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Estudio afirma que no puede hablarse de cerebro masculino o femenino

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El cerebro humano presenta diferencias en función del sexo, pero no puede hablarse de que haya un cerebro masculino y otro femenino, asegura un estudio que publicó la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Las diferencias cerebrales en función del género de las personas concentran un alto interés social porque comúnmente se asume que su presencia prueba que los humanos pertenecen a dos categorías distintas, no sólo en términos de sus genitales.

Este estudio, liderado por científicos de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, afirma que los cerebros humanos están compuestos de "mosaicos" únicos de rasgos característicos, algunos más comunes en las mujeres en comparación con los hombres, otros más comunes en los hombres comparado con las mujeres y algunos comunes entre ambos géneros.

Así también el análisis revela que en los casos en que los cerebros que predominan más las características sólo de mujeres o solamente de hombres son muy escasos, por lo que no sería correcto separar los cerebros en dos categorías rígidas.

Para llegar a esta conclusión, la investigadora principal a cargo del estudio, Daphna Joel, junto a su equipo, analizaron más de 1.400 cerebros humanos de cuatro conjuntos de datos.

En cada análisis identificaron un subconjunto de regiones cerebrales que eran las que diferían más entre los dos sexos. Sus resultados sugieren que la mayoría de los cerebros son "mosaicos" heterogéneos de características más propias del hombre, más propias de la mujer o intermedias.

De esta heterogeneidad deducen que los cerebros humanos no pertenecen a una de dos características estructurales distintas, es decir, que no existe un cerebro masculino y otro femenino.

Claves de la investigación

Mosaicos

El cerebro estaría compuesto por mosaicos únicos con rasgos característicos. Algunos son más comunes en mujeres, otros en hombre y algunos en ambos.

Sin etiquetas

Los cerebros en que predominan sólo rasgos femeninos o sólo ragos masculinos, son muy poco frecuentes, por lo que no se pueden dividir.

Las personas omiten el factor clave para el éxito de una dieta

ALIMENTACIÓN. Según un estudio, la mayoría no se preocupa de sus emociones ni de su estado mental al proponerse perder peso.
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Carolina Collins redaccion@mediosregionales.cl

Cuando alguien se propone bajar de peso, por lo general piensa en alguna rutina de ejercicios y en cambiar sus hábitos alimenticios con una dieta baja en calorías. Sin embargo, investigadores advierten que eso es un error, porque la clave para la efectividad de una dieta estaría en la mente.

Los expertos indican que la mayor parte de las dietas para perder peso fallan porque las personas dejan fuera los aspectos emocionales de la comida.

Según reveló una encuesta realizada a nivel nacional en Estados Unidos por la fundación Orlando Health, que se dedica a temas relacionados con el cuidado de la salud, al hablar de dietas, el 90% de los encuestados dejaron fuera la mente, que es el aspecto fundamental para bajar de peso.

La neuropsicóloga y directora del Programa de Medicina Integrativa en Orlando Health, Diane Robinson, explica que el factor crucial es la relación sicológica con la comida y el ejercicio, sin embargo, el 60% de los encuestados dijeron que la dieta y el ejercicio son las mayores barreras para la pérdida de peso, mientras que solamente el 10% dijo que el bienestar mental es la mayor dificultad.

Esto no sólo repercute en que las dietas fallen, sino que además provoca que quienes logran perder el peso deseado, lo recuperan rápidamente.

Robinson explica que esto último no es ninguna sorpresa. "La mayoría de la gente se centra casi exclusivamente en los aspectos físicos de la pérdida de peso, como la dieta y el ejercicio. Pero hay un componente emocional de los alimentos que la gran mayoría de la gente simplemente pasar por alto y puede sabotear rápidamente sus esfuerzos", dijo la experta.

Los números

La encuesta consultó a más de mil estadounidenses, de los que el 31%, aseveró que la mayor dificultad para bajar de peso es el ejercicio, seguido por un 26% que afirmó que es la alimentación, mientras que un 17% dijo que es el costo que implica llegar un estilo de vida saludable. En tanto, un 12% respondió que es la cantidad de tiempo que hay que comprometer en esa causa.

Sin embargo, sólo uno de cada 10 consultados dijo que lo emocional era una barrera para bajar de peso. "Eso podría explicar por qué muchos de nosotros luchamos", dijo Robinson. "Con el fin de perder peso y mantenerse en forma a largo plazo, tenemos que hacer algo más que pensar en lo que comemos, también tenemos que entender por qué estamos comiendo", añadió.

"Estemos conscientes o no, estamos condicionados a usar la comida no sólo para alimentarnos sino también como consuelo", dijo la experta. "Esto no es algo malo, siempre que lo reconozcamos y lidiemos con eso apropiadamente", agregó.

Cada vez que el cerebro experimenta placer, libera dopamina. El problema es cuando eso sucede con la comida y ésta se transforma en una recompensa, porque puede tener consecuencias negativas, destaca Robinson.

Para evitar verse dominado por las emociones, la experta recomienda: mantener un registro diario de las comidas y los estados de ánimo, para poder detectar patrones; identificar los alimentos que lo hacen sentir bien y explicarse por qué los come, a qué recuerdos los asocia; antes de comer preguntarse si se hace por hambre o por otro motivo. La idea es estar más consciente a la hora de alimentarse.

Buscar ayuda emocional

La líder del estudio, la neuropsicóloga Diane Robinson, explicó que tal como las personas buscan la asistencia de un experto para comenzar a practicar ejercicio, matriculándose en un gimnasio por ejemplo, también deberían hacerse supervisar por un experto para hacerse cargo del lado emocional de la comida. "Si conseguir que su cuerpo esté en forma es algo que no ha logrado todavía, quizás esta vez se inicia con la mente", destaca la experta.

salud

Observan la explosión de estrella documentada en China hace 1.532 años

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Más de 1.500 años después de que chinos registraran su nacimiento, científicos pudieron observar en Chile, Sudáfrica y España, la explosión de una estrella.

David Jones, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), explicó que lo que fue observador ahora, junto 1.532 años después de que científicos chinos documentaran el nacimiento del cuerpo celeste, es la formación de la nebulosa Te 11.

El científico explicó que lo que fue observado es un sistema conocido como nova enana, que consta de dos estrellas, una de las cuales es una enana blanca, lo que quiere decir que está en fase de evolución muy avanzada.

Esta estrella se puede decir que está muerta por no tener reacciones nucleares en su interior, por lo que no genera energía sino que sólo es luminosa por la temperatura que conserva, aunque desde la Tierra sólo se ve como un punto.

La otra estrella de este sistema es como el Sol pero con un tercio de su masa, indicó Jones, quien añadió que lo interesante de este sistema es que las dos estrellas están tan próximas que la muerta "está comiendo" materia de la otra.

El experto señaló que la materia que va de la estrella parecida al Sol no cae de manera directa a la enana blanca, sino que forma una especie de disco a su alrededor.

Lo que han visto astrónomos en este sistema es que el disco de materia que está en torno a la enana blanca no es muy estable, y esa inestabilidad provoca que periódicamente caiga más material de lo "normal" a la superficie de la enana blanca, con lo que se genera mucha más energía y por ello aumenta el brillo hasta diez veces provocando su clasificación como nova enana.

Jones dijo que también es interesante que antes pensaban que se trataba de una nebulosa planetaria, pero tras estudiar la estrella central observaron que la materia que hay alrededor del sistema puede ser un lanzamiento de materia anterior.

1.532 La estrella fue documentada por científicos chinos hace 1.532 años y apareció en la constelación de Orión.

3 El cuerpo pudo ser observado desde tres países distintos: España, Sudáfrica y Chile y podría brillar por algunos años más.