La brillante y medallista notable actuación del plantel remero del Club Estrella Blanca de Puerto Montt, cumplida recientemente en las aguas del río Calle-Calle en Valdivia, donde se libró el Campeonato Nacional de la especialidad, junto con ser una alentadora satisfacción que honra al deporte de esta capital regional, constituye -sobre todo- el mejor argumento de los merecimientos que aquí hay para que se agilice de veras el proyecto de construcción de la Casa de Botes para la boga puertomontina. Recinto, tipo palafitos, que existió desde comienzos del decenio de 1940 y que en 1962 se demoliese debido a la ampliación de la caleta de Angelmó. Año desde el cual la disciplina del remo no ha logrado consolidar el prestigio que obtuviese en aquello años, gracias a su refugio propio y a un estímulo más permanente.
A falta de ese indispensable equipamiento, los esforzados y perseverantes bogadores estrelleros han tenido que allegarse al Club Náutico Reloncaví, que les ha aportado una muy cálida y generosa acogida, permitiéndoles realizar una digna preparación y desarrollo de sus actividades. Mientras que la Municipalidad porteña ha sido también un respaldo muy valioso para el espíritu de superación de los pujantes muchachos de la tricota azul, que ellos agradecen hondamente.
No cabe duda, que esta deficitaria realidad infraestructural no deja de preocupar y de llamar la atención, tratándose de un puerto de aguas muy tranquilas y considerado la puerta de acceso marítimo a la Patagonia, que, por consiguiente, debiera sobresalir ventajosamente en los deportes marítimos. Pero no es así, mal que nos pese. Mientras no se edifique el complejo náutico que tan necesita el remo desde hace varios decenios y que ha venido clamando cada vez con mayor fuerza en los últimos lustros, las mansas aguas del hermoso canalizo y rada local seguirán solitarias y desperdiciadas para una actividad como la boga que debiera mantener allí una dinámica permanente. Sobre todo, desde la juventud de nuestros planteles educacionales y, por cierto, de los clubes locales que, como Estrella Blanca, a pesar de las carencias, luchan sin desmayos y se agigantan cada cierto tiempo conquistando magníficas preseas a nivel nacional e internacional.