ex intendente de la Región de Los Lagos

Las regiones, y en especial la conectividad con las zonas más aisladas de nuestro territorio, no son una prioridad para la Nueva Mayoría. Esto quedó de manifiesto cuando el Gobierno y sus parlamentarios no dudaron en echar mano a recursos, que pertenecían a los habitantes de las regiones, para financiar uno de los puntos débiles a su ambicioso y pirotécnico programa: la construcción de hospitales.

La Cámara de Diputados y el Senado, aprobaron la semana recién pasada traspasar parte de los montos del Fondo de Apoyo Regional (FAR), dentro de los que se encuentra el subsidio espejo del Transantiago, al plan de infraestructura hospitalaria.

En definitiva los recursos que se destinan a iniciativas tan importantes para nuestra Región de Los Lagos como es la conectividad austral a través de vías marítimas, aéreas y de la ruta Bimodal se verán disminuidos, ello por una instrucción de La Moneda, la que fue seguida ciegamente por los parlamentarios de la Nueva Mayoría sin importar a la zona del país a la que representan.

Es curioso que siempre se termine castigando a las regiones, tomando en cuenta que los fondos espejo del Transantiago, precisamente buscan compensar a nuestros territorios por el exorbitante gasto anual que significa mantener el sistema de locomoción pública de la Región Metropolitana. Un proyecto mal diseñado en el gobierno de Ricardo Lagos, que comenzó a operar con graves fallas en la primera administración de Michelle Bachelet, y que para funcionar el país le ha tenido que inyectar miles de millones de pesos. Pero al cuestionado Transantiago no se le toca un peso para financiar hospitales, por el contrario sólo se le mete la mano al bolsillo regional.

Por ello vale la pena preguntarse ¿Si la Nueva Mayoría está tan presionada por cumplir con su programa, por que no paraliza inversiones metropolitanas como el Metro, en vez de ocupar recursos que necesitan para su vida diaria los chilenos de las zonas más apartadas?. La respuesta es simple: el regionalismo para la actual administración es utópico, es sólo un slogan para ganar votos en provincia.

Por Jaime Brahm Barril,

Desde hace un par de meses, se viene gestando una iniciativa digna de destacar, por lo acertada de la misma, y por la imperiosa necesidad de contagiar a la población, con el espíritu que encarna "Puerto Montt Superior". Porque la comunidad en su conjunto, debe asumir la vocación universitaria que debiera tener esta capital regional.

Liderados por el gobernador Juan Carlos Gallardo, todas las instituciones de educación superior de la ciudad, se han sumado a esta mesa de trabajo, que en un período corto de tiempo se puso de acuerdo en la necesidad de "creerse el cuento" e impulsar este movimiento. Y ya concretaron las primeras iniciativas transversales, integrando a la comunidad, con firmas de compromiso y lanzamiento de logo incluido.

Las cifras nos ubican con una matrícula mayor incluso que la de Valdivia, referente natural de la educación universitaria del sur de Chile; y con una proyección interesante en cuanto a número de alumnos y de infraestructura. De hecho, sin ir más lejos, recientemente la Universidad Austral de Chile, anunció una inversión de más de tres mil millones de pesos para su campus de Puerto Montt.

Pero evidentemente el estatus de ciudad universitaria no sólo se obtiene por el número de alumnos matriculados en la sedes locales; sino que con un trabjao conjunto de los planteles de educación superior, que permita contagiar a la comunidad con esta condición, mejorando la calidad de los servicios, comprendiendo cabalmente que los estudiantes son actores relevantes de la economía local; ampliando la oferta y hasta creando alguna plataforma que permita a los jóvenes acceder a beneficios y servicios integrales, que van más allá de los exclusivamente estudiantil.

Ahora, paralelo a ello, las universidades deben ampliar la oferta en cuanto a carreras, brindar más alternativas de post grados, desarrollar más investigación y asumir un rol más activo como actor social relevante de la vida en el sur de Chile, más allá del aula.

Pero por ahora, el primer paso dado con esta suma de voluntades, es un buen indicio de que algo bueno y grande está por venir.