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Región de Los Lagos concentra el 10 % de casos de abuso por trabajo infantil

ESTRATEGIA. Mesa regional reveló que actividad se distribuye en agricultura y comercio informal.
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El anuario estadístico 2014 del Servicio Nacional de Menores (Sename) da cuenta de 827 casos de abusos contra niños, vinculados al trabajo infantil. De ese total, a nivel regional aparecen 84 denuncias; es decir, un 10,15 % del país.

Para que esto suceda se conjugan una serie de factores, pero los con mayor representación local son los vinculados al aspecto cultural, que -a su vez- tienen su más contundente representación en los sectores agrícola y comercio informal.

Los datos más recientes de la Dirección Regional del Trabajo establecen que en la última temporada estival ingresaron 789 contratos de menores de 15 a 17 años, que pueden realizar una actividad remunerada, conforme a la normativa.

El director del Trabajo, Miguel López, precisó que en la mayoría de esas tareas (325 casos) la relación laboral está relacionada con faenas agrícolas, cosechas y "packing".

Agregó que esas actividades se concentran en las comunas de Fresia y Frutillar; mientras que en Puerto Montt, están ligadas al comercio formal, con trabajos de verano.

Altos niveles

Este panorama es motivo de preocupación para el Gobierno, que el año pasado retomó la Estrategia Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Adolescente Trabajador, en un plan a diez años, con la ambiciosa meta de erradicar esa empleabilidad.

Quien preside el comité regional es el seremi del Trabajo, Gonzalo Reyes. La autoridad precisó que como primeros pasos del plan operativo impulsaron acciones de intervención enfocadas hacia la sensibilización del problema y generar instancias de capacitación y difusión.

De esta manera buscan comenzar a hacer decrecer las cifras que reflejó la Encuesta Nacional de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes, que da cuenta que existen 219 mil 624 niñas y niños en trabajo infantil, lo que representa el 6,6% de la población entre 5 y 17 años.

"A nivel macrorregional, desde La Araucanía a Magallanes, tenemos una tasa de 9,58% de niños, niñas y adolescentes ocupados en actividades económicas. Claramente, ahí tenemos un desafío importante", expuso Reyes.

Admitió que los sectores agrícola y comercio informal son los rubros de la región donde se producen las más evidentes muestras de trabajo infantil. "Estamos generando las acciones pertinentes para llegar de manera efectiva con nuestro plan operativo", que ya ha considerado a mujeres víctimas de violencia intrafamiliar y sus hijos, así como con padres y apoderados de jardines infantiles de Junji e Integra.

Trabajo agrícola

Pero también consideran a familias campesinas, donde estos niños cumplen algunas labores, "pero muy vinculadas al tema doméstico", enfatizó el seremi del Trabajo.

Adelantó que esperan desplegar una potente intervención "en términos de generar un cambio de conducta, en la visión cultural que existe en estos sectores".

La mayor dificultad es determinar el límite que diferencie el trabajo infantil de las actividades que se realizan en ese entorno familiar. "Por eso ponemos énfasis tanto en la capacitación y sensibilización, porque queremos llegar con un mensaje que permita generar los cambios necesarios en la visión cultural que se tiene al respecto", manifestó.

Rodrigo Lavín, presidente de Agrollanquihue, comentó que durante los períodos de vacaciones escolares "es muy común en los campos que los hijos adolescentes de los trabajadores soliciten un empleo para ayudar en la época de cosecha, lo que está regulado y fiscalizado por los organismos correspondientes".

Explicó que respetan restricciones en términos de horarios y de carga de trabajo.

A su juicio, "es positivo que jóvenes de 15 o 16 años tengan interés en trabajar, porque eso les ayuda a ganarse sus pesos, a comprarse sus cosas y, por otro lado, los mantiene alejados de los vicios y están bajo la tutela de sus padres, en un trabajo que es controlado".

Lavín negó que existan casos de menores de 14 años que estén desempeñando esas labores, ya que esa es una actividad que "siempre requiere de una respuesta física. A lo más podrían hacer labores livianas. No conozco casos de esos".

Admitió que es parte de la cultura local ir sumando a los niños en la actividad. "Me refiero a los hijos del propietario del campo. Esto es un trabajo sano, que entrega mucho en retornos, como el valor de compartir, de apoyar o colaborar en los sistemas productivos, al mismo tiempo que se va aprendiendo. Es por eso que muchas veces, los hijos de agricultores siguen siendo agricultores. Al final, terminan amando ese sistema de vida", resumió.

Realidad regional

Pamela Soto, directora regional del Sename, subrayó que las 84 denuncias están relacionadas con actividades en locales nocturnos, en ferias, así como labores agrícolas y de mar.

Precisó que en el primer caso se trata de situaciones de explotación sexual comercial infantil, una de las peores formas de trabajo. "En el sistema interno de registro 2014 del Sename teníamos 41 ingresos (denuncias) de esta explotación en la región. Para este año, hay 28 ingresos. Si bien ha bajado, no deja de ser una cifra alarmante", reconoció Pamela Soto.

La directora del Sename especificó que se debe diferenciar entre lo que se entiende como un aporte, colaboración o generación de hábitos en la familia, con lo que calificó como explotación laboral, "que les impide desarrollar su vida escolar, su salud o incluso que vulnere su derecho a jugar, al ocio, al descanso. Es vulnerador dejar de cumplir sus derechos, para dedicarse a una actividad laboral y de generación de recursos", reiteró.

Los adolescentes

La estrategia nacional también está enfocada al trabajo adolescente, que a nivel país considera a 125 mil 599 menores de entre 15 y 17 años ligados a una actividad productiva, lo que equivale al 3,8 % de la población total.

El artículo 13 del Código del Trabajo precisa que pueden celebrarse contratos con mayores de 15 años, sólo para actividades livianas.

Para ello, recordó el seremi Gonzalo Reyes, deben presentar un permiso notarial de sus padres en la Dirección del Trabajo; sus labores no pueden extenderse más allá de las nueve de la noche; no pueden estar vinculados en locales donde se vendan bebidas alcohólicas; y, no deben interrumpir su actividad escolar.

Al respecto, Yanina Vargas, directora regional del Instituto de la Juventud (Injuv), destacó la importancia de prevenir el trabajo infantil, ya que de esa forma se evita que "al ser adolescentes y jóvenes, continúen en ello. Y si aceptan condiciones precarias cuando adolescentes, las van a seguir aceptando a futuro".

Conforme a la Séptima Encuesta Nacional de Juventud de 2012, el 37,7 % de los jóvenes de la región realiza una labor remunerada, lo que representa al "marco objetivo del Injuv, que va desde los 15 a 29 años", estableció Yanina Vargas.

Reconoció que en el caso de los adolescentes, se desempeñan "en distintas actividades durante la época estival, vinculadas especialmente en torno a los servicios y el comercio en el área urbana; pero también sabemos, aunque no tenemos cifras, que hay jóvenes que se relacionan con actividades productivas en el ámbito de la agricultura y la pesca".

La directora regional del Injuv llamó a los menores de 18 años que necesitan trabajar y que cuenten con la debida autorización de sus padres, a que exijan un contrato de trabajo, "porque no hay trabajadores de distintas categorías. Son todos iguales, independiente de su edad", subrayó.

El presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Montt, Carlos Stange, puso en duda que la actividad formal esté incorporando a menores de edad en sus labores habituales. "El grado de supervisión que tenemos es tan alto, que vemos muy difícil que ocurra", dijo.

Sin embargo, planteó que no se les puede coartar la opción de trabajar "siempre y cuando no interfiera con sus estudios y posibilidad de poder progresar en la vida".

Agregó que esa situación ocurre en el comercio informal, donde "es muy posible que haya niños que estén acompañando a sus papás, ya sea en ferias, ventas ambulantes o pequeños locales comerciales de barrio".

Pedro Cayupel, consejero provincial de la CUT, coincidió con Stange. "En el comercio informal es donde se presenta la mayor cantidad de trabajo infantil", aseveró.

Dijo que los fines de semana es cuando hay mayor actividad de ese comercio, pero no funcionan las guarderías infantiles de las entidades estatales.

Por eso postuló propiciar que esas instituciones también reciban niños durante los días sábado y domingo.

219.624 niños en el país están ocupados en una actividad económica. De ellos, un 9,58 % se sitúa en la Región de Los Lagos.

789 adolescentes de la región fueron contratados durante el verano pasado. La mayoría de ellos, en la Provincia de Osorno.

41 denuncias por explotación sexual comercial infantil reportó el Sename en 2014. Este año han registrado 28 ingresos de ese tipo.