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Concejo aprueba 60 millones de pesos para farmacia popular

APORTE. En una primera etapa, local priorizará a adultos mayores, celiacos y enfermos postrados.
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Crónica El Llanquihue

El Concejo Municipal de Puerto Montt aprobó un presupuesto de 60 millones de pesos para financiar la puesta en marcha de su programa de farmacias populares.

En una primera etapa, los principales favorecidos serán los adultos mayores, que serán los beneficiarios del Programa municipal Asiste, mayores de 60 años; los celiacos y los enfermos postrados.

Según explicó el alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, todos los beneficiarios considerados en esta primera etapa, deberán estar inscritos en el sistema de salud municipal y en el Registro Social de hogares (antigua ficha de protección social).

El alcalde Gervoy Paredes destacó que "con esta aprobación, podemos decir que estamos ad portas de tener, además, disponible el arriendo de un espacio óptimo en el centro de la ciudad para instalar la primera farmacia".

La autoridad explicó que además de un local en el centro de la ciudad, el municipio espera sumar otros dos, en Alerce y en Mirasol.

En la Municipalidad confían en que, con la ayuda del Ministerio de Salud, en los próximos dos meses estarían en condiciones de abrir al público el primer establecimiento.

Según expresó Jacqueline Paz, directora de Dideco, esta iniciativa se está desarrollando bajo la supervisión del Ministerio de Salud, a través de la Seremía de Salud regional, y contemplará la compra de medicamentos a Cenabast, de acuerdo a las prioridades establecidas por los equipos técnicos de Salud municipal.

Además de los fármacos distribuidos a través de la Cenabast, en la Municipalidad esperan realizar licitaciones públicas para conseguirlos.

Para tener acceso a los medicamentos, los primeros beneficiados del público objetivo deberán inscribirse previamente, además de contar con la receta respectiva.

Paz recalcó que los medicamentos que entregará, a un costo menor, la farmacia popular de Puerto Montt, serán los que no cubra el consultorio y hospital para los tratamientos de los pacientes, de acuerdo a la receta médica que tengan.

La iniciativa municipal sigue el modelo instaurado por la Municipalidad de Recoleta con su farmacia popular.

Útiles vienen con pendrive

El Concejo Municipal de Puerto Montt, en una sesión anterior, también aprobó la entrega por tercer año consecutivo de útiles escolares y mochilas a los más de 23 mil alumnos de la educación municipal, según destacó el concejal Héctor Ulloa. La autoridad informó que la inversión alcanzó a $860 millones, los que serán aportados por el Programa Subvención Escolar Preferencial, SEP. La novedad de este año es la entrega adicional de un pendrive para los alumnos de 4 medio.

Dibam, Consejo, territorio

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L a huelga de la Dibam (Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos, por si alguien no se acuerda) no tuvo el mismo impacto público que la del Registro Civil; obvio, el trámite burocrático de la identidad no se compara con la identidad cultural. Ni en los museos ni en las bibliotecas había filas de gentes ansiosas esperando turnos éticos. El paro finalizó con la firma de un acuerdo marco, la situación nos permite reflexionar sobre esta nueva institucionalidad que surgiría con el nuevo Ministerio de la Cultura. La primera sensación que tengo como usuario de los servicios culturales, es que los funcionarios que se movilizaron no nos tienen muy en cuenta, en el sentido que sólo les preocupa su situación laboral y corporativa en el nuevo ordenamiento; dudo que su preocupación sea la implementación de políticas públicas. Siento que les hacen el juego a sus empleadores, cuyo único interés tiene que ver con un mero trámite legislativo que le dé continuidad a una dinámica política. Sentía algo parecido con los profesores que sólo les preocupaba la cuestión reivindicativa, sin tocar el modelo educativo. En pleno conflicto Dibam me acerqué a la Biblioteca Santiago Severín de Valpo para pedir alguna información local sobre el asunto y fui maltratado por un funcionario que me dijo que estaba todo en los medios. Recordé de inmediato las bibliotecas públicas municipales feas y a mal traer que me tocó padecer en algunas localidades. No pretendo generalizar, pero son estos detalles los que construyen diferencias. Pocos días antes yo había recibido un correo que me solicitaba darle visibilidad mediática a la demanda de los funcionarios. Y puedo estar de acuerdo con sus peticiones en relación a las condiciones de su traspaso de un ministerio a otro y de que no se habrían cumplido compromisos al respecto, pero lo otro, como es el patrimonio esquivo, el quiebre del modelo bibliotecario o todo el abanico archivístico que ofertan las ciudades como ejes memorísticos, de eso, nada. Como trabajador independiente de la cultura colaboré alguna vez con la biblioteca municipal de San Antonio, junto a otros colegas. Ahí fui testigo de algo que la nueva institucionalidad debiera enfrentar, porque esas bibliotecas suelen tener una doble dependencia: por un lado el municipio y por otro, el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas, pero que en la práctica la corrupción municipal las interviene, ya sea pagando favores políticos o con la comparecencia de poderes fácticos que las utilizan como plataforma de poder. El resultado es que en esas bibliotecas (y también museos) no siempre trabaja gente profesional, como bibliotecarios o antropólogos, sino especuladores de toda laya, cuestión que en su oportunidad, cuando yo participaba de un gremio de escritores, denunciamos, sin resultado, por cierto. En resumen, no les tengo mucho cariño a los funcionarios del Estado, y menos en esta área, creo que utilizan el modelo del desprecio, igual que sus jefes y no parecen amar su pega, da la sensación de que sólo quieren jubilar. Veo una distancia insalvable entre las bibliotecas y los museos, y los territorios en que están instalados. Hay una mediación que siempre está al debe. Ojo, esto puede ser una generalización y una imagen personal, pero no percibo una buena energía institucional, sólo voluntad corporativa. Como usuario deseoso quisiera ver a las comunidades volcadas genuinamente hacia el libro y el patrimonio, con un modelo acogedor de gestión.

Por otra parte, la mecánica administrativa que los considera servicio o subsecretaría, corresponde a paradigmas sistémicos que no son de interés público, sobre todo porque esas decisiones acontecen entre cuatro paredes, y es difícil, en este contexto, que sea de otro modo. Quizás esta disputa entre la Dibam y el Consejo represente las dos modalidades del mundo cultural, por un lado el área más de creación y, por otro, la de conservación, dicho a la bruta.

POR Marcelo Mellado*

* Escritor y profesor de Castellano. Es autor de "La batalla de Placilla" .

En resumen

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-¿Cómo se fue gestando este libro en tu cabeza?

-Me motiva investigar al poder, y abrir ese telón para que los ciudadanos vean lo que ocurre tras las bambalinas del poder. Ahí el dinero juega un rol fundamental. Encontré un cóctel muy peligroso: una concentración extrema del poder económico en poquísimas manos, sumada a la falta de barreras para frenar que ese poder económico se convierta en poder político. El poder del dinero es la mayor amenaza que enfrenta hoy la democracia chilena. Descubrí historias inéditas que se cuentan en el libro, como la "caja chica" que manejaba Piñera desde La Moneda, o las presiones de Lagos sobre reguladores para favorecer a empresas españolas.

-¿Cuánto reporteo hay detrás, cuántas fuentes consultadas?

-Muchísimo reporteo. Son 15 meses de trabajo intenso, con cientos de entrevistas en on y en off, extensa bibliografía y consultas con expertos en distintas áreas. Logramos antecedentes hasta hoy inéditos, como la lista de las 1.286 empresas que financian la política en Chile. Y a partir de esos datos, hasta hoy secretos, podemos entender cómo los 20 mayores grupos económicos de Chile influyen directamente en las leyes y regulaciones que les afectan. Y eso influye en la vida de las personas: en los intereses que cobran los bancos, en las decisiones que las AFP toman con plata que sale de nuestros sueldos, en las colusiones, en la impunidad para delitos de cuello y corbata, etc.

-Antes el "lector de noticias" no reporteaba. ¿Por qué saliste de esa aparente comodidad?

-Sentarte frente a la cámara y leer un par de notas, puede matar a un reportero. Yo soy periodista, no "rostro" de televisión, y eso significa hacer la pega completa: presentar noticias, pero también comentar con fundamento, entrevistar a los protagonistas, reportear en terreno, escribir una columna en una revista o conducir un programa de radio. Y escribir un libro después de una investigación profunda es una enorme satisfacción; es sentir que pudiste llegar al fondo de un tema que te apasiona, obtener datos que estaban ocultos y combinar un marco teórico con una narración que haga la historia cercana y entretenida. Hacer periodismo, en resumen.

PAra su último libro, Daniel matamala invirtió 15 meses de trabajo e hizo cientos de entrevistas.

3 preguntas

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Daniel Matamala es periodista con un master en Columbia, locutor, presentador de noticias y rostro ancla en CCN Chile, desde el año 2012.

Está dedicado también a la investigación, a la radio y a escribir columnas. Ha escrito tres libros y su última obra es "Poderoso Caballero, el peso del dinero en la política chilena".

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