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Persisten barreras para el normal desplazamiento de discapacitados

FALENCIAS. Agrupaciones dieron a conocer sus principales inquietudes. Desde Senadis esperan que nueva ordenanza de urbanismo venga a remediar los actuales impedimentos.
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Que en uno de cada tres hogares de la Región de Los Lagos viva una persona con discapacidad, es una realidad que motiva a extremar las medidas para hacer de nuestras ciudades un lugar más amigable para el desplazamiento de estas personas.

Ayer, con motivo de la Segunda Feria de la Discapacidad que organizó la Oficina Municipal de la Discapacidad, junto a equipos de Rehabilitación de la Red de Atención Primaria Municipal, pudimos conocer la opinión que existe al respecto, entre algunos de los participantes en ese encuentro que tuvo lugar en la Plaza de Armas de Puerto Montt.

Tras hacer un breve sondeo entre organizaciones asistentes, el diagnóstico no fue favorable: sigue habiendo barreras para su desplazamiento y acceso.

Eva Labbé es secretaria de la Agrupación de Discapacitados del Cesfam Angelmó, para quien uno de los problemas es la falta de cultura de los pasajeros de la locomoción colectiva. "Algunos niños no dan el asiento reservado para discapacitados", expuso. Agregó que ella posee su carnet que la individualiza como discapacitada, pero se quejó que "muchos todavía no lo tienen. Estamos trabajando para eso", agregó.

La dirigenta apuntó también a la falta de ascensores en algunas reparticiones públicas, como el edificio central de la propia Municipalidad.

También en alerce

Mientras que Eliana Chávez, presidenta de la Agrupación "Avanza Conmigo" de Alerce, reclamó por la falta de infraestructura que facilite sus traslados. "Hay muy poco. Hay más obstáculos, sobre todo en lo que es transporte", aseveró.

De acuerdo a su propia experiencia, los mayores problemas se presentan en el acceso a las micros (taxibuses). "La gente que quiere subir a una micro y anda en sillas de ruedas, no tiene una opción. Porque las micros no están preparadas para recibirlos. Aparte de eso, muchos conductores no se dan el tiempo para esperar a que se suba una persona discapacitada", detalló.

Eliana Chávez reveló que la falta de pavimento en calles de Alerce Histórico también representa una valla para los discapacitados. A ello sumó que en el Cesfam del sector no hay suficiente espacio para ingresar en sillas de ruedas. "En Kinesiología, las puertas no son amplias, la gente queda aprisionada. Son muy angostas para entrar en silla de ruedas y tienen que trasladarlos en brazos. Eso no puede ser", agregó.

Otro impedimento al que se ven enfrentados a diario, es la falta de oportunidades laborales. "Ojalá que el empresario tome conciencia de que ellos también tienen que comer. Pueden ser discapacitados, pero tienen intactas todas sus capacidades intelectuales", afirmó.

Discriminación

Estas trabas no sólo están afectando a quienes muestran impedimentos físicos, sino que también alcanzan a los que padecen limitantes sensoriales y cognitivas.

La educadora diferencial Evelyn Castro, de la Escuela Especial Improa, de la población Modelo, admitió que cuando salen con algunos alumnos "se dificultan algunas cosas, como para acceder a algunos lugares. Las personas son bastante discriminadoras. Se cree que no, pero todavía hay muestras de ello", aseguró la profesional.

A ese establecimiento particular subvencionado acuden 58 jóvenes y adultos con discapacidad intelectual, quienes buscan ser visibilizados por la sociedad. Pero aún falta. "En este tipo de eventos, la gente mira sus trabajos y dicen qué lindo lo que hacen. Pero al momento de entrar a un supermercado, la gente los rehuye, los guardias se ponen nerviosos... A ese tipo de cosas me refiero", dijo.

Tema pendiente

Este panorama fue asumido por Jessica Droppelmann, directora regional del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis).

"Este es un tema que está pendiente en el país", afirmó.

Expuso que aunque desde 2010 está vigente la Ley 20.422 sobre accesibilidad universal, persisten construcciones que no ofrecen condiciones mínimas para el desplazamiento de discapacitados. Para ello, aseguró que está pronto a ser promulgada una nueva Ordenanza General de Urbanismo (OGU), que podría hacerse efectiva a contar de 2016.

Esa disposición impone un plazo de tres años para intervenir tanto calles como edificios, para que ofrezcan este acceso universal, que también se impondrá a todas las nuevas construcciones del sector público.

Uno de los mayores problemas es la existencia de escaleras. "Es complejo subir, no sólo para quienes andan en sillas de ruedas, sino que para quienes tienen afecciones físicas. Si no hay rampas, sencillamente no se puede subir", reflejó.

A pesar de ello, sostuvo que en Puerto Montt "se ha ido mejorando para que estas personas puedan circular. Sin embargo, tenemos calles con texturas táctiles de suelo, pero de repente colocan un paradero en frente. Falta un poco más de conciencia y mucha información. En eso estamos trabajando como servicio".

Otro avance -destacó- es la demarcación de estacionamientos para conductores discapacitados.

Sobre los problemas en la locomoción colectiva, Jessica Droppelmann opinó que "es un tema de criterio del chofer", aunque existe asesoría legal en Senadis para afrontar demandas por discriminación.

Cambio social

Una opinión similar tiene la kinesióloga Astrid González, de la Sala de Rehabilitación del Cesfam Angelmó. "Si bien estamos avanzando, nos falta todavía mucho por hacer", observó. Respecto de las condiciones de los Cesfam, convino en que algunos muestran deficiencias en su infraestructura. "Todavía no están a la altura para este tipo de personas (...). Pero los nuevos Cesfam deberían tener la accesibilidad para ser certificados", adelantó.

Subrayó que persisten barreras arquitectónicas, pero que también subsiste "un tema social, de no sensibilizar, de acompañamiento. O de los mismos colectiveros, que no dan el tiempo para que estas personas puedan subirse. Entonces, más que tener una escalera como barrera, son esas cosas las que podemos cambiar hoy día", enfatizó.

Agregó que a través de esa feria aspiran a sensibilizar a la población en materia de inclusión social.

14,4 % de la población regional presenta discapacidad (159.354 personas). reveló el Primer Estudio Nacional de la Discapacidad, lo que es mayor al indicador del país, que llega al 12.93 %.

330.595 hogares se estima que existen en la región. De ellos, en 120 mil vive al menos una persona con discapacidad. O sea, uno de cada tres hogares presenta uno de sus integrantes con discapacidad.

92.256 mujeres de la región son discapacitadas (57,9 % del universo de discapacitados); mientras que los hombres alcanzan el 42,1 %, lo que en total se traduce en 67 mil 98 personas.