El excepcional buen clima que hemos tenido en enero en Puerto Montt y la zona -amablemente cálido, apacible, luminoso, sobre todo por las tardes-, ha puesto de manifiesto -en todo su esplendor- los notables atributos marítimos que distinguen a esta capital regional. Y que, multitudinariamente, son preferidos por los visitantes. Los mismos que, al llegar, lo primero que hacen es acudir al sector de Angelmó, para integrarse a los recorridos navegables en torno al área insular de nuestro puerto, empapando el alma de bellos paisajes marinos, cuya fauna y flora completan una experiencia veraniega inolvidable en el puerto portal de ingreso a la siempre mágica Patagonia.
El sindicato de fleteros porteños, sin duda, cumple un importantísimo rol en el buen funcionamiento de este llamativo y cautivante turismo de paseos marineros. La experiencia, destreza como navegantes y vocación de hombres de mar, -debidamente equipados para proteger a sus pasajeros-, son la mejor garantía de seguridad y placenteros viajes en derredor de la gran isla Tenglo o circundando a las aledañas Maillen y Huar, así como también por Ilque, donde yacen prehistóricos conchales.
En el marco de estas atractivas excursiones canal Tenglo adentro, sería muy bien visto coordinar la presentación de algunas competiciones de remo, encabezadas por los campeonísimos de la rama de boga del Club Estrella Blanca. Comenzando por exhibiciones, para posteriormente en los años que vienen organizarlas en un nivel interregional en calidad de un suceso con sello propio. Todo esto en aras de un mayor enriquecimiento en atractivos para estos tours navegables, cada vez más apetecidos por los turistas de verano.
También, en los próximos años, cuando las playas de Pelluco alcancen el rango de Balneario, los actuales periplos turísticos bien podrían alcanzar hasta allá e incluso disponer de un embarcadero para iniciar desde allí también esos paseos marineros.
Puerto Montt, el gran puerto del sur patagónico de nuestro país, debe hacer valer ese privilegio en todos los frentes del desarrollo. Pero, sobre todo, en el del turismo, su principal pilar económico y futurista.