Críticas
Aprovecho la oportunidad que nos da nuestro diario para expresar nuestro sentir.
Con mucha pena al leer los comentarios en la web que hacer ciertas personas sobre la Teletón.
Me queda más que claro que en este país sólo se crítica… todo se critica… muy pocas veces se agradece y se considera el esfuerzo de los demás.
Ojalá que estas personas que se creen tan autovalentes nunca tengan la necesidad de tocar puertas a esta gran institución, como lo es la Teletón.
Seamos más positivos y no destruyamos las obras buenas con críticas mal intencionadas, no todos son corruptos, ni todos estafadores, "de que los hay los hay", pero también hay gente buena, generosa, solidaria, que sufre con el dolor de los demás sobre todo el sufrimiento de los niños.
LIDIA CÁRDENAS
El otro lado de la PSU
Así como muchos me toco dar la PSU este año, sin duda unos de los hitos más importantes en el aspecto académico. Bueno hasta ahora.
Sin embargo hay un componente que uno nunca puede ponderar: la salud. En mi caso la epilepsia, enfermedad caracterizada principalmente por accesos repentinos, con pérdida brusca del conocimiento y convulsiones, que no le es ajena, así como otras enfermedades crónicas, a un buen porcentaje de chilenos.
Lamentable es cuando el factor PSU junto con el factor crisis de epilepsia coinciden, frustrando así un año de esfuerzo y dedicación.
Peor aún es cuando Demre se niega a aceptar este tipo de situaciones respondiendo con un simple "espere un año".
De aquí casos como el mío, con situaciones de la más amplia gama y por culpa de una falta de política pública al respecto es que nuestro futuro se ve perjudicado, por eso, ya no para mi, si no para futuras generaciones.
Urge revivir el debate sobre hacer más Pruebas de selección universitaria al año o citaciones especiales para poder continuarla en casos extremos en el corto plazo y así poder disminuir el impacto.
MARJORIE TORRES
El combate a Isis
Pasadas tres semanas de los brutales atentados en París, las reacciones han seguido una lógica predecible. Junto con la inmediata respuesta de Hollande, al prometer una lucha 'sin piedad' contra ISIS, y del apoyo explícito de EE.UU. a incrementar las operaciones militares contra el Estado Islámico, también hemos observado la reciente aprobación del Parlamento británico para bombardear Siria.
Por supuesto que el efecto de todo esto será, cuando mucho, marginal.
Organizaciones como ISIS no pueden ser derrotadas por la fuerza. El descalabro en Siria jamás será resuelto con bombardeos aéreos y suponer que lo será es fantasioso.
Más aún, cada incremento en operaciones militares aumenta la probabilidad de causar muerte de civiles, lo que a su vez entrega mayores motivaciones a las poblaciones locales para unirse a organizaciones como ISIS y mantener el ciclo de violencia terrorista.
Consecuentemente, es necesario entender cuatro cosas: primero, la lucha contra el terrorismo es una lucha por la narrativa, las ideas y los valores.
Y la respuesta occidental debiese ser, paradójicamente, mayores grados de democracia, de libertad, de integración y de defensa irrestricta al multiculturalismo. Segundo, el conflicto en Siria debe comenzar a resolverse siguiendo un criterio político.
El plan del ministro ruso Lavrov (llegar a acuerdo al 1 de Enero de 2016 y elecciones 18 meses después), parece a primera vista razonable.
Tercero, la libertad de expresión en Europa tiene límites, y éstos se encuentran, por ejemplo, en discursos de mezquitas que fomentan la división y el odio, pero también en partidos de extrema derecha que aprovechan la situación actual para publicitar su xenofobia y racismo.
Ambas expresiones debiesen combatirse con fuerza y valentía.
Y cuarto, la derrota del terrorismo implica un esfuerzo a largo plazo, donde debiesen privilegiarse políticas de desradicalización e integración, por sobre el intento (simbólico) de arrasar con un país que se encuentra sumido hace 4 años en una guerra civil.
GUIDO LARSON BOSCO, ACADÉMICO , UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO