La profunda vocación de apoyo cultural a Puerto Montt, -al que entrañablemente aman desde los albores de su típica caleta de Angelmó, que tanto los identifica-, de quienes dan vida a la Asociación de Artistas Plásticos, ha quedado de manifiesto una vez más a través de su ejemplar iniciativa y decisión de restaurar dos representativos murales de nuestra ciudad, que se encontraban abandonados en unas bodegas y en espera de su rescate.
Después de varias gestiones y una perseverante búsqueda, los entusiastas pintores puertomontinos dieron con los patrimonios perdidos e iniciaron el operativo restaurador de estos dos grandes y bellos murales, que muestran creativamente la historia y el progreso de Puerto Montt. Los cuales fueron instalados en 1975 en el hall de la Municipalidad, luego de ser pintados por la inspiración y el talento de artistas de la talla de Manuel Maldonado (Manoly), Gastón Gómez, Hugo John, Juan Rivera, Flavio Rosas y Lorenzo Stuardo, entre otros.
Los trabajos de reparación de ambas obras de arte (retiradas del municipio cuando se remodeló hace algunos decenios)) se están efectuando, actualmente, en la casona cultural del ex Banco Llanquihue, que está emplazada en el Parque La Paloma. Se trata de una ardua actividad, que requiere de mucha concentración y prolijidad de parte de los artistas pintores que -voluntariamente y con mucha generosidad- se han hecho cargo de esa delicada tarea de revivir estos dos tesoros artísticos, que enriquecen la identidad cultural de Puerto Montt. Y que ojalá vuelvan a su lugar original en la Municipalidad, adornándola y revelando nuevos ángulos de la historia y arte de la capital de la Región de Los Lagos.
La comunidad debe estar agradecida y honrada del aporte creativo de sus artistas plásticos, que no solamente se hacen presentes a través de las actividades que se generan desde su bastión en Angelmó, a través de exposiciones y talleres, entre otros gestos colaboradores con la ciudad, sino que también mediante acciones específicas como la presente de restaurar los dos grandes murales que estaban olvidados. Un noble gesto, que ojalá encuentre el respaldo necesario hasta concretarse y recuperar el sitial que amerita.