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Músico puertovarino lanzará su primer disco de forma profesional

TENDENCIAS. Felipe Azócar lleva más de 10 años componiendo, grabando demos y tocando en pubs y bares. Ahora, da un salto cualitativo en su carrera.
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Felipe Azócar lleva más de 10 años dedicado a la música y ha compuesto cientos de temas; ha grabado, demos, tocado en bares y espectáculos.

Pero, ahora, por primera vez en su carrera grabará un disco de forma profesional en los estudios Sonpro de Puerto Varas, bajo el trabajo de producción del ingeniero en sonido Cristian Brintrup.

Felipe Azócar, desde muy niño, se dedicó a la música y su primera banda se llamó "Epicentro" .

"Mi primera banda se llamó Epicentro, y en ese tiempo hacíamos tributos a Pearl Jam. El 2005 empecé mi carrera como solista, pero desde el 2010 hice de la música mi profesión, he sacado varios temas, demos, pero por fin en diciembre lanzo mi primer trabajo como profesional que es un disco triple "transición" y la precuela, que se llama "antecesor", son compilatorios de mis canciones en 10 años de trabajo. El disco tendrá 37 canciones formato estudio y además incluiré demos", afirmó.

El músico puertovarino se define como un rockero folk y con influencias del Grunge como Alice in Chains, Pearl Jam y bandas de sudamericanas como La Renga.

Para Azócar, el ser músico en el sur de Chile tiene ventajas como la seriedad del pago cuando tocas en el algún recinto, cosa opuesta a lo que pasa en Santiago, según el músico.

Admite que en la zona falta más difusión para los artistas, cosa en que los músicos de la capital tienen más posibilidades, aunque las redes sociales han cambiado el escenario.

"Estudiar Violoncello en el Conservatorio de Viena es como estar en Harvard de la música"

TESTIMONIO. El novel concertista puertovarino Alex Pacheco lleva dos años en Austria, en la mejor academia musical del mundo y se luce, a pesar de lo difícil de estar en otra cultura.
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Rodrigo Norambuena F.

"Lo que más extraño de Chile es el carisma de la gente. Las personas aquí son ordenadas, limpias, muy encajonadas, pero son muy fríos, nada les conmueve", asevera Alex Pacheco, oriundo de Puerto Varas, quien lleva dos años cumpliendo su sueño de estudiar Violoncello en el Conservatorio de Viena, principal referente mundial en la formación de artistas de música docta.

Alex, de 24 años, ha recorrido un largo camino para lucharla a diario en Europa. "Estudiar aquí y ganarse un puesto es más que un gran sacrificio. Miles de músicos de todas partes del mundo luchan por entrar y los cupos son limitados, me siento privilegiado por eso. Lo más difícil para mí ha sido el tema económico, pues mantenerse aquí es complicado. Recibo ayuda de la Fundación Destino y el aporte que me pueden entregar mis padres, unos cien mil pesos mensuales", aseveró.

Asimismo, añadió que "mitalón de Aquiles es el problema económico y los trámites, es un país muy burocrático, tener seguros, certificados para todo. La visa de estudiante dura sólo un año y para renovarla hay que tener depositados 5 mil euros en la cuenta personal. Muchas veces pido prestado para subsistir, he pasado hambre varias veces, pero nada me va quitar mi sueño. Aunque tenga que dormir debajo de un puente, sacaré mi larga carrera de 10 años".

El camino

Alex Pacheco empezó su viaje sinfónico en la Academia de Música de Puerto Varas cuando estaba en estudios básicos. El gran empuje que le dio su maestro Rodolfo Fernández lo llevó a integrar la Orquesta de Cámara de Puerto Varas y después continuar estudios de Violoncello en el Conservatorio de Talca. Desde ahí, se puso de meta llegar a Europa a perfeccionarse. Después de volver a Puerto Varas un tiempo, logró encaminar su sueño y con la ayuda del empresario hotelero, Felipe Vicencio, pudo hacerlo, tomar sus maletas e ir a probarse "in situ" para entrar al Conservatorio de Viena. Lo que logró con creces, gracias a su esfuerzo y buen bagaje musical, a pesar de ser un veinteañero.

Hace dos años que se saca la mugre estudiando y ensayando con su compañero fiel, el Violoncello, que tampoco es propio.

"El Violoncello que tengo es arrendado, porque no me alcanza para comprármelo. Me lo arriendan por un año y tengo que cuidarlo mucho del clima, de romperlo. A veces lo tapo con bolsas o fundas delgadas y me lo tengo que llevar todos los días en el bus, apretado de gente, y siempre es un riesgo", revela.

Pacheco comentó que aunque le gustaría tocar en calles para tener más dinero y no pasar zozobras, en Viena cobran impuesto por tocar a diario y se arriesga a perder plata.

Pero, Alex -desde este año- tiene una compañera chilena que también estudia este instrumento, Tiaré Mancilla, de Isla Puluqui, cerca de Calbuco. Hace poco se fueron a vivir juntos, por lo que Alex se encuentra más feliz. "Vivía en pensiones y en lugares donde había gente que le molestaba que hiciera música. Ahora estoy en un piso de puros artistas, junto a mi pareja Tiare y los dos nos apoyamos mutuamente en este gran desafío de estar en la mejor academia musical del mundo. Ella es mi fiel compañera de ruta", afirmó.

Gracias a las redes sociales, Pacheco tiene contacto con sus padres y les cuenta de sus avances de su vida, de cómo se esfuerza a diario por cumplir su sueño, con el que salió de Chile ilusionado y que ahora lo transforma en realidad.

Hasta no cumplir las metas hay que ponerle el hombro a las dificultades". Alex Pacheco.