Francisco Rioseco alegra y endulza la vida de los puertomontinos todos los días.
Francisco Rioseco siempre llega al lugar indicado. Cuando el hambre angustia y aparece el mal humor, él se pone con la cuota de dulzura y relajo necesario, e incluso frescura, dependiendo de la estación del año. Con su enorme bolsa llena de confites, que vende a $100 cada uno, recorre el centro de la capital regional. "¿Cuántos va a llevar?", es su frase más repetida. Esa es la seguridad que proyecta a sus clientes.
Rioseco dice que llegó a Puerto Montt hace unos 25 años desde Santiago, buscando establecerse en el sur, ya que ese era su sueño. En sus inicios partió en Angelmó, vendiendo útiles escolares. Tras ello, fue diversificando su oferta. "Yo fui uno de los primeros que empezó a vender pastillas arriba de las micros. Así toda la gente te va conociendo", asegura.
Le agradece a su amigo "Cholo", quien vive en calle Santa María, ya que así empezó a trabajar con el mote con huesillo, producto estrella que lo coronó como el rey de este tradicional producto, todo un clásico de los días calurosos y el verano.
Gracias a su trabajo, ha podido educar a sus tres hijos: Estefany, Eduardo y Mauricio. "Son todos unos profesionales", afirma orgulloso. Agradece el apoyo de la gente del BancoEstado, quienes le han dado una mano para contar con el capital necesario que le permita comprar sus productos.
"Me encanta la libertad. No es lo mío estar en un negocio, encerrado, entre cuatro paredes. Mientras me den las piernas, seguiré vendiendo en la calle. Menos me gusta copiarle a los otros. Por eso vendo con los mejores precios", asegura.
Personajes de la ciudad
Nombre: Francisco Rioseco.
Apodos: El rey del mote con huesillos, el rey de los bombones.
Edad: 55 años.
Actividad: Comerciante ambulante.