.
Rabindranath Quinteros Lara.
Senador Región de Los Lagos.