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Los 21 "soldados" sirios de la paz que buscan alegría en el fútbol

MUNDIAL SUB 17. La selección del medio oriente, que juega en Puerto Montt, llega a la cita deportiva en medio de un complejo conflicto bélico, político, étnico y religioso que ya se arrastra por cuatro años. A través del balompié, los jóvenes pretenden ser una esperanza para su país azotado por la guerra.
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La fiesta del fútbol ya comenzó en Puerto Montt. El lunes se disputaron los dos primeros partidos en la sede más austral del Mundial de Fútbol Chile Sub 17.

En el segundo encuentro se enfrentaron las selecciones de Siria y Paraguay, cayendo el cuadro árabe por 1 a 4. El resultado alcanzado en el Chinquihue no reflejó el esfuerzo extradeportivo que realizó el equipo del país emplazado en medio oriente para llegar a la capital de la Región de Los Lagos a participar de la cumbre deportiva.

Los jóvenes que pisaron el lunes el césped sintético a orillas del canal de Tenglo, arribaron a Puerto Montt mientras Siria es azotado por una larga guerra civil que se extiende por más de cuatro años.

En el conflicto se enfrentan múltiples grupos étnicos y religiosos locales, a lo que se sumaron en los últimos días operaciones extranjeras, factor que lo vuelve aún más complejo de entender.

Al igual que otros países de la región, la crisis se enmarca en la denominada Primavera Árabe, que ha generado levantamientos sociales que buscan derrocar a grupos y familias que por décadas se han instalado en el gobierno, tal como sucedió en Libia con Muamar Gadafi, y con la caída de Hosni Mubarak en Egipto.

El conflicto sirio estalló en 2011 con protestas pacíficas en rechazo al presidente Bashar Al-Asad (quien gobierna desde 2000 tras suceder a su padre quien presidió Siria durante 29 años hasta su muerte), las cuales se intensificaron a lo largo del mismo año y que fueron reprimidas violentamente por el gobierno.

Esta reacción provocó el levantamiento armado de varios sectores de la sociedad civil y de una parte del ejército, en lo que ha sido la guerra más larga de la Primavera Árabe y en la que se han registrado ataques de artillería, bombardeos aéreos y de misiles a los territorios ocupados por rebeldes.

Pero la guerra en Siria no sólo tiene un matiz político, sino que también religioso y étnico. En su territorio se enfrentan, además de las fuerzas oficialistas, grupos moderados y otros más extremos vinculados a Al Qaeda y al terrorismo del Estado Islámico.

Además de la crudeza de las acciones bélicas, el conflicto se ha extendido de las fronteras de Siria con una crisis humanitaria de migración, que afecta principalmente a Europa y que según la ONU ya registra más de 4 millones de refugiados. Las imágenes de los medios que retratan las difíciles condiciones de quienes han huido del horror de la guerra buscando asilo, y la fotografía del niño Aylan Kurdi que apareció ahogado en una playa de Turquía, han remecido a la opinión pública internacional.

Familiares combatientes

El cuadro representante de Siria llegó a Puerto Montt con 21 jugadores, los que a pesar de las dificultades intentan concentrar su participación en la Copa del Mundo Sub 17.

Una de sus bajas más importantes es la de su capitán, Mohamed Jaddou, quien tras desempeñar un papel clave en la clasificación de su equipo se asiló en Alemania.

Aún cuando hay un control político sobre las declaraciones de los jugadores y los miembros de la delegación, El Llanquihue intentó consultarles sobre los efectos de la guerra en sus hogares.

Con el 21 en la espalda, el portero de 17 años, Gaith Sulaiman, proviene de la ciudad de Latakia, donde en agosto de 2013 se realizó una fracasada ofensiva rebelde que pretendió llegar a la costa.

"Afortunadamente las cosas ahora están tranquilas, pero todo lo que ha sucedido en otros estados ha impactado fuertemente mi corazón y mi alma, lo que me mantiene en luto. Tengo familiares muy cercanos que en este momento están en el combate mismo, lo que me afecta mucho", dijo.

Respecto al viaje para llegar a Puerto Montt desde Siria, indicó que no han tenido inconvenientes de seguridad. "Todo ha estado muy bien organizado, tomamos la ruta desde Siria hacia Beirut en el Líbano, para luego volar desde los Emiratos Árabes hacia América", detalló.

Consultado si hay algún miembro que esté pensando quedarse en Chile como refugiado, indicó que "vinimos a mostrar nuestra cultura y que Siria es un país civilizado, pretendemos volver a nuestro país para seguir fortaleciendo el fútbol. Extrañamos al miembro del equipo que está en Alemania por lo futbolístico, pero vamos a continuar adelante con dignidad tratando de jugar lo mejor posible".

Ghaith Harfoush es uno de los periodistas oficialistas que acompaña al equipo. A través del traductor oficial, indicó que "mucha gente llegó desde fuera del país para realizar ataques armados en Siria, cometiendo actos en frente de nosotros, pero contamos con la defensa del ejército por lo que estamos bien, ya que los combates se han concentrado en sectores rurales y no en la capital que es Damasco".

El profesional precisó que sin duda la guerra los ha afectado, pero que la campaña y la preparación para llegar a este Mundial de Fútbol los ha ayudado a sobreponerse.

Bashar Sharif, ayudante técnico de la selección Siria, informó que de los 21 jugadores que componen el cuadro, un total de ocho provienen de zonas en conflicto. "Además, por la edad de los jugadores, la que bordea los 17 años, todos pueden ser llamados al ejército el próximo año, pero a prestar funciones deportivas y no en los frentes de combate", adujo.

De acuerdo a informaciones de la prensa internacional, la ciudad siria de Homs, fue uno de los puntos donde se concentraron las protestas opositoras al régimen, muchas de las cuales fueron reprimidas con violencia.

Incluso en 2012 los rebeldes tomaron su control, lo que provocó que las fuerzas del gobierno asediaran y bombardearan la ciudad. Tarek Ghrair, uno de los convocados a la selección de fútbol joven, falleció por el impacto de un misil en las semanas previas al torneo clasificatorio del Mundial de Chile 2015 en esa ciudad.

Esa urbe es el hogar de Mohamad Alkadour, defensor que lleva el número 15 de la selección de Siria, cuyas declaraciones contrastan a las informaciones levantadas por los medios de comunicación.

"En Homs actualmente no se registra ningún bombardeo, estamos tranquilos y viviendo en paz. Toda mi familia está en Siria, y ninguno de mis parientes está combatiendo. Gracias a Dios todo está en calma", afirmó a través de la gentil traducción de la empresaria local Fabiola Mosa.

El defensor agregó que si bien están representando a su selección con todas sus energías, "el tener la posibilidad de jugar en Chile sería una gran oportunidad, por el creciente prestigio internacional del fútbol chileno".

Jefe de la delegación

La delegación llegó a Chile a cargo del senador del parlamento sirio, el odontólogo Maher Khayata.

"Nuestra principal dificultad fue la discriminación deportiva de otros países hacia Siria, que no nos permitieron sostener encuentros amistosos para preparar este mundial", dijo el representante oficial.

Consultado respecto al estado de la infraestructura vial y deportiva de su país, indicó que "al contrario de lo que informan los medios internacionales, el 70% de nuestro país es seguro. La preparación para este mundial se realizó en la misma Siria, nuestra vida deportiva sigue con absoluta normalidad". Diferente es la visión que el ex capitán Mohamed Jaddou entregó al New York Time en agosto desde su nuevo hogar en Alemania, donde explicó que muchos consideran que el defender la camiseta de Siria es apoyar al régimen de Bashar Al-Asad.

"Cuando entrenábamos para participar recibíamos amenazas de muerte, que nos lanzarían un misil, o que no nos dejarían salir. Nuestro campo de fútbol también fue bombardeado un par de veces y sabíamos que jugar ponía en riesgo nuestras vidas", contó.

Como en su casa

A miles de kilómetros de su hogar, la delegación se ha sentido como en casa.

La colonia presente en la zona, la Embajada de la República Árabe de Siria en Chile y la familia Mosa Schmes, les ofrecieron durante el fin de semana una recepción en el Gran Hotel Don Vicente.

"La crisis que se vive hoy en Siria nos duele a todos, y más aún a ustedes que la viven día a día y sufren con la pérdida de cientos de miles de compatriotas. Sabemos que han ofrendado su participación en este mundial a todos ellos que en este día también están en nuestra memoria. Mientras nuestra querida Siria sufre, ustedes son una luz de esperanza, un testimonio de paz a través de los valores del deporte", dijo el empresario sirio de Puerto Montt, Jack Mosa durante la actividad interna.

"

Tengo familiares muy cercanos que en este momento están en el combate mismo, lo que me afecta mucho".

Ghaith Sulaiman, seleccionado Sub 17 de Siria.

8 de los 21 seleccionados de Siria provienen de zonas de su país en las que se desarrollan

combates en el marco de la guerra civil, que enfrenta a diversos grupos étnicos y religiosos con el oficialismo.

250 banderas de la República Árabe de Siria, entregó la embajada de ese país a la Escuela Árabe Siria de Puerto Montt, plantel que ayer fue visitado por el seleccionado del medio oriente.

4 millones de refugiados han salido desde Siria como resultado de la guerra civil, lo que ha extendido las fronteras del conflicto, desatando una crisis humanitaria y migratoria principalmente en Europa.