Los deportistas porteños que practican los deportes bajo techo -especialmente los basquetbolistas- están de pláceme y muy entusiasmados, al conocer la noticia que da cuenta que el Gimnasio Municipal de Puerto Montt ha sido integralmente restaurado y que quedó en impecables condiciones para servir a la cultura física de la capital regional.
Se trata de un anhelo de hace bastante tiempo de la gran familia deportiva local, que ha crecido considerablemente en los últimos años. Ante las escasas posibilidades de ocupar el recinto Arena, casi no había opciones de disponibilidad de recintos para el desarrollo disciplinas como el baloncesto, pimpón, tenis, vóleibol, entre otras. Sobre todo, la escolaridad, la niñez y la juventud, damas y varones, son los que mayormente han añorado contar con un recinto que les permita perfeccionar sus habilidades en los deportes señalados.
Sin embargo, quienes más han sufrido esta carencia de un buen gimnasio han sido los basquetbolistas, porque, por esa causa, se han visto impedidos de representar a Puerto Montt en las categorías superiores del baloncesto nacional, manteniéndose en la medianía de esta actividad. Lejos de los buenos tiempos, cuando se incursionaba con éxito en las divisiones mayores del cesto nacional, como lo hiciera el recordado Club Deportivo San Javier, apoyado por el reducto de calle Lota que en ese entonces se encontraba en la plenitud de sus servicios.
Pero, ahora, gracias a la sensibilidad deportiva alcaldicia, el Gimnasio Municipal ha renacido vitalmente renovado. La importante inversión incluyó la instalación de un piso de nivel internacional, con estándar FIBA, apto para los más relevantes certámenes, además de un nuevo cielo raso y una remozada fachada; quedando en carpeta la optimización de la iluminación del reducto y el cambio de butacas.
La reinauguración del bastión de calle Lota está prevista para el 7 del venidero noviembre, con una gran jornada cesteril en todas las categorías y que será coronada por una resonante confrontación de poderosos planteles adultos, incluso uno argentino.
Enhorabuena por el deporte de Puerto Montt y sus innumerables cultores. Ya era tiempo de que su clamor fuera escuchado.
