Uno de los proyectos, ya emblemáticos, que tiene Puerto Montt, porque se arrastra desde hace tiempo sin que se concrete, es el del muy mentado Bulevar en la céntrica calle Antonio Varas, donde incluso quedan algunos pilares que revelan que, alguna vez, iba en serio y se quiso, al menos, dar comienzo a la anhelada obra, quedando al final sólo en eso: en truncadas intenciones.
Ahora, ha renacido con bastante fuerza e impetuosidad la voluntad -municipal- de rescatar el proyecto y de actualizarlo como corresponde, a fin de conocer a ciencia cierta la cifra económica que se requiere para hacer realidad de una vez por todas el anhelado equipamiento moderno y turístico de la principal calle céntrica de esta capital regional. A la que se busca proteger de los aguaceros, peatonalizar, soterrar el cableado aéreo, optimizar el sistema de evacuación de aguas lluvias, potenciar la iluminación nocturna, ampliar las veredas, entre otros aportes de ornato.
Puerto Montt, en su calidad de capital de la Región de Los Lagos, por su influencia cada vez mayor como nexo de la zona sur austral patagónica -por aire, mar y tierra-, centro de servicios y polo de irradiación turística-, está llamado a un urgente desarrollo y fortalecimiento de esas fundamentales cualidades y así no quedarse en un simple prospecto sin destino.
De ahí que toda determinación que se adopte -desde la autoridad- en esa orientación de empoderar, dar progreso y modernizar a nuestra gran ciudad-puerto, -sobre todo en materia de conectividad, potenciamiento portuario y patrimonial, y avance turístico-, es tremendamente bienvenido por los puertomontinos y visitantes.
Convengamos, por lo demás, que nuestra calle Varas, -la más concurrida de la ciudad-, en las condiciones de deplorable deterioro y atraso en que se encuentra, ya no resiste más. Plagada de hoyos de todos los tamaños en sus veredas y calzada, asfixiada por el desorden que causa el comercio ambulante, entre otras falencias como la contaminación visual de los cables y la deficiente energía luminosa, amerita con urgencia de una intervención a fondo. La que justamente puede surgir del soñado proyecto Bulevar. Sinónimo de progreso y mejor calidad de vida.