Solo una de cada 10 llamadas al Samu es una verdadera urgencia
USO INDEBIDO. Centro Regulador Regional, ubicado en el terreno del antiguo hospital de Puerto Montt, recibe mil llamados al día, los que deben ser filtrados por los operadores. El 25 % de las personas que marcan, lo hacen a modo de "pitanza".
Aun problema de educación, amparado por un escaso desarrollo cultural, atribuyó el director del Servicio de Atención Médica de Urgencia (Samu) de Puerto Montt, el innegable incremento de llamados telefónicos que dan cuenta de falsas urgencias médicas.
La central telefónica llega a niveles de congestión que son atribuidos a un número específico, desde el que llaman y cuelgan constantemente al número gratuito 131. Esto, a pesar de las 30 líneas paralelas disponibles que existen para recibir las reales solicitudes de atención en toda la región.
El doctor Alan Bazán, médico jefe del Samu, reconoció que todos los días reciben en promedio mil llamados, de los cuales sólo un 10 % (100) requieren de una ambulancia; un 40 % no constituyen riesgo vital, por lo que se entrega orientación técnica; un 25 % son consultas, no urgencias; y, el 25 % restante, son pitanzas.
Es decir, uno de cada cuatro llamados son hechos por bromistas, lo que no deja de intranquilizar a Bazán, especialmente por quienes las realizan.
"Hay horarios en que coinciden con los recreos en los colegios. A esa hora los niños empiezan a llamar para hacer bromas. Es un tema que tendremos que ver con Educación", manifestó.
Precisó que los niños "inventan que hay una persona desmayada, que hay un accidente de tránsito, que 'vengan a buscarme, que estoy muriendo'. Todas las llamadas están grabadas, por un tema de respaldo policial".
Pero también le inquieta que participen "personas enfermas psiquiátricas, prácticamente con procesos obsesivos compulsivos. Hay días en que la misma persona ha hecho mil llamados. Llama y corta. Eso es reiterativo".
Reveló que ese tipo de personas han expresado "condiciones aberrantes en el ámbito sexual; o hasta demuestran insistencia para conocer y salir con la persona que está recibiendo el llamado".
Sobre las peticiones de información, que constituyen el otro 25 % de llamadas inoficiosas, el doctor Bazán planteó que muchas personas creen que conseguirán datos acerca del estado de salud de un paciente o números telefónicos de anexos del hospital. "No son pertinentes, por decirlo de alguna manera, lo que quita bastante tiempo", se quejó.
Aspecto cultural
Aunque no hay estudios acerca del perfil de quienes están detrás de estas bromas, existe cierto consenso en que en el fondo subyace un problema cultural de la población.
"Esto pasa por la educación que entreguemos. Es un aspecto cultural. A menor desarrollo del país, es mayor el número de pitanzas", aseveró.
El médico argumentó que en países del hemisferio norte utilizan en forma consciente los números de emergencia.
Por ello es que con el equipo de Comunicaciones del Servicio de Salud del Reloncaví (SSR), están diseñando cartillas informativas para difundir el buen uso de la línea telefónica de emergencia médica 131.
"Nuestra prioridad es dar solución a la urgencia, para que cuando ocurra una situación real, podamos tener los teléfonos libres y la ambulancia disponible para ir a salvar su vida. Y no estar distraídos en pitanzas o enviar ambulancias en situaciones en las que las personas pueden ser trasladadas por otros medios", enfatizó.
Quedan impunes
Gracias a la tecnología disponible, ese centro regulador puede identificar el teléfono desde donde se llama, así como la ubicación del emisor.
Sin embargo, nada pueden hacer para denunciarlos. A pesar de la existencia de una iniciativa legal para combatir este acto, Bazán lamentó que no se haya avanzado para su despacho y posterior transformación en ley.
"Hasta el momento ese proyecto duerme en el Congreso. Lleva un par de años ahí, a pesar que es necesario para todo el sistema nacional de emergencias", enfatizó.
Priorización
En ese tráfico de llamados, los profesionales de esa central están preparados para identificar una emergencia verdadera. "Hay un protocolo, con preguntas que tienden a verificar si el estado (de salud) que están señalando es real", reveló.
Ese entrenamiento cobra mayor importancia día a día, ya que los contactos telefónicos van en aumento. Bazán estimó que cada año sube en al menos un 25 % el uso indebido de ese número telefónico.
A pesar de ello, todas las llamadas a ese nivel son priorizadas por profesionales médicos, que determinan si las condiciones de salud de los solicitantes requieren del envío de una ambulancia. Por ello es que esos vehículos de emergencia y su personal asignado, no responden a todas las convocatorias.
"Hay un proceso de regulación que define si esa llamada de emergencia es crítica, se puede resolver por otros medios o es necesario que acuda una ambulancia", especificó.
El llamado puede derivar en la entrega de consejos. "A veces nos llaman porque una guagüita tiene fiebre, pero le recomendamos que suministrar gotas de paracetamol, con una indicación médica. Si sigue en ese estado, puede llamar de nuevo o dirigirse al Sapu de su domicilio", ejemplificó.
Esto también permite que eviten incurrir en gastos extra de recursos humanos, técnicos y económicos. "A diferencia de Bomberos y Carabineros, ellos no pueden hacer este proceso de priorización para saber si se necesita la asistencia médica o se puede resolver por otro medio", expuso.
Centro regulador
Aun con estos contratiempos, el doctor Bazán no duda al destacar que ese centro regulador regional es uno de los más modernos del país en Samu.
"Desde el año 2013 hemos implementado tecnología en la central telefónica. Es una plataforma digital, informatizada. Nuestro tiempo de respuesta, es contestar el llamado antes de 15 segundos", subrayó.
Para ello de dispone de dos turnos de 12 horas, en los que se desempeñan cuatro operadores telefónicos, un profesional (matrona, enfermera o kinesiólogo) y un médico.
En 2012 había 42 funcionarios, los que han subido a 108, número que incluye a quienes se desempeñan en las ambulancias. Por eso es que Bazán afirmó que también se ha logrado "aumentar al doble la capacidad de respuesta".
En alza
Bazán advirtió que el número de llamados "va en aumento, en directa relación con el cambio epidemiológico de la población, que está cada vez más envejecida y con enfermedades crónicas no transmisibles (hipertensión o diabetes)".
Expuso que aunque no hay un incremento significativo de la población, sí han visto crecer la cantidad de llamados recibidos por emergencias de personas que se descompensan. "Esperamos que siga subiendo. Se dice que el sistema está maduro, cuando se recibe una llamada de emergencia por habitante", reconoció.
Por eso es que adelantó que en unos cinco a diez años "vamos a llegar a tener 800 mil llamados al día en la región".
800 mil habitantes es la pobla- ción regional estimada que atiende el Centro Regulador ubicado en el Samu de Puerto Montt, desde donde coordinan los llamados para toda la red asistencial de Los Lagos.
11 ambulancias Samu operan en la región para atender los llamados por emergencias médicas en Osorno, Puerto Montt, Ancud y Castro. Para el resto, desde ese centro se coordina con los hospitales de menor complejidad.
$ 1.700 millones invertirá el Ministerio de Salud para ampliar el Samu, lo que se espera materializar en 2016. La nueva infraestructura tendrá una superficie de 655,84 m2, cinco veces más grande que la actual.