Marcelo Galindo Gallardo

En módulos separados de bajo compromiso delictivo, permanecen los dos imputados por el crimen de Viviana Haeger Masse en el penal de Alto Bonito, sin vigilancia especial de parte de Gendarmería.

Su llegada no fue traumática, como se pensaba. La población penal tuvo un buen comportamiento, y no se registraron pifias y menos insultos, como ocurrió en Puerto Varas cuando ambos detenidos salían en carros de Gendarmería desde el Tribunal de Garantía.

Ayer almorzaron tallarines y Jaime Anguita lo habría hecho en una escasa cantidad.

El ingeniero civil permanece en el módulo 91 de reclusión especial, en una celda individual, en una zona del presidio donde sólo hay mayores de 60 años.

José Pérez, el presunto sicario, se encuentra en el módulo 89, también de reclusión especial, donde hay imputados de bajo compromiso delictual y de buen comportamiento.

Contacto

Las secciones en la que están ambos imputados no registran más de 30 reclusos. Tampoco comparten patio y las visitas son en forma separada.

El director regional de Gendarmería, coronel Alejandro Troncoso, confirmó que se tomaron las medidas solicitadas por el Juzgado de Garantía de Puerto Varas.

"Lo único que le pidió el tribunal a Gendarmería fue que no tuvieran contacto entre ellos, de ningún tipo", dijo el oficial.

Los derechos de Pérez y Anguita son los mismos de todos los imputados, permanecen con la ropa que llegaron, pero sin los cordones de los calzados.

La jornada de ayer fue tranquila, especialmente para Anguita, quien ha intercambiado algunas palabras con otros reclusos.

El desayuno es después del desencierro desde las 9.30 horas, el almuerzo a las 12 y antes del encierro es la cena, alrededor de las 17 horas.

Distinto a la situación de Jaime Anguita, a José Mansilla se le ha observado más activo, pero con escaso diálogo con el resto de los reos.